Nueva puñalada a la economía… y a los medios de comunicación

Nueva puñalada a la economía… y a los medios de comunicación

El Gobierno y Podemos perseveran en su intención de destrozar la economía española y coartar el libre ejercicio de los medios de comunicación. Como si copresidieran una suerte de nuevo Tribunal de la Inquisición en contra del libre comercio y la creación de riqueza, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han emprendido una nueva cruzada más propia de la Edad Media que del siglo XXI. En esta ocasión, la persecución está centrada en la actividad de las casas de apuestas. Un negocio que supone más del 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de nuestro país y que en el último ejercicio invirtió 113 millones de euros en patrocinios y publicad. El Decreto del Juego que pretende aprobar Sánchez en compañía de los comunistas bolivarianos afectará a numerosos puestos de trabajo tanto directos como indirectos. Especialmente en los medios de comunicación, receptores de la mayor parte de la inversión publicitaria de las casas de apuestas.

Podemos pretende eliminar cualquier tipo de campaña publicitaria de juegos de azar y apuestas online en los medios de masas españoles. El PSOE, por su parte, opta por limitarlas. Dos estrategias que fomentarán el mercado negro —sólo dañará a las empresas con licencias legales— y que tienen un verdadero objetivo común: debilitar las actividades de las empresas informativas que creen en la libertad de expresión por encima de las presiones del poder político. Ambos partidos saben que una merma publicitaria tan grande generaría medios de comunicación mucho más débiles y, por lo tanto, menos críticos con los desmanes institucionales. Justo lo que pretenden las dos formaciones desde que Pedro Sánchez llegara a La Moncloa. Basta recordar que los socialistas tienen como fin prioritario el hecho de controlar la información que se publica durante los procesos electorales.

Tanto es así que, con la excusa de «proteger» a los ciudadanos de las injerencias y contaminaciones que llegan del extranjero a través de Internet, pretenden seleccionar qué se publica y qué no durante las fechas en las que los ciudadanos deben estar más informados. No sólo eso, sino que, además, quieren recuperar el Consejo Estatal de los Medios Audiovisuales (CEMA) para el control de los medios públicos y privados. De ahí que detrás de una teórica preocupación por los supuestos efectos masivos que el juego genera en la ciudadanía sólo vean una ocasión propicia para coartar la voluntad de los medios. Una pulsión muy grave que, en este caso particular, lleva aparejado un desastre económico. Más, si cabe, ahora que los ingresos y las inversiones comienzan a ralentizarse debido a los impuestazos de Pedro Sánchez y a la falta de credibilidad de unos Presupuestos Generales del Estado a modo de cajón desastre. Utilizar la excusa de la ludopatía para seguir perseverando en la senda del desastre económico y la intervención de los medios define el nulo nivel ético y moral tanto del actual PSOE como de Podemos.

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