BMW 435i Gran Coupé, la prueba

Hay coches por los que uno tiene debilidad, y en mi caso uno de ellos es el BMW 435i Gran Coupé. Aunque si os soy sincero del todo, me vale cualquier deportivo que lleve el anagrama de la marca alemana en el frontal. Para gustos, los colores, y los míos apuntan hacia BMW, firma que me provoca un placer a la hora de ponerme al volante de sus coches más rabiosos como pocas logran.

Todo lo que te voy a contar no sirve de mucho porque el 435i Gran Coupé ya no está a la venta -al menos como vehículo nuevo-, pero sí que te va a valer como punto de partida para el 440i, variante que sustituye a nuestro protagonista de hoy y que mejora lo presente.

Diseño

Con el BMW 435i Gran Coupé tienes dos opciones. Puedes parecer un señor, o dar una imagen más agresiva. Un ‘papá marchoso’, vamos -o mamá, no se me enfaden ellas-. En nuestro caso entraríamos dentro del segundo grupo. ¿Por qué? Porque nuestra unidad de pruebas contaba con el acabado M Sport, que le da un extra de picante al Serie 4 en todos los sentidos. No llega a las cotas de radicalidad de un BMW M4, pero cuando alguien te ve por la calle sabe que está ante un coche especial. Doy fe de que durante la semana que he compartido con este espectacular vehículo he atraído muchas más miradas que de costumbre -habitualmente cero, por cierto-.

El pack deportivo se nota desde todos los ángulos del BMW 435i Gran Coupé. Ni siquiera la presencia de las puertas traseras en esta versión le resta un ápice de deportividad al conjunto. Spoilers más agresivos, formas más angulosas, llantas de 19 pulgadas con cinco radios dobles, difusor en la zaga a través del cual asoman dos salidas de escape… los ingredientes son la mar de interesantes para todo aquel que desee tener en su poder una berlina de lo más picante. Eso sí, para ello deberás desembolsar un coste extra de poco más de 6.000 euros respecto al precio final del coche, que como podrás imaginar no es precisamente barato.

Mi gran duda con este vehículo era comprobar de primera mano uno de los detalles que he nombrado de pasada hace unas líneas. ¿Cómo habría integrado BMW las puertas traseras en un diseño que busca deportividad? Me parece algo particularmente importante si tenemos en cuenta que quien opte por el paquete M Sport lo que busca es un coche de apariencia deportiva, algo que generalmente está peleado con esta práctica solución. No es así en el 435i Gran Coupé, que logra integrar perfectamente estos cambios en la parte trasera del coche sin restar un ápice de espectacularidad al conjunto. Además, el incremento de dimensiones respecto a la versión Coupé -la línea del techo se prolonga 11,2 centímetros y la altura aumenta 1,2-, no se aprecia visualmente, aunque en el interior se agradece.

Interior

El habitáculo del BMW 435i Gran Coupé con el pack M Sport es un auténtico espectáculo. Dentro de la sobriedad que caracteriza a las marcas alemanas en sus diseños, podemos afirmar que el de este BMW es incluso atrevido. Detalles como el volante deportivo o las líneas azules a modo de contraste otorgan un extra de picante que sin embargo no resta un ápice de elegancia y confort. Un gran compromiso el que ha logrado la marca alemana.

Sentarte delante del volante de este vehículo es una experiencia que todo aficionado al mundo de los coches debería tener alguna vez en la vida. Solo tocar ‘la rosca’ da una idea del nivel de calidad que nos espera. El tacto del mismo es muy agradable, mientras que su grosor es simplemente perfecto, tanto como para realizar una conducción agradable en ciudad como para enfrentarnos de la manera más dinámica a una carretera de montaña. Todos los mandos importantes están situados de una forma que no será para nada complicado acceder a ellos, mientras que las levas del cambio -nuestra unidad era automática- están perfectamente integradas. Tanto su tamaño como su disposición invitan a un uso constante.

