¿Puede mi gato tener vértigo?

No solo es posible un gato tener vértigo, sino que también debemos estar muy atento a estos episodios. Algunos mininos pueden sentirse mareados o asustados en algunos contextos puntuales, como durante un viaje en coche, o al tener nauseas derivada de algún trastorno digestivo. No obstante, cuando el vértigo es permanente o muy frecuente, podemos estar frente a una condición más compleja, conocida como síndrome vestibular en gatos. A continuación, hablaremos un poco más de esta situación y algunos factores que pueden hacer tu gato tener vértigo. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es el sistema vestibular y cómo se relaciona con el vértigo en los gatos?

El sistema vestibular es el responsable por dar equilibrio y orientación espacial a los gatos, permitiendo que realicen movimientos estables y coordinados al moverse. Su óptimo funcionamiento evita que los mininos sufran pérdidas de equilibrio, caídas, mareos, etc.

Pero para que este funcionamiento sea óptimo, deben trabajar juntas cinco estructuras diferentes: el oído interno, el núcleo vestibular, el nervio vestíbulo coclear (que conecta el oído interno al sistema nervioso central), los músculos del globo ocular y el tracto medio anterior y posterior del sistema nervioso central.

Cuando ocurre cualquier alteración en estas estructuras o anomalías entre sus conexiones, puede producirse el llamado síndrome vestibular. Al verse afectado por esta condición, es común el gato tener vértigo, tambalearse al caminar, permanecer con la cabeza inclinada y mostrar falta de coordinación en sus movimientos.

Tipos de Síndrome vestibular en gatos y sus causas

La forma más común de este síndrome es la periférica, que afecta al sistema nervioso periférico (o central externo). Generalmente, es ocasionada por enfermedades infecciosas o inflamatorias en el oído interno. Otra forma más grave, pero menos común, es la central, que surge en el sistema nervioso central y suele resultar más difícil de tratar. Hay muchas posibles causas, desde traumatismos en la cabeza, hasta trastornos metabólicos y neoplasias.

Por último, tenemos también el síndrome vestibular idiopático, en el cual no es posible identificar una causa específica. En estos casos, los síntomas suelen aparecer repentinamente y pueden durar desde unos días o semanas, hasta el resto de la vida del animal.

Factores que aumentan el riesgo de tu gato tener vértigo

Más allá de las causas asociadas directamente al síndrome vestibular, hay una serie de factores de riesgo que pueden favorecer el vértigo en los gatos. Los principales son:

• Enfermedades del oído recurrentes
• Problemas hepáticos
• Trastornos digestivos
• Alteraciones congénitas
• Pólipos nasofaríngeos
• Desnutrición y deficiencias nutricionales (en especial, de taurina)
• Problemas respiratoriosseveros
• Exposición a sustancias químicas peligrosas.
• Exposición a fármacos a los que el gato es alérgico

Además, algunas razas felinas son más propensas a desarrollar el síndrome vestibular, como los gatos birmanos, los siameses y los persas. En estos casos, es posible el gato tener vértigo desde sus primeras semanas de vida. Pero algunos individuos jamás desarrollarán síntomas.