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La DGT avisa: el gesto que haces al abrir el maletero que puede salirte muy caro

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Hay gestos cotidianos que hacemos sin pensarlo, por pura costumbre o comodidad, y que pueden tener consecuencias inesperadas. Uno de ellos es colocar las bolsas de la compra en el suelo junto al coche cuando abrimos el maletero. Para muchos, ésta es una forma práctica de preparar el maletero para cargarlo con comodidad. Sin embargo, lo que parece un acto inofensivo puede convertirse en una multa de hasta 80 euros. De hecho, no se trata sólo de una cuestión de orden, sino de seguridad. El Reglamento General de Circulación deja muy claro, en su artículo 12, que está prohibido «arrojar, depositar o abandonar objetos o materias que puedan entorpecer la libre circulación de vehículos o peatones».

Esto implica que cualquier objeto colocado sobre la calzada puede ser considerado una obstrucción. Y no importa si se trata de una bolsa, una caja o una mochila: el simple hecho de que esté en el espacio público, obstaculizando parcial o totalmente el paso, es motivo suficiente para una sanción. En este caso, hablamos de una infracción leve, pero que puede derivar en una sanción. La DGT ha reforzado su estrategia de vigilancia para incidir no sólo en infracciones graves, sino también en aquellas pequeñas prácticas que, aunque no lo parezcan, afectan al entorno vial y pueden generar riesgos innecesarios.

El gesto que te puede costar una multa de la DGT

El malentendido más común es pensar que, al estar cerca del coche, todo lo que rodea al vehículo forma parte de un «área personal». Pero legalmente esto no es así. Los espacios de estacionamiento, aceras y calzadas son parte de la vía pública, y cualquier elemento que se coloque ahí, aunque sea por unos segundos, puede estar comprometiendo la seguridad o dificultando el tránsito.

Por ejemplo, si otro conductor necesita maniobrar para aparcar o salir de una plaza contigua, y se encuentra con bolsas en el suelo que no estaban ahí al principio, podría tener dificultades o incluso provocar un pequeño accidente. Lo mismo ocurre con peatones que tienen que rodear los objetos para continuar su camino, o con ciclistas y motoristas que pueden no ver el obstáculo a tiempo.

Muchos piensan que si se encuentran dentro de un aparcamiento (público o privado) la norma ya no se aplica. Sin embargo, el Reglamento General de Circulación se extiende a cualquier espacio destinado al tránsito de vehículos, incluidos los parkings. Dejar bolsas en mitad del pasillo o entre dos coches puede obstaculizar la movilidad o crear situaciones de riesgo, y por tanto también puede ser sancionado.

Incluso en un supermercado o centro comercial, si hay circulación de vehículos, la DGT puede intervenir si se está produciendo una situación que comprometa la seguridad vial. Es decir, no hay un «área segura» donde puedas dejar tus objetos sin consecuencias si estos interfieren en el flujo normal de personas o automóviles.

¿Cómo colocas la carga?

La DGT también te puede multar por la forma en la que colocas las bolsas u otros elementos dentro del maletero. El artículo 14 del Reglamento General de Circulación establece que «la carga transportada debe estar dispuesta de manera que no pueda arrastrar, caer total o parcialmente, ni desplazarse de forma peligrosa». En este caso, la sanción puede ascender a 200 euros, ya que se considera que estás comprometiendo la seguridad del vehículo y, en consecuencia, la de todos los usuarios de la vía.

Uno de los mensajes más contundentes que ha difundido la DGT para concienciar sobre los peligros dentro del vehículo es el llamado «efecto elefante». Este concepto ilustra cómo un objeto aparentemente inofensivo puede transformarse en un auténtico proyectil durante una frenada brusca o accidente. Por ejemplo, un bolso de apenas cuatro kilos puede impactar con una fuerza equivalente a 500 kilos si el coche circula a 90 km/h. De ahí el nombre: el golpe puede tener una potencia similar a la embestida de un elefante joven.

Mientras, una tablet de sólo medio kilo, en caso de colisión, puede ejercer una fuerza parecida a la de un perro San Bernardo. Incluso un móvil podría impactar como si fuera un perro mediano. Este dato resulta especialmente alarmante cuando se viaja con niños o personas mayores, que son más vulnerables ante este tipo de impactos.

Además del riesgo físico, estos objetos pueden generar distracciones peligrosas. Si una bolsa se desliza o algo cae al suelo, el conductor podría desviar la vista de la carretera para intentar recogerlo, aumentando así las posibilidades de sufrir un accidente.

Por lo tanto, la seguridad en carretera no sólo depende del conductor y el estado del vehículo, sino también de cómo se organiza la carga dentro del coche. Es fundamental utilizar el maletero para transportar objetos, ya que está diseñado para evitar desplazamientos peligrosos. Si no hay espacio suficiente, se pueden usar redes, cajas o compartimentos que mantengan todo en su sitio.