Probamos el nuevo Toyota C-HR, el SUV híbrido de moda

Siempre que una marca presenta un prototipo logra sorprendernos. La libertad de diseño que tienen con este tipo de vehículos da como resultado por norma general creaciones de lo más espectaculares. Lo complicado es que el modelo de serie que derive de ellos tenga un parecido, cuanto menos, razonable. Pocos, pero hay casos. Y uno de ellos ha pasado por nuestras manos. Se llama Toyota C-HR, y es el SUV compacto de moda. Las razones de ello son, además del diseño, varias. Vamos a verlas.

Diseño

Puede que el Toyota C-HR no sea el coche más práctico del mercado. Ni siquiera de su segmento. Pero a cambio tendremos un vehículo de esos que gusta ver por la calle. Estamos hablando de 4,36 metros de angulosas formas que aportan una presencia a la que sus rivales de momento no llegan. El SUV compacto japonés es tan agresivo como llamativo.

Las peculiaridades del Toyota C-HR comienzan por el frontal, donde tenemos una dinámica parrilla donde la referencia la marca el logo de la marca. Ésta se encuentra flanqueada por unas alargadas ópticas, sobre las cuales aparecen dos nervaduras en el capó que aportan músculo. Tras ellas, y ya pasando al perfil, vemos una línea muy marcada que recorre, primero bajando y luego subiendo, el lateral. Éste da la sensación de ir elevando el coche hasta una zaga donde las protuberantes ópticas marcan tendencia, al igual que el spoiler trasero.

Como ves, todo un torrente de deportividad nunca antes visto en un SUV de estas características. Para ello, eso sí, ha habido que sacrificar algo de practicidad. Nada insalvable si el coche te gusta, no obstante. Como detalles en este sentido tenemos la apertura de las puertas traseras, situada casi en el techo, o la necesidad de lavar la luna trasera a mano si queremos que ésta quede bien. Los túneles de lavado no acceden correctamente a la parte más pegada al alerón.

Interior

Si nunca te has subido a un Toyota C-HR, lo lógico es que pienses que su espacio interior estará bastante limitado por sus formas exteriores. Pero no, nada más lejos de la realidad. Se nota que la marca japonesa ha estudiado cuidadosamente cada milímetro del interior de este espectacular SUV. Ofrece más de lo que en un principio parece.

En la parte delantera no existe ninguna pega en ninguno de los dos asientos, mientras que en la zaga solamente personas de más de 1,85 se han quejado de que su cabeza toca el techo cuando se sientan totalmente erguidos. Nada que objetar en esta zona en cuanto al espacio disponible para las rodillas. Eso sí, las pequeñas ventanillas traseras que tiene el Toyota C-HR provocan una sensación de menor espacio del que realmente hay.

A nivel de diseño, el Toyota C-HR sigue en el habitáculo con la línea moderna que marca el exterior. Manda una consola central coronada por una pantalla táctil multifunción de 8 pulgadas desde la que controlar gran cantidad de parámetros. Eso sí, la información más relevante se mostrará en el cuadro de mandos a través de una pantalla TFT de 4,2 pulgadas. Además, tendremos multitud de detalles de calidad -tapicería de los asientos, guarnecido de las puertas, inserciones- que no hacen sino confirmarnos el nivel de cuidado que se ha tenido a la hora de fabricar este vehículo.

Donde no destaca tanto el Toyota C-HR es en cuanto al maletero, donde ofrece una capacidad de 372 litros -por debajo de la competencia- que se reducirán en 80 si optamos por contar con una rueda de repuesto de emergencia. Eso sí, a favor de esta parte tenemos que decir que se trata de una zona de formas muy rectas y, por tanto, muy aprovechable.

Motor y consumo

El motor que incorpora el Toyota C-HR no es ninguna sorpresa. Se trata del mismo que ya equipa el Prius, es decir, el conjunto híbrido gasolina eléctrico capaz de desarrollar 122 CV de potencia. Se asocia a un cambio CVT -variador continuo- automático. Además, dispondremos de tres modos de conducción -Normal, Eco y Sport- que modifican la respuesta tanto del acelerador como del volante.

