«Croacia es un hueso». Este es el mensaje que Leo Messi ha dejado claro a sus compañeros. El capitán no ha dejado pasar la oportunidad de advertir a todos los jugadores de Argentina que la semifinal que tendrán que vivir contra el combinado balcánico será todo menos sencilla. «Tienen oficio y van a morder más que los holandeses», es otra de las advertencias que ha hecho el ’10’, consciente de que si se llevan el duelo a la batalla, como hicieron contra los de Van Gaal, tendrán un rival que les plantará cara con mucha más contundencia. La albiceleste no se fía de la subcampeona del mundo y su líder dentro y fuera del campo menos.

Croacia ha demostrado durante este Mundial que su gen competitivo no tiene límites. Tan sólo han ganado un partido, la goleada ante Canadá en la segunda jornada de la fase de grupos, pero suficiente para haberse plantado en semifinales por segunda vez consecutiva y por tercera vez en su historia. En 1998 también alcanzaron la penúltima ronda, aunque al contrario de lo que sucedió en 2018, cuando vencieron a Inglaterra, perdieron frente a Francia.

En los cinco partidos que han jugado hasta el momento, Croacia ha hecho un ejercicio de resistencia impresionante. Empataron contra Marruecos en el debut, golearon a Canadá, sufrieron para rescatar el punto que necesitaban ante Bélgica, tuvieron que empatar frente a Japón y Brasil para terminar ganando en la tanda de penaltis. Nunca jamás lo croatas han caído en la lotería de los once metros, lo que demuestra la mentalidad de un equipo que se quiere sacar la espinita de Moscú.

Messi contra Modric

Messi también vivirá un partido muy especial ante Luka Modric. Dos de los mejores jugadores del planeta se miden en una semifinal de un Mundial. El que pierda no jugará su último partido en una copa del mundo, ya que tendrá por delante el tercer y cuarto puesto, pero sí se despedirá de un partido de estas características para siempre. Dos jugadores de leyenda que buscan su estrella.