Land Rover Discovery SVX, un aventurero con mayúsculas

Todos aquellos que disfrutéis manchando vuestro todoterreno de barro estáis de enhorabuena. Y todo gracias a Land Rover, que se ha destapado presentando el Discovery SVX, que promete ser el más capaz de siempre en lo que a conducción ‘off-road’ se refiere. Y no es algo que digamos nosotros, sino que desde la propia marca presumen de ello.

El nuevo Land Rover Discovery SVX es el primer modelo que se ha desarrollado y producido de forma totalmente íntegra en el Centro Técnico SVO, que son las siglas de Special Vehicle Operations. De hecho, allí es donde se le están dando los últimos retoques antes de que sea una realidad en el mercado a principios de 2018.

Desde un primer vistazo nos damos cuenta de que el Land Rover Discovery SVX es algo especial. Su estética así lo delata. ¿Cómo? Ofreciendo detalles tan ‘off-road’ como las protecciones para los bajos, las nuevas defensas de los parachoques o unas nuevas llantas exclusivas de 20 pulgadas que alojan unos neumáticos de 815 milímetros Goodyear Wrangler. También distinguiremos a este miura por su decoración especial bitono, algo que tiene su continuación en el interior para crear una armonía cromática muy agradable para la vista.

Si especial es de cara a la galería, qué decir del motor de este nuevo Land Rover Discovery SVX. Bajo la piel de este todoterreno se esconde nada más y nada menos que un propulsor V8 de 5 litros con 525 CV de potencia y un par máximo de 625 Nm. Además, la marca británica ha trabajado ajustando los reglajes de la mecánica para ofrecer una mejor respuesta tanto a bajo como a medio régimen, justo lo que necesita un vehículo destinado a devorar barro. Para ello cuenta además con sistemas como el Terrain Response 2 y el Active Roll Control, que harán de nuestra experiencia off-road alto más intenso todavía y que tienen su complemento ideal en el control antivuelco activo H-ARC. Todo esto que te contamos tiene su guinda con una electrónica preparada por y para rendir sobre los terrenos más difíciles, algo que es posible también gracias a la presencia de una suspensión neumática a las cuatro ruedas.