Otro de los puntos a destacar es el nivel de confort que aseguran los asientos. Sin ser los más deportivos que puedas imaginar, también ofrecen un agarre a prueba de bombas aunque las inercias empiecen a hacer mella en nosotros. Sin duda, un gran trabajo el que ha realizado BMW en este campo. También lo ha hecho en la parte trasera, donde como decíamos en el apartado anterior, el extra de espacio disponible respecto a la variante coupé del modelo se nota para bien.

Otro de los puntos a destacar en el interior del BMW 435i Gran Coupé es su consola central, de diseño típico de BMW y presidida por una gran pantalla fija de 8,8 pulgadas. Será desde aquí donde podamos consultar y manejar todos los parámetros de interés del coche, aunque tengamos que hacerlo desde unos mandos situados justo al lado de la palanca de cambios. A pesar de no contar con tecnología táctil, la solución de de la marca alemana es bastante intuitiva.

A la izquierda de la palanca de cambios contaremos con otra serie de mandos útiles, como el selector de modos de conducción -los comentaremos en el apartado correspondiente-, el conector del ESP, o el activador de la ayuda sonora para el aparcamiento. El botón para activar o desactivar el Stop/Start se encuentra junto al botón de arranque.

Conviene destacar también la capacidad del maletero, que puede variar entre los 480 y los 1.300 litros, según si tenemos los asientos traseros del coche abatidos o no. Eso sí, estamos ante una zona de carga más profunda que alta, algo imaginable al tratarse de una berlina de diseño deportivo y, por tanto, afilado.

Motor y consumos

El BMW 435i Gran Coupé incorpora un motor de 3 litros TwinPower Turbo de 6 cilindros y 306 CV -el nuevo 440i gana 20 CV respecto a éste-. No podemos hacer una sola crítica negativa. Se trata de un motor tremendamente versátil que gracias a los diferentes modos de conducción que ofrece este Serie 4 podremos utilizar de una manera ahorradora o dando rienda suelta a nuestra adrenalina.

Los modos de conducción de los que te hablamos son el Eco Pro, el Confort, el Sport y el Sport Plus. Para viajes largos en carretera y el uso normal en ciudad recomiendo usar el primero de ellos. El coche adquiere los reglajes -el cambio de modos de conducción afecta a la respuesta del motor, la suspensión y el tacto de la dirección- orientados al confort, aportándonos datos en tiempo real sobre la eficiencia de nuestra técnica al volante. Puede que no saques todo lo que lleva dentro el propulsor conduciendo así, pero también resulta un divertido reto comprobar en el ordenador de a bordo cuántos kilómetros estamos alargando la autonomía del coche durante nuestro trayecto.

Los dos modos de conducción centrales podemos decir que son los estándar, con una respuesta más dinámica el Sport, obviamente. Pero, sin duda, la estrella es el Sport Plus. Solamente tendremos que activarlo para ver como el color rojo toma protagonismo en nuestro cuadro de mandos, además de liberarnos electrónicamente para que demos rienda suelta a nuestros sueños. Es ahora cuando podremos comprobar de primera mano el poderío de un motor que, sin llegar a asustar, corre muchísimo. Aceleración, recuperación, velocidad punta… ¡lo tiene todo! Incluso un sonido que nos hará sonreír cada vez que suba de vueltas, petardeos por el tubo de escape incluidos al levantar el pie del acelerador.

Elogios merece también la caja de cambios automática de 8 velocidades del BMW 435i Gran Coupé. No conozco una transmisión que no sea de doble embrague y que funcione mejor que ésta -hablo a nivel deportivo-. Veloz, eficaz y agradable de manejar a través de las levas o de la palanca de cambios, donde BMW merece otro aplauso al volver a apostar por una disposición de lo más ‘racing’ -y lógica, por cierto-: aumentarás marchas tirando hacia atrás y reducirás empujando.

