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Pautas para ir con tu gato al veterinario

Si tu mascota es inquieta y tienes que visitar la clínica veterinaria, hay algunos consejos eficaces. ¿Qué puedes hacer para llevar el gato al veterinario?

El gato es un animal rutinario y cualquier cambio en su entorno puede generarle altos niveles de estrés, como mudarse, salir de vacaciones o hacer una reforma en la casa y que sus lugares conocidos ya no estén disponibles. Pero una de las cosas que no le agradan mucho al gato es la visita al veterinario, aunque es posible tomar algunas precauciones que aliviarán su ansiedad y harán que su experiencia sea menos traumática… y más sencilla para sus dueños.

Cómo preparar al gato para la visita al veterinario

Cuando el gato se ve obligado a abandonar su confort y es llevado en un transportín, al que no está acostumbrado, y cuando además tiene que moverse y escuchar ruidos extraños, es normal que se ponga nervioso.

Si además de todo lo anterior, tiene que enfrentarse a una sala de espera en donde también están presentes otros animales que no conoce, es conveniente que el gato esté de alguna manera, preparado, y que tú también lo