Un todoterreno de superlujo para los más exigentes

Range Rover, el palacio sobre ruedas que homenajea a la reina Isabel

  • Francisco Rabadán
  • Enviado Especial - Pamplona
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El nuevo Range Rover acaba de aterrizar en las carreteras españolas bajo un halo de exclusividad. Se trata de un todoterreno de superlujo que cuida cada más mínimo detalle y que responde a las grandes expectativas creadas aunando confort, seguridad y modernidad. Un coche pensado para viajar en familia y que destaca por un diseño absolutamente vanguardista y rompedor.

Se trata de la quinta generación de este emblemático coche que comenzó a poblar las carreteras inglesas en 1970 y que se ha extendido por todo el mundo desde entonces. Hablamos de un vehículo ante el que hay que hacer una cola –como la que tuvo que hacer el mismísimo David Beckham para dar el último adiós a la reina Isabel– para adquirirlo al estar todos sus modelos vendidos de aquí hasta mediados de 2023.

El rediseño de la parte trasera es una de las grandes novedades.

Evidentemente no traemos un coche que se venda en masa con un precio de acceso de 140.950 euros, pero sí de un concepto que enamora a sus clientes. Los que lo prueban no vuelven a otra marca. Características como refinamiento sin igual, la insonorización del habitáculo, el aire purificado o el sistema Alexa integrado le convierten en una apuesta diferente al resto.

El interior del coche tiene todo tipo de lujos.

Entre las grandes novedades que encontramos en este modelo con respecto al anterior destaca el cambio notable en la vista posterior focalizado en un portón trasero dividido, motorizado y hasta con palco. La sensación que contemplamos es la de un barco que integra todo el coche en unas lineas muy finas.

Un vehículo muy versátil

En marcha nos encontramos con un coche potente, pero a la vez dócil en el paso por curva y con gran maniobrabilidad. Sus más de cinco metros de longitud no son ninguna dificultad gracias a que las ruedas traseras giran en el sentido de las delanteras a partir de los 50 km/h y con siete grados de inclinación consiguiendo una estabilidad inesperado. Es prácticamente un gato en paso por curva tratándose de un tracción 4×4.

El Range Rover pasó sin problemas por una calzada llena de vacas.

Nosotros probamos en Pamplona tanto la versión diesel de 300 caballos y una gasolina híbrida de 440 caballos que incorpora la codiciada etiqueta 0 y una autonomía eléctrica de 113 km. El primero quizá sea un coche más preparado para viajar con máximo confort a una marcha constante, mientras que en el segundo encontramos un coche con nervio y personalidad que hará las delicias de los conductores a los que les gustan las respuestas inminentes. La versión eléctrica 100% de este coche llegará en 2024 creando una gran expectación.

La parte trasera es un palacio.

El diseño interior lleno de detalles nos deja totalmente absortos ante una pantalla de 13,7 pulgadas donde se controla todo el coche. Llama la atención que el Range Rover se puede amoldar para cuatro, cinco y hasta siete pasajeros sin que ninguno quede penalizado por la ausencia de confort. Dispone de cinco acabados para hacer las delicias de los paladares más exigentes.

El Range Rover respeta una línea que se extiende desde cinco generaciones atrás.

El coche está pensado para ser un santuario de paz que combina lujo y bienestar. Equipado con pantallas traseras de 11,4 pulgadas, con mesa de trabajo que se despliega eléctricamente e incluso con un refrigerador integrado, este Range Rover no escatima ni lo más mínimo en que los pasajeros se sientan como alguien de la realeza. Justo como le gustaba a la reina Isabel.