Cuidar especies en casa frena su tráfico ilegal y preserva la biodiversidad

La conservación de especies "ex situ" ayuda a proteger la naturaleza, según Federación Fauna

Destaca la importancia del manejo responsable de fauna exótica como herramienta esencial para proteger los ecosistemas

  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Con motivo del Día Mundial de Protección de la Naturaleza, la Federación Fauna destaca una realidad poco conocida para la sociedad como el conservar y cuidar especies ex situ.

La conservación ex situ consiste en el mantenimiento de algunos componentes de la biodiversidad fuera de sus hábitats naturales y, según la entidad, «es esencial para proteger la biodiversidad y combatir el tráfico ilegal de animales».

Todo ello se considera en un contexto global, en el que muchas especies enfrentan la extinción, la cría en cautividad y el comercio regulado, han demostrado ser herramientas efectivas para preservar los ecosistemas y ofrecer alternativas legales que desmantelan el tráfico de especies.

Faunismo, la conservación responsable

Desde la federación se impulsa el concepto de «faunismo». Desde la federación sostienen que la «iniciativa faunista sostiene que podemos vivir nuestro vínculo con los animales desde la emoción, pero que también hay que hacerlo desde la razón, la objetividad y desde la cordura».

Según Fauna, los humanos y animales compartimos un vínculo intrínseco que ha influido profundamente en nuestro desarrollo evolutivo y cultura, un vínculo que nos confiere la responsabilidad de respetarlos.

«Pero que esto no comporta obviar el principio básico que hay que establecer una escala de valores que diferencie claramente entre el que es humano y el que no lo es», afirma la federación.

Respeto y bienestar

La nueva estrategia detalla que tenemos que tratar con respeto y procurar por el bienestar de los animales domésticos y de compañía que                            nos proporcionan alimentos, trabajo y beneficios emocionales.

Pero que no podemos perder de vista que la especie humana, como resultado de un proceso evolutivo de millones de años, es fisiológicamente omnívora y que resulta absurdo negar la realidad.

También la estrategia promueve la idea de asumir la necesidad de actuar respetuosamente en todas las interacciones con el medioambiente, así como considerar la biodiversidad como un bien común a preservar como una prioridad a nivel global.

Cíclido Mangarahara (foto: H. Zell – Federación Fauna)

Hogares y zoos

«Una de las estrategias para conseguirlo es utilizar todos los medios a nuestro alcance para garantizar la conservación ex situ de especies en peligro de extinción, ya sea en parques zoológicos o en los propios hogares», argumentan los expertos de Fauna.

Como ejemplo del papel de conservación exponen el cuidar especies por parte de los acuariófilos que han salvado animales como el Picote Tequila o preservar al cíclido de Mangarahara.

Este último, descubierto en 2006 y casi desaparecido en 2013, en 2020 se creó una red de cría para la conservación con el fin de conseguir una población de reserva estable de esta especie amenazada en cautividad fuera de Madagascar a largo plazo y con la participación de acuariófilos privados. Defienden que esta estrategia se conformó «para evitar otra extinción de la especie en el futuro de la forma más segura posible».

Biodiversidad y tráfico ilegal

La crisis de biodiversidad que enfrenta el mundo tiene un impacto profundo en los ecosistemas, ya que miles de especies son capturadas ilegalmente cada año, alimentando un mercado clandestino que impulsa la extinción de las especies más vulnerables.

El tráfico de animales es una de las mayores amenazas para la fauna silvestre, y su erradicación requiere soluciones a nivel global. Por este motivo, Fauna defiende que criar y cuidar especies en cautividad y el comercio regulado por el convenio CITES son respuestas esenciales para combatir el tráfico ilegal.

Opciones responsables y éticas

Al promover vías legales y seguras para la tenencia de animales y plantas en los hogares, no sólo se trata de cuidar y proteger a las especies, sino que también se contribuye a desmantelar las redes criminales que operan en la sombra, destruyendo ecosistemas enteros.

La regulación y la educación pública juegan un papel clave en este proceso, proporcionando a los ciudadanos opciones responsables y éticas para disfrutar de nuestro vínculo con los animales.

Cría ordenada y conservación

La cría ordenada en cautividad de animales no sólo permite preservar especies amenazadas, sino que también contribuye a disminuir la presión sobre las poblaciones en la naturaleza.

Gracias a estas prácticas, es posible conservar la diversidad genética de especies en peligro, lo que favorece su supervivencia a largo plazo. Fauna insiste en que este enfoque es más eficaz que las prohibiciones totales, que sistemáticamente llevan a un aumento del tráfico ilegal.

Allá dónde los zoos no llegan

«La cría ordenada en cautividad y el comercio regulado ofrecen alternativas sostenibles y responsables para que los aficionados a los animales pueden contribuir a la conservación allá donde los zoos no llegan, con las especies más pequeñas y menos carismáticas para su exhibición», agregan desde Fauna.

Además de proteger la biodiversidad, estas prácticas permiten una mayor sensibilización y educación sobre la importancia de la conservación de la fauna silvestre. «No es algo lejano, puedes contribuir con tu granito de arena», recomiendan en su argumentación los expertos.

Un esfuerzo por la naturaleza

En el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, que se celebra el 18 de octubre, Fauna subraya la importancia de un enfoque coordinado entre gobiernos, asociaciones, criadores y ciudadanos para garantizar la supervivencia de muchas especies y frenar el comercio ilegal.

Federación Fauna afirma que sólo a través de una colaboración efectiva y regulaciones claras será posible preservar la biodiversidad y asegurar un futuro sostenible para las especies más amenazadas.