Probamos el Toyota Aygo 70 X-Cite

De un tiempo a esta parte, los vehículos urbanos han ganado mucho en atractivo. Las posibilidades de personalización que ofrecen, así como una imagen de lo más vanguardista han logrado que muchos los miremos con otros ojos. Y si hay alguno que ha mejorado respecto a su predecesor en este apartado, ése es el Toyota Aygo. Pero ojo, porque ésta no es la única virtud de un vehículo que viene dando mucha guerra en su segmento. Ahora sabemos las razones. Son las siguientes.

Diseño exterior

Como puedes ver después de la fotografía que preside esta prueba el Toyota Aygo ha añadido una nueva tonalidad azul para la carrocería a su oferta. Os confirmo que estamos probablemente ante la decoración más bonita de todas las existentes en la gama, y mira que las hay llamativas. Pero tengo que reconocer que esta mezcla de azul y negro resalta todos y cada uno de los rasgos del urbano japonés.

Obviamente, la aparición de este nuevo color en la oferta no impide que el Aygo pierda una de sus principales señas de identidad desde que nació esta última generación, la marcada ‘X’ de su frontal. Una solución aparentemente sencilla que no hace sino reforzar la agresividad del conjunto.

La zaga destaca también por sus formas angulosas y atrevidas, además de presentar unas ópticas verticales y de gran tamaño que debido a su elevada posición hacen que el pequeño coche nipón sea tan visible como reconocible. Por su parte, desde el lateral se aprecian unas llamativas llantas negras que ponen el colofón a una imagen que solo merece admiración. Eso sí, cuidado con los bordillos porque las llantas de este color son especialmente sensibles a cualquier roce.

Otro de los puntos que destacan son las pequeñas protuberancias que aparecen en la parte trasera del techo, las cuales permiten ganar algo de espacio en el interior, algo que agradecerán las personas de mayor talla.

Solamente cabe una pequeña crítica en lo que al aspecto exterior del coche se refiere. Toyota sigue apostando por un botón situado sobre el paragolpes para abrir el portón trasero, siendo ésta una solución que no casa con la idea futurista del resto del coche.

Interior

El interior del Toyota Aygo es muy similar al del Peugeot 108 y el Citroën C1, algo totalmente lógico teniendo en cuenta la colaboración que ha existido a la hora de desarrollar los tres modelos. En cuanto al que nos ocupa, nos encontramos con un urbano cuyo espacio interior -limitado, como es normal en este tipo de coches- ha sido perfectamente aprovechado. No encontraremos muchas pegas en este aspecto, si bien en la parte trasera es recomendable no llevar a personas excesivamente altas. Salvo por este apunte, el nivel de confort que ofrece el Aygo es más que suficiente en todas sus plazas.

Desde el asiento del conductor vemos no obstante la primera pega que podemos ponerle al Aygo. El volante es regulable en altura, pero no en profundidad, con lo que encontrar la posición ideal de conducción no será una tarea tan sencilla como debiera. También quedan algo escondidos los mandos que regulan la altura de los faros, teniéndonos que mover más de lo recomendable para manipularlos, acción que por tanto es mejor hacer cuando estamos parados.

Nos queda por comentar el maletero, que como podréis imaginar no da para irnos de vacaciones con toda la familia. Tampoco es su objetivo. Es más, hay que aplaudir que sus 168 litros de capacidad sean tan aprovechables. Un par de maletas pequeñas pueden entrar sin problema en esta zona, con lo que irnos de fin de semana con el Aygo no es una idea descabellada. Eso sí, el acceso al maletero es algo incómodo, ya que está situado a demasiada altura. Por cierto, los asientos traseros pueden abatirse, aunque sin llegar a dejar un suelo plano.

Motor y consumos

El nuevo Toyota Aygo solamente presenta una opción mecánica, con lo que no tendremos que comernos mucho la cabeza a la hora de elegir. Se trata de un tricilíndrico de 69 CV que es capaz de mover con soltura los 915 kilogramos que pesa el urbano japonés. Obviamente, su mejor rendimiento nos lo ofrecerá en territorio urbano, teniendo que jugar como es debido con el cambio para no notar la falta de fuerza cuando sale a campo abierto. No entendáis esto como una crítica. El Aygo es un coche 100% urbano, y bastante tiene con ofrecer ciertas comodidades cuando sale de su entorno.

Si bien el tacto del motor es bastante correcto y no se aprecian vibraciones típicas de los motores de tres cilindros, me pareció bastante ruidoso, especialmente cuando el cuentarrevoluciones asciende más de la cuenta.

Este motor de tres cilindros se asociaba en nuestra unidad de pruebas a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Nada que objetar a la misma, que tenía las dos primeras marchas bastante largas y el resto algo menos, buscando siempre un beneficio en lo que a consumos se refiere cuando nos enfrentamos al siempre engorroso tráfico urbano.

Si hablamos del consumo obtenido, durante la semana que compartimos con el Toyota Aygo nuestro ordenador de a bordo acabó marcando 5,9 l/100 km, una cifra que a pesar de estar alejada de los 4,1 l/100 km que se anuncian oficialmente merece un aplauso.

Comportamiento

Lo mejor que podemos decir respecto al comportamiento dinámico del Toyota Aygo que hemos probado es que mejora ampliamente lo ofrecido por la anterior generación del mismo. El salto es bastante evidente, notándose especialmente cuando salimos a carretera. No es su hábitat, pero el aplomo y la estabilidad que tiene el nuevo Aygo en estas condiciones me ha sorprendido gratamente. Evidentemente tiene sus limitaciones al contar con unos reglajes más orientados hacia el confort que hacia la deportividad, pero teniendo esto en cuenta no cabe pega alguna.

En ciudad, el Toyota Aygo cumple con lo que se espera de él. Un comportamiento confortable, con un buen ángulo de giro y una buena visibilidad en todo momento, algo vital cuando circulamos por la urbe.

Con lo que no me acabé de sentir cómodo es con la dirección, aunque es algo que me suele pasar con todos los coches de este segmento. Quizás sea manía mía. El caso es que siempre me da la sensación de que las marcas tratan de hacer del movimiento del volante lo más cómodo posible -algo que logran y que se nota especialmente a la hora de aparcar, por ejemplo-, provocando que el comienzo de los giros sea excesivamente suave, lo que deriva en una leve pérdida de precisión. Como digo, puede ser una apreciación personal mía, sobre todo teniendo en cuenta que siempre me he sentido más a gusto con una dirección de tacto más firme y deportivo.

Equipamiento

El equipamiento de serie que traía nuestra unidad de pruebas del Toyota Aygo hizo que no echásemos nada en falta. Asistente de arranque en pendiente, cámara de visión trasera, control de estabilidad y de tracción, cuentarrevoluciones, climatizador manual, cierre centralizado, dirección asistida eléctrica EPS, elevalunas eléctricos delanteros, faros antiniebla delanteros, llantas de 15 pulgadas, limitador de velocidad, luces diurnas tipo LED, sistema de manos libres Bluetooth, sistema multimedia x-touch con pantalla de 7 pulgadas, tapicería de cuero negro, spoiler trasero con luz integrada y volante de cuero con mandos de audio y teléfono son algunos de los elementos que el coche traía de serie. A todo esto hay que añadir la única opción que estaba incluida, el Navegador x-nav, cuyo precio es de 350 euros.

Ficha técnica
Motor
Situación Delantero transversal
Nº Cilindros 3
Tipo de combustible Gasolina
Compresión 11,5 a 1
Potencia (CV/rpm.) 69 a 6000
Par máximo (Nm/rpm.) 95/4300
Transmisión
Tipo Manual
Cambio 5 velocidades
Bastidor
Suspensión delantera McPherson/Resorte Helicoidal
Suspensión trasera Rueda tirada con elemento torsional/Resorte helicoidal
Frenos
Delanteros Discos ventilados 247 mm.
Traseros Tambor 200 mm.
Dirección Cremallera eléctrica
Neumáticos 165/60 R15 (serie)
Llantas 15 pulgadas
CARROCERÍA
Nº de plazas Cuatro
Peso en vacío (kilos) 915
Depósito de combustible (litros) 35
Largo (mm.) 3455
Ancho (mm.) 1615
Alto (mm.) 1460
Vía delantera (mm.) 1425
Vía trasera (mm.) 1420
Distancia entre ejes 2340
Capacidad del maletero (litros) 168
Prestaciones
Velocidad máxima (km/h.) 160
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.) 14,2
Consumos
Urbano (litros/100 km) 5,0
Extraurbano (litros/100 km) 3,6
Mixto (litros/100 km) 4,1

 

Conclusión y rivales

La unidad de pruebas del Toyota Aygo que hemos tenido cuesta exactamente 11.200 euros, promociones vigentes incluidas. Se trata de un coste bastante ajustado a todo lo que puede ofrecer el urbano japonés, que cuenta con argumentos suficientes como para enfrentarse a todos los coches de su segmento, que no son pocos. Quizás la única pega respecto a sus rivales es la ausencia de un motor algo más potente, que lo haría más competitivo si cabe. No obstante, no debe ser esto lo que te eche para atrás si te gusta el Aygo, porque la mecánica que equipa es más que suficiente para el objetivo que persigue el coche. Sin duda, una compra acertada y, probablemente, la más agraciada estéticamente de entre todos sus contrincantes.

Rivales
Lo mejor
Lo peor