Estos son los mitos falsos sobre la Navidad que nos hemos creído hasta ahora

La Navidad es una de las fiestas más populares y celebradas del mundo, pero también está llena de mitos y leyendas que se han ido transmitiendo de generación en generación. Algunos de estos mitos son tan arraigados que los damos por ciertos sin cuestionarlos, pero la realidad es que muchos de ellos son falsos o tienen una explicación diferente a la que creemos. Veamos algunos de los mitos más comunes sobre la Navidad y lo que hay detrás de ellos.

Los mitos falsos sobre la Navidad que siempre  hemos creído

La Navidad ya está aquí y seguro que en tu casa no faltará el árbol de Navidad y mañana día 25 celebrarás el nacimiento de Jesús, pero lo cierto es que estos dos, son parte de los mitos o creencias de la Navidad que sin embargo no se corresponden con la realidad. Os los contamos al detalle a continuación:

Jesús no pudo haber nacido el 25 de diciembre:

La celebración del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre no se basa en evidencia histórica. No hay una fecha comúnmente aceptada para su nacimiento, y la elección del 25 de diciembre se hizo siglos después de los eventos relatados en la Biblia.

Santa proviene de una festividad diferente

El nombre «Santa Claus» en inglés proviene de Sinterklaas, la manifestación terrenal de San Nicolás. Esta figura histórica del siglo IV tenía su propia festividad en diciembre, entregando monedas y dulces a los niños mucho antes de asociarse con la Navidad.

Los renos de Papá Noel son machos

Siguiendo con Papá Noel, otro de los mitos que le rodean tiene que ver con sus fieles compañeros, los renos. Según la tradición, Papá Noel tiene nueve renos que le ayudan a repartir los regalos por todo el mundo: Rudolph, el de la nariz roja, y sus ocho amigos: Dasher, Dancer, Prancer, Vixen, Comet, Cupid, Donner y Blitzen. Estos nombres sugieren que se trata de renos machos, pero lo cierto es que es muy probable que sean hembras. ¿Por qué? Porque los renos machos pierden sus cuernos en otoño, mientras que las hembras los conservan hasta la primavera. Así que si vemos a los renos de Papá Noel con cuernos en diciembre, es más lógico pensar que son hembras.

Los belenes no reflejan la historia bíblica

Los detalles en los belenes a menudo son conjeturas artísticas más que representaciones precisas de la Biblia. Todas las figuras  y la ubicación del nacimiento de Jesús son interpretaciones, no hechos bíblicos.

Los árboles de Navidad no tienen orígenes paganos específicos

Aunque decorar con vegetación en invierno tiene raíces antiguas, la tradición del árbol de Navidad no se documenta antes del siglo XVI en Alemania. No es una costumbre pagana perdida, sino una tendencia del Renacimiento europeo.

Coca-Cola no inventó a Papá Noel

Contrario al mito popular, Coca-Cola no creó la imagen moderna de Papá Noel. Si bien la compañía contribuyó a su popularidad en la década de 1930, la figura ya tenía características distintivas antes de la campaña publicitaria.

Yule no es (sólo) sinónimo de Navidad

La palabra Yule, hoy usada como sinónimo de Navidad, tenía un significado más amplio en las antiguas tradiciones nórdicas. Era una estación que duraba dos meses, desde mediados de noviembre hasta mediados de enero, con festivales que se centraban en la celebración del Año Nuevo.

Los Reyes Magos eran tres y se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar

Este es uno de los mitos más extendidos en España y en otros países de habla hispana, donde los niños reciben regalos de los Reyes Magos el 6 de enero. Sin embargo, la Biblia no dice ni cuántos eran los magos ni cómo se llamaban. Solo menciona que unos sabios de Oriente siguieron una estrella hasta Belén y le ofrecieron al niño Jesús oro, incienso y mirra. Fue en el siglo III cuando se empezó a decir que eran tres, probablemente por el número de regalos, y en el siglo VI cuando se les asignaron los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, así como sus rasgos étnicos.

En resumen, la Navidad está envuelta en mitos que, una vez desentrañados, revelan una historia más rica y compleja de lo que comúnmente creemos.