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¿Qué es la oruga procesionaria y cómo afecta a los perros?

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La oruga procesionaria del pino es una plaga que aparece en bosques de pino, de ahí su nombre, y que supone un verdadero peligro para los perros. El simple contacto de los canes con una oruga puede causarles graves problemas de salud, y si la ingieren las consecuencias pueden ser fatales.

Cuando las larvas bajan de las bolsas que se encuentran en las ramas de los puntos, se mueven una detrás de la otra, totalmente pegadas a modo de procesión. Durante los meses de primavera es fundamental extremar las precauciones a la hora de salir a pasear con el perro.

Oruga procesionaria del pino

La oruga está recubierta de nada más y nada menos que 600.000 pelos urticantes de color blanquecinos, que son los que causan las reacciones alérgicas en personas y animales. Las púas de los pelos contienen una toxina conocida como Thaumatopina. Si se siente amenazada o atacada, la oruga puede lanzar estos pelos urticantes, y el viento los puede arrastrar a una distancia de hasta 200 metros.

Consecuencias

La oruga procesionaria del pino está recubierta por pelillos que, si entran en contacto con el perro, el animal sufrirá sensación de quemazón, picor y urticaria en la zona. Si por alguna razón el perro la chupa, el riesgo de que se necrose la lengua es muy alto. El peor de los casos se da si el can se come o se traga la oruga ya que se puede producir necrosis en la lengua y en la garganta, y el perro puede llegar a morir.

Síntomas

Por lo general, las reacciones del contacto con la oruga procesionaria del pino aparecen en zonas que no están cubiertas por el pelaje, como la cabeza. Si el perro ha estado en contacto con ella, puede tener el hocico inflamado.

Si el animal se ha tragado algún pelo urticante, los problemas digestivos son el síntoma más notorio, como dolor abdominal y vómitos. La inhalación puede dar lugar a reacciones alérgicas en las vías respiratorias.

Cuando el contacto se produce en los ojos, el perro puede desarrollar conjuntivitis. Otros síntomas comunes son los daños de la mucosa, fiebre y fatiga.

Ante la más mínima sospecha de que al can le ha picado una oruga procesionaria, hay que llevarlo al veterinario de inmediato, aunque parezca que se encuentra bien. Lo primero es eliminar los pelos urticantes con guantes y mascarilla. Luego, se lavan las zonas afectadas con agua caliente. Hay que evitar que el animal se lama ya que puede ingerir algún pelo urticante que haya quedado.