Más cerca de ETA que de los demócratas

Más cerca de ETA que de los demócratas

La moción de censura de Pedro Sánchez le va a salir muy cara a España. El Gobierno socialista está tan hipotecado por los apoyos que recibió entonces que parece más cerca de ETA que de los demócratas. El acercamiento de los terroristas presos es un pago intolerable a un PNV radicalizado y a los proetarras de Bildu, capitaneados por el siniestro Arnaldo Otegi. Como bien ha señalado este miércoles la eurodiputada de UPyD, Maite Pagazaurtundúa, Sánchez debería poner límite a unas exigencias sin fin. El PSOE no sólo acelera para llevar a los primeros terroristas encarcelados al País Vasco, además, y mediante la delegación vasca que dirige Idoia Mendia, está apoyando mociones de los proetarras a favor de dicho acercamiento en varios consistorios de la región.

Esta prebenda se concede sin el más mínimo arrepentimiento por parte de los radicales, sin la más mínima disculpa ni reconocimiento del daño causado. Permitirá, por ejemplo, que asesinos como Sebastián Echaniz Alcorta, alias Sebas, se beneficie a pesar de su pasado sanguinario en el comando Vizcaya, periodo en el que mató a dos guardias civiles, un policía y un militar. Otros 24 presos más de ETA serán trasladados en la primera oleada por tener más de 70 años. Entre ellos, otro abyecto integrante de la banda terrorista como Santi Potros, condenado por el atentado de Hipercor en 1987, que dejó 21 asesinados en la que fue la peor masacre de ETA. No es de extrañar que la presidenta de honor de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, califique de «indecente» esta nueva cesión del presidente del Gobierno.

Si hay un colectivo que merece protección y reconocimiento en España ese es el de las víctimas del terrorismo. Tras 50 años de asesinatos, extorsiones, amenazas y coacciones, ETA dejó tras de sí casi 900 asesinados, 16.000 heridos y más de 42.000 personas que vieron su vida truncada por el drama que rodeó a sus familiares. Ante este comportamiento inaceptable del presidente del Gobierno, que ha dado carta blanca a PNV y Bildu, los partidos constitucionalistas han de estar unidos y, como en el caso de Ciudadanos, obligar al actual Ejecutivo a realizar tantas condenas como sea posible. Por ejemplo, condenar los homenajes a los presos de ETA excarcelados. El PSOE no debería haber cedido jamás en un tema que es innegociable para millones de personas en nuestro país. Muchos de ellos, votantes del propio PSOE.

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