ENTREVISTA OKGREEN

Rafael Gálvez: «Desde Luque Ecológico queremos ser difusores de la agricultura ecológica en España»

Entrevista al director comercial y marketing de Luque Ecológico, Premio Alimentos de España 2024, en la categoría de Producción Ecológica

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Sorprendidos, en las nubes y muy contentos, es lo que nos transmite Rafael Gálvez Laparte, director comercial y marketing de Luque Ecológico, al preguntarle cómo están viviendo el recibir Premio Alimentos de España 2024, en la categoría de Producción Ecológica.

Un reconocimiento que llega tras más de dos décadas apostando como empresa familiar desde Castro del Río (Córdoba) por la agricultura ecológica, con un aceite bio que sale del casi infinito mar de olivos andaluz.

Es la tercera vez que coincidimos con Rafael, la primera gracias a la labor de difusión de Ecovalia promoviendo a los productores ecológicos y, esta vez volvemos a conectar gracias a un reconocimiento nacional a su trabajo.

Producto de alta calidad

Tras siete generaciones de tradición olivarera, iniciaron su aventura en el campo de lo ecológico en 1986 y han logrado tener una producción similar a la convencional gracias a la utilización de la cubierta vegetal.

Distinguen sus árboles por el verdor de las hojas, más intenso tras aportar materia orgánica en las calles de los olivares durante años, haciendo un producto de alta calidad muy apreciado en Estados Unidos, Europa, Japón y, últimamente, de una manera muy fuerte, en Corea del Norte. 

Ahora, tras recibir el premio que promueve el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español, hablamos con Rafael de cómo han llegado a obener este reconocimiento, la dura trayectoria para lograr un aceite ecológico muy especial y su visión del sector.

Luque Ecológico es una pequeña empresa familiar localizada en Castro del Río (Córdoba)

OKGREEN: Luque Ecológico ha sido galardonada con El Premio Alimentos de España 2024 en la categoría de Producción Ecológica. ¿Qué significa para vosotros este reconocimiento?

Rafael Gálvez Laparte: Es como un reconocimiento a nuestra manera de entender la forma de producir y de relacionarte con la naturaleza y con la agricultura. Vemos que todo ha tenido sentido, a pesar de que empezáramos muy pronto, allá a finales de los 80, con una filosofía de respeto al medioambiente, de no aplicar productos químicos, de tener una relación muchísimo más directa con los ecosistemas para que estuvieran vivos y hubiera un equilibrio… Todo esto podía parecer algo extraño, un poco loco, incluso… Ahora ves que tiene sentido, te da más fuerza para seguir, para ir trabajando en esa línea.

P.: Cuando os llegó la noticia, ¿en quién pensasteis?, ¿quién os vino a la cabeza en ese momento de alegría?

R.: A todos, a toda la familia, como te puedes imaginar, nos vino a la cabeza mi suegro, en mi caso, el padre de mi mujer y de mi cuñado, que fue el fundador de la empresa, José Antonio. Fue la persona que empezó el proyecto que nos metió el gusanillo a todos de la agricultura ecológica, de trabajar de esta manera.

Sinceramente, es el primero que nos vino a la cabeza porque estará súper orgulloso y súper contento de ver que hemos sido capaces de alguna manera, de continuar su legado.

Floración de olivos en la finca Luque Ecológico (Foto: Luque Ecológico)

P.: ¿Por qué tomó la iniciativa de iniciar y liderar un proyecto ecológico?

R.: Bueno, fue director general de una gran empresa líder del sector en los 80, de Carbonell. Estuvo viajando por todo el mundo debido a su puesto de responsabilidad. Pero él vio en el mundo que había otra manera de producir que incluso podía haber una posibilidad incluso de diferenciación. Él tenía esa inquietud. Esto, no quiere decir que no haya también una visión de abrir un nuevo mercado. Pero es que justamente, cuadraba mucho con su filosofía.

Yo hablaba mucho con él y decía que no quería ser la primera generación que aplicara productos químicos al campo. Y entonces descubrió la agricultura ecológica. Apostó por ella, empezó a reunirse con mucha gente como él que tenía la misma inquietud.

De hecho, estuvo en la primera directiva del CRAE de la época para intentar regular un poco esta manera de producir. Estuvo entre los pioneros de esta forma de producir diferente allá por los 80.

P.: Desde entonces hasta ahora ¿qué ha cambiado en vuestra manera de entender la agricultura ecológica?

R.: Nosotros siempre hemos ido como pioneros, siempre hemos ido abriendo un poco el camino en la agricultura ecológica. Al no haber mucha literatura, ni mucha bibliografía, ni muchos estudios científicos al respecto hasta hace poco. Hemos tenido mucha prueba y error, sinceramente, y vamos buscando nuevos productos naturales que se pudieran aplicar, que nos daban algunos problemas que no funcionaban, que eran muy caros.