¿Y los consumos? Este BMW 435i Gran Coupé gastará lo que tú quieras que gaste. Obviamente nunca llegarás a los consumos de un diesel, pero haciendo una conducción dentro de los límites legales y con el modo Eco Pro activado se pueden llegar a conseguir cifras menores a 9 l/100 km, algo que no está nada mal para un gasolina de más de 300 CV. Eso sí, si activamos el modo Sport Plus y lo aprovechamos al máximo, pronto estaremos buscando una estación de servicio.

Comportamiento

Otro de los puntos a destacar del BMW 435i Gran Coupé es su comportamiento dinámico. Todos los modelos de la marca alemana se caracterizan por ofrecer un tacto de la dirección de lo más directo, gracias a la presencia de un tren delantero muy adelantado que lo favorece. Esto me parece especialmente interesante de cara a las variantes más deportivas, como la que nos ocupa. Si a esto le sumamos una capacidad de afrontar virajes sin inmutarse que incluso sorprende a pesar de esperarla, tenemos una de las mejores berlinas deportivas del mercado.

Resulta especialmente interesante el comportamiento del coche con el modo Sport Plus activado. Notaremos enseguida como el volante se endurece, ganando mucho en precisión a la hora de afrontar curvas. Será en ellas cuando realmente disfrutemos de este vehículo, cuyo ‘grip’ hace que disfrutemos realmente de la conducción. Cuando un coche entra tan bien en una curva puedes esperar que su zaga sea puro nervio, pero no es así. Incluso al acelerar es complicado -que no imposible- que se produzca sobreviraje, ¡y eso que es un tracción trasera! El equilibrio del 435i Gran Coupé, en términos deportivos, es sencillamente perfecto.

El resto de los modos de conducción hacen que el coche pierda eficacia en lo que a deportividad se refiere, pero ganaremos mucho en confort. Eso sí, ya quisieran muchos tener el nivel de estabilidad del que puede presumir este BMW incluso cuando no enseña las garras. El compromiso al que llega entre ésta y la comodidad en los modos Eco Pro y Confort hace que el paso de los kilómetros ni nos inmute.

Equipamiento

El equipamiento de serie que trae el BMW 435i Gran Coupé no es especialmente boyante, un mal endémico que tienen casi todos los vehículos de las marcas consideradas ‘premium’. Eso hará que al precio final del coche haya que añadirle bastantes euros más para poder disfrutar de una unidad como la que hemos probado. En nuestro caso, para que te hagas una idea, solamente el pack deportivo M Sport hace que los 56.650 euros del precio final del coche -algo más en el caso del actual 440i- asciendan a casi 63.000. Y todo ello sin meter en la ecuación otros elementos que merecen la pena y mucho como por ejemplo el equipo de sonido Harman Kardon que hemos disfrutado. Eso sí, si estamos planteándonos la compra de un coche de estas características, no estaremos contando cada euro que nos vayamos a gastar en él, ¿verdad?

Conclusión y rivales

Si quieres apostar por una berlina de carácter deportivo pero no llegar a la radicalidad de un BMW M4, el BMW 435i Gran Coupé -lo mismo vale para el 440i actual – es una opción perfecta. Eso sí, si vamos a completar una importante cantidad de kilómetros a lo largo del año me plantearía adquirir un motor diesel en lugar de éste -los hay también muy potentes-. La diferencia de gasto de combustible puede llegar a ser importante en este caso. Si no es así, decantarte por la variante de gasolina será todo un acierto, ya que tendremos un coche que nos podrá ofrecer todo lo que demandemos en cualquier situación, emociones fuertes incluidas. ¿Mejor ésta o la versión Coupé? Depende de tus necesidades. La variante de tres puertas es algo más atractiva estéticamente, pero el Gran Coupé es mucho más versátil si tienes una familia a la que transportar. ¡Tú eliges!

Rivales

• Mercedes CLS
• Audi A5 Coupé

Lo mejor

• Versatilidad
• Motor
• Comportamiento dinámico

Lo peor

• Poco equipamiento de serie
• Precio de las opciones