Como sucede en todos los modelos que equipan este motor, sus mejores momentos nos los va a dar en ciudad. Ahí es brillante, logrando consumos realmente bajos si lo acompañamos con una conducción acorde a lo que se demanda. A la hora de salir a carretera abierta tendremos que exigir mucho más a esta mecánica, lo que supone dos pegas. Una, que si pisamos más de la cuenta el consumo deja de ser tan bajo, y dos, el sonido que emite cuando pisamos a fondo. A la hora de darlo todo, seguimos escuchando un bramido no muy agradable. Por suerte, serán momentos puntuales en los que tengamos que hacerlo, y al menos en nuestra unidad de pruebas contábamos con un brillante equipo de sonido JBL que nos ayudaba a sobrellevar estos momentos de la mejor manera posible, con música.

Pero, ¿cuánto consume realmente un Toyota C-HR en el uso diario? Hemos compartido 7 días con él donde hemos conducido por todo tipo de lugares. El resultado han sido unos elogiables 5,4 l/100 kilómetros, y sin esforzarme especialmente en hacer una conducción eficiente. No son los 3,9 l/100 km que homologa, pero sin duda estamos ante una cifra más que interesante.

Comportamiento

Otro de los puntos que sorprende muy gratamente en el Toyota C-HR es el de su comportamiento. Es mucho más dinámico de lo que puede sugerir el segmento al que pertenece. Gran parte de culpa la tiene la nueva plataforma TNGA de la que procede, que para no liarnos en tecnicismos, lo que aporta es un centro de gravedad de lo más ajustado y una mayor rigidez.

El resultado de todo esto es una respuesta brillante en todos los campos. En la ciudad, disfrutaremos de un vehículo muy cómodo y con un radio de giro que nos permitirá movernos sin dificultades. A todo esto se suma una agilidad y una precisión impresionantes cuando de afrontar carreteras con curvas se refiere. Sorprende lo plano que es capaz de ir en todo momento el C-HR, por mucho que se le exija. Quizás a la hora de coger algunos baches a alta velocidad pueda resultar algo seco -lleva llantas de 18 pulgadas, algo que no favorece en este aspecto-, pero no es algo que nos deba preocupar en exceso.

Teniendo esto en cuenta, tengo que reconocer que me da bastante rabia que Toyota haya decidido que en nuestro mercado solamente se venda el C-HR con la mecánica híbrida. Este mismo vehículo con un motor de gasolina bien vitaminado podría haber llegado a ser divertido no, lo siguiente. Y aspecto para ello, tiene, desde luego.

Equipamiento

Contar con un Toyota C-HR como el que hemos probado te va a suponer 28.600 euros. Eso sí, a cambio tendrás el acabado Dynamic Plus, que te asegura contar con todo lujo de detalles. Y cuando digo todos, son todos. Entre otras cosas, disfrutamos del mencionado sistema de audio JBL, del Toyota Touch & Go con funciones avanzadas, faros delanteros Full LED con ajuste dinámico, asistente de arranque en pendiente, sistema avanzado de asistencia al aparcamiento, tapicería de cuero negro, sistema de arranque y acceso sin llave y, obviamente, el Toyota Safety Sense -Avisador de Cambio Involuntario de Carril, Control Inteligente de Luces de Carretera, Reconocimiento de Señales de Tráfico y Sistema de Seguridad pre-colisión con detector de peatones-.

Ficha técnica

Conclusión

El Toyota C-HR es un vehículo que cuenta con muchos rivales y a la vez con uno solo. Si atendemos su mecánica híbrida, solamente se enfrenta al Kia Niro, pero si nos fijamos en su condición de SUV compacto, tenemos una larga lista de vehículos a los que puede enfrentarse. Puede, y debe, por cierto. Porque estamos hablando de un vehículo con la suficiente calidad y capacidad para hacer frente a quien sea, disponga de la mecánica que disponga. ¿Ganaría con otro tipo de motor? Seguramente. Pero eso no va a suceder. Y, además, el futuro de la automoción no va por ahí. El Toyota C-HR es una gran compra, no lo duces, y su precio de partida es de 24.750 euros.

Lo mejor

• Diseño exterior espectacular.
• Comportamiento dinámico.
• Interior bien aprovechado.

Lo peor

• Algunos detalles poco prácticos.
• Que no haya más opciones mecánicas.