Hemos ido pasando por un itinerario enriquecedor. Pero ya te digo que a veces hemos cometido grandes errores. Indudablemente eso tratamos también de transmitirlo. Nosotros queremos ser difusores de la agricultura ecológica en la comarca y en España. Bueno, y si podemos, en el mundo. Los agricultores con los que colaboramos indudablemente se están beneficiando un poco de estos errores que hemos cometido. Intentamos facilitar un poquito las cosas a estos agricultores que vienen nuevos.

Olivares con la cubierta vegetal, una de las singularidades de esta explitación (Foto: Luque Ecológico)

Lo que sí puedo afirmar es que nos cambió mucho la manera de organizarnos cuando en 2008 comenzamos a calcular la huella de carbono de nuestro producto, un gesto pionero porque elaboramos un procedimiento, un protocolo privado.

Tuvimos que analizar el ciclo de vida y ahí nos dimos cuenta de muchas cosas. El producto va desde el campo hasta la estantería en un supermercado y te das cuenta, analizando, en qué fases se puede mejorar y qué cosas se pueden hacer de manera diferente cuando vas midiendo parámetros.

Dicen que lo que no se puede medir no se puede mejorar. Entonces, al analizar el ciclo completo, pudimos hacer algún cambio de cosas que se venían haciendo tradicionalmente, y te das cuenta que siempre hay capacidad de mejora.

P.: ¿Cuál crees que ha sido la razón por la que os han dado este reconocimiento a la mejor producción ecológica?

R.:  Entiendo que el jurado habrá analizado la trayectoria, la proactividad, la inquietud que tenemos siempre para que los proyectos sean respetuosos con el medioambiente, que se mantenga la biodiversidad.

Yo creo que han visto esa inquietud, nuestra filosofía. Somos muy proactivos a pesar de ser una empresa familiar pequeñita de Castro del Río, y que no nos da miedo meternos en proyectos de envergadura, como el cálculo de la huella de carbono.

Seguro que había empresas mucho más grandes en España que podrían haberlo hecho antes, pero nuestra preocupación nos hizo ser los primeros. Ahora, por ejemplo, estamos colaborando con el ministerio con el tema de los créditos de carbono, para que los agricultores podamos tener alguna recompensa por el CO2 que estamos retirando del medioambiente, de la atmósfera. Al ser nosotros pioneros en ese cálculo nos están teniendo mucho en cuenta para todo este tipo de cosas.

P.: ¿Cuál es el mayor esfuerzo que hacéis para que se conozca vuestro producto?

R.: Bueno, indudablemente siempre es un reto el que los productos de tu marca se conozcan para conseguir venderlo. Todo esto tiene un trasfondo de que podamos seguir viviendo de nuestra actividad.

De hecho, el producto ecológico todavía es prácticamente un desconocido en general, estamos en torno al 3 % del total de la cuota de mercado de la distribución con los productos ecológicos, con lo cual no somos prácticamente nada en España.

Nuestra visibilidad sobre todo está fuera, donde se tiene otro nivel de información, de preocupaciones, incluso también un poco más de capacidad económica.

Al final de cuentas, los productos ecológicos, aunque se han acercado mucho en precio, todavía son un poquito más caros. Con lo cual hay mucha gente que los asocia a productos un poco gourmet y demás. Y eso nos aleja un poco de la de la masa.

Pero es cierto que las cadenas de distribución y demás se van preocupando porque estén en los lineales. Pero el consumo todavía es muy bajo.

Paleo, el aceite que se extrae de olivos centenarios (Foto: Luque Ecológico)

P.: Os habéis volcado mucho en promover vuestro producto en otros mercados internacionales… ¿Dónde estáis poniendo el foco en este aspecto?

R.: En estos 25 años vamos a decir que había un producto con marca Luque que ha ido variando. Ahora mismo estamos muy fuertes en Asia. Es un perfil de cliente con poder adquisitivo, muy preocupado por la salud y por el medioambiente. Por productos de calidad. Tenemos un mercado importante en Japón y Corea del Sur.

P.: ¿Crees que el sector bio está suficientemente apoyado por las administraciones?

R.: Dependemos mucho de la Unión Europea, que es un tema importante porque marcan las ayudas a los agricultores, ayudas que son medioambientales que están dentro de la Política Agraria Común.

Es cierto que para quienes quieren entrar en el sector de la agricultura ecológica se necesita esa pequeña ayuda para los primeros años y que estés un poquito más holgado si has hecho la conversión de convencional a bio. Siempre hay unas bajadas muy importantes de producción y demás. Esas ayudas, sinceramente, vienen muy bien.

Es cierto que hay veces que, dependiendo de la apuesta de la Unión Europea, se producen picos que hacen que crezcan las hectáreas y hacen que también lleguen al mercado productos al final más asequibles para el consumidor.

P.: ¿Cómo habéis vivido las recientes protestas de los agricultores? ¿Os identificáis con las demandas que se visibilizaban en las tractoradas?

Bueno, indudablemente siempre hay, como en todo, una parte que está más cerca de lo que tú piensas. Otras partes menos. Lo que está claro que al sector agrícola hay que respetarlo. No se está apoyando.

A raíz de la guerra de Ucrania y tras el COVID, hemos visto la dependencia del exterior para abastecernos de determinados productos. Y es cierto que aquí en España, e incluso en Europa, ya tenemos que pensar un poco más en clave global. Tenemos capacidad de producción.

Han sido pioneros en muchos aspectos como el cálculo de la huella de carbono(Foto: Luque Ecológico)

El tema es que se den las circunstancias para que los agricultores no abandonen su explotación. Y eso lo vamos a ver. Hay un problema tremendo para la siguiente generación, de que tengamos agricultores y ganaderos que vayan a estar produciendo para la población.

Es un tema que hay que mirar muy bien, no sólo en clave global, y Europa pinta mucho. Hay que ver un poco la nueva política agraria que vaya a tener la Unión Europea, porque es cierto que la actual se planteó antes de un periodo de guerra.

Yo creo que hay que tener claro ver hacia dónde vamos. Porque la soberanía alimentaria es un tema en el que hemos nos hemos dado cuenta de que es muy importante para un territorio. Ya no te digo en España, también en Europa.

P.: Estáis enclavados en la mayor zona productora de aceite de oliva del planeta. Al ser una compañía que impulsa y defiende lo bio, ¿cómo vivís o convivís con los productores de aceite convencional, los no ecológicos?

R.: Indudablemente el convencional es el que tiene la gran cuota de mercado. Se están poniendo cada vez más hectáreas de olivares quince años, los súper intensivos.

Es cierto que hay cuota de mercado todavía que ganar en el mercado mundial. Es el gran reto. Yo creo que tenemos espacio para los dos.

Nos vemos rodeados y nos tienen que ayudar un poquito a que sigamos manteniendo nuestra forma de producir. Te pongo un ejemplo. Antiguamente cuando había un problema de mosca del olivo, pues pasaban avionetas tratando y, claro, esos tratamientos llegaban a cualquier sitio con los vientos.

Gracias a Dios, conseguimos que no se hiciera y que se hicieran tratamientos más localizados porque nos pueden afectar a nuestra producción. A eso me refiero cuando nos tienen que ayudar un poco a que sigamos manteniendo nuestra manera de producir.

P.: ¿Cómo explicarías al consumidor la diferencia de precio entre convencional y ecológico?

R.: Te puedo decir que ha habido desde el inicio, cuando nosotros empezamos a encontrar productos ecológicos aquí en España, precios que eran disparatados. A lo mejor más de un 200 % más caro que un producto convencional.

Hoy día puedes encontrar el producto que está en un 20 o un 30 por ciento más caro. Con lo cual hay mucha gente que incluso puede pensárselo. Yo busco un producto diferente que me aporta una serie de cosas, pero que es un poquito más caro. Todo eso es gracias un poco a que se ha ido mejorando la forma de producir, más ofertas de productos y entonces nos vamos acercando al convencional.

Es un problema que tenemos todos en el sector. Se hacen campañas como la de la Eurohoja, del campo a la mesa… todo eso está un poco encaminado a que se pueda conocer realmente lo que hay. Hay mucho detrás. Hay una preocupación de no hacer las cosas como se venían haciendo, porque era lo fácil.

Si hay un problema en el campo en convencional, se va a una casa de fitosanitarios y te dan un producto que te lo va a arreglar. En la agricultura ecológica tenemos que estar anticipándonos, previendo que no nos pase, cuidando las cubiertas, que haya un equilibrio en el ecosistema. Es decir, te requiere un grado de estar en lo alto de la plantación, de estar innovando, buscando productos nuevos. Todo eso es más caro que echar un abono que viene del petróleo.

Tradición y cuidado por el medioambiente se dan la mano como filosofía principal de la empresa (Foto: Luque Ecológico)

No estoy aplicando esos productos químicos que van a ir al agua de un acuífero, que va a llegar al río, que va a afectar a la flora y a la fauna del río. Yo estoy teniendo un respeto por el medioambiente que otros no tienen.

Y luego las producciones no son iguales que en convencional, siempre hay una reducción. No hay ese aporte de nutrientes tan a la carta como lo puedes tener en convencional. Siempre vas mucho más restringido, con lo cual, si tienes una menor producción por hectárea, el precio va a subir.

Además,con la agricultura ecológica intentamos mantener la tradición. Tenemos tenemos un olivar centenario que, en nuestra zona se están cortando y se están dando para hacer leña. Y nosotros, los que tenemos los hemos respetado. Son muy poco productivos, pero hemos lanzado una línea de aceite que viene de olivares centenarios.

En esa labor hay una historia, una tradición que no hemos querido convertir en leña. Te estoy dando algo que viene de mi familia, de generación en generación, y lo estamos valorizando.

En definitiva, siempre hay un respeto al medioambiente, a las tradiciones, a las personas y al ecosistema, con productos sanos. No hay residuos al no aplicar productos químicos.

Hay mucho detrás, mucho trabajo, mucho esfuerzo… Indudablemente tiene que haber un consumidor que lo aprecie, que tenga esa inquietud, que tenga la información, la educación, que lo valore y que esté dispuesto a pagar lo que vale ese producto.