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La línea roja que llega a las carreteras de España y lo cambia todo: la DGT lo hace oficial

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En los últimos años, la seguridad vial se ha convertido en una prioridad clave para las autoridades, especialmente en las carreteras secundarias, donde se concentran la mayor parte de accidentes graves. Con el objetivo de reducir la siniestralidad, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha comenzado a implementar una nueva medida de señalización: la línea continua roja. Ésta nueva marca vial, que ya se puede ver en algunos tramos, representa un paso más hacia una conducción más consciente, segura y respetuosa.

La línea roja no sustituye a la tradicional línea continua blanca, sino que la complementa con una función específica: advertir al conductor de que está circulando por un tramo especialmente peligroso donde está absolutamente prohibido adelantar. Esta iniciativa responde a estudios que señalan que muchos accidentes fatales ocurren en zonas donde los conductores subestiman el riesgo o deciden adelantar imprudentemente.

La nueva línea roja de la DGT

La línea continua roja es una franja pintada sobre la calzada que, como su nombre indica, utiliza un color llamativo y diferente al habitual blanco. El objetivo es generar un mayor impacto visual en el conductor y reforzar la idea de que se encuentra en un punto especialmente peligroso de la carretera.

La DGT ha tomado la decisión de aplicar esta medida después de analizar con detalle los tramos de carretera con mayor índice de siniestralidad. Uno de los primeros lugares en los que se ha probado esta señalización es la carretera A-355, a la altura de Coín, en la provincia de Málaga.

Esta línea no modifica las normas de tráfico vigentes, pero sí refuerza la advertencia de que no se puede adelantar cuando existe una línea continua. Lo que cambia es el modo en que se transmite ese mensaje, apelando de forma más directa al sentido común y a la percepción del peligro por parte del conductor.

El objetivo fundamental de la línea roja es salvar vidas. La DGT ha comprobado que los conductores tienden a ignorar la señalización convencional en muchos casos, bien por distracción, exceso de confianza o simple imprudencia. Además, la iniciativa está pensada como un elemento más dentro de una estrategia integral de seguridad vial. No es una medida aislada, sino que se acompaña de otras acciones como la instalación de radares de tramo.

Ubicación

Por el momento, la implementación de la línea roja se encuentra en fase de prueba. Las primeras pruebas piloto se están realizando en carreteras secundarias que han sido identificadas como puntos negros por su alta siniestralidad. La DGT ha priorizado zonas donde la tasa de accidentes relacionados con adelantamientos indebidos es superior a la media nacional.

Además de la A-355 en Málaga, se están valorando otros tramos conflictivos de la red viaria nacional donde esta señalización podría tener un gran impacto preventivo. A medida que se analicen los resultados de las primeras pruebas, la medida se extenderá a más puntos del país.

El criterio de selección no es arbitrario: se basa en estadísticas, mapas de accidentes, estudios de tráfico y análisis del comportamiento de los conductores. En definitiva, se trata de aplicar la medida donde realmente pueda marcar la diferencia.

Sanciones

Una duda frecuente entre los conductores es si la línea roja implica una nueva normativa o si conlleva sanciones específicas. La respuesta es clara: no hay un cambio en el reglamento, pero las consecuencias de infringir la línea roja son exactamente las mismas que para cualquier otra línea continua.

El Reglamento General de Circulación establece que cruzar una línea continua para adelantar está terminantemente prohibido. Hacerlo puede suponer una multa de hasta 400 euros y la pérdida de cuatro puntos del carnet de conducir. Esto incluye tanto la línea blanca tradicional como la nueva línea roja, cuya función es puramente reforzar la advertencia existente.

El Real Automóvil Club de España (RACE) ha recordado que todos los conductores están obligados a conocer y respetar estas señalizaciones, y que su incumplimiento representa un grave riesgo no solo para quien comete la infracción, sino para todos los usuarios de la vía.

Países europeos

La DGT no ha inventado esta medida de la nada. En países como Alemania, Francia o Países Bajos, el uso de colores llamativos en la señalización horizontal ya ha demostrado ser eficaz para aumentar la atención del conductor y reducir la siniestralidad en puntos conflictivos.

En estos lugares, la incorporación de franjas rojas, amarillas u otras marcas especiales ha contribuido a disminuir los accidentes de tráfico. La clave consiste en utilizar elementos visuales que rompan con la rutina del paisaje de carretera, lo que permite alertar al conductor de manera más efectiva.

España ha tomado nota de estas experiencias y ha decidido adaptar este tipo de medidas al contexto nacional, realizando un análisis previo de su viabilidad y posible impacto. Si los resultados son positivos, es muy probable que el uso de la línea roja se convierta en una práctica habitual en las carreteras españolas.