Zapatero y costurero

Zapatero y costurero

Es noticia: Zapatero apoya a Susana Díaz. Y así, la primera sensación que dejan estos titulares es la de no comprender bien a cuento de qué este Señor se mete en semejante jardín. Dice que ella encarna coherencia, buen perfil para liderar el PSOE, es leal y, además, que siempre estuvo a su lado —el de él— cuando casi nadie lo hacía. Respecto al motivo personal, entiendo perfectamente las razones que a uno le mueven a sentirse agradecido cuando alguien se ha mantenido con firmeza a pesar de que lo más sencillo hubiera sido entonar el éxito rubalcabista de «la culpa de todo la tiene Zapatero». Pero es cierto que Susana no subió a ese carro. En eso estamos de acuerdo.

Y analizando toda la situación, lo cierto es que no es fácil poder interpretar si los apoyos hacia un candidato u otro son los adecuados. Entiendo que Susana venía en una agenda trazada desde hace mucho, desde incluso antes de que la andaluza presidiera su región por vez primera. Todo viene bien organizado. Todo se precipitó un poco por los procesamientos de Chaves y Griñán. Díaz tuvo que salir a bailarlo e ir consolidando su liderazgo mientras procuraba que no estallase una bomba de suciedad sobre el PSOE de Andalucía. Intentarlo lo ha intentado, y en cierto modo ha conseguido que, pese al escándalo de los ERES sus resultados en Andalucía le hayan permitido seguir al frente del Gobierno.

Es curioso porque cuando leo a Zapatero, de entrada, respiro hondo y pienso: «Pero, ¿qué necesidad tiene este hombre —al que aprecio y respeto— de quemarse de este modo?». Y lo cierto es que la batalla está tan encarnizada que todo el mundo va a tener que posicionarse en ella. Y digamos que, para quienes forman parte de la estructura del partido, Susana era la siguiente en los planes donde las primarias son de cartón piedra. Nadie pensaba que ese muchacho que serviría de paso intermedio pudiera sublevarse y creerse eso de que en el PSOE había democracia de verdad y que un secretario general era autónomo. Pedro les salió rana. Y por lo que parece, se les ha vuelto rojo y todo. Y además está atreviéndose a decir que en el PSOE existe la derecha. ¡Qué se lo digan a Zapatero, quien fue precisamente quien le enseñó el abismo!

Ahora tocan maitines y todos tienen que posicionarse. Los intereses del partido hacen posible ver siniestras figuras, que se han comportado como verdugos, junto a sus víctimas. Todos sonríen para salir en la foto. Y mucho me temo que después del congreso será eso lo que pase: víctimas y verdugos juntos por el bien del partido. Por eso, aunque a veces no se entiendan determinados apoyos, precisamente en el hecho de que chirríen se encuentra su razón de ser: en este congreso el PSOE se juega definitivamente su supervivencia. Lo de coser van a tener que hacerlo. Y por lo que parece, Zapatero ya ha empezado.

Lo último en Opinión

Últimas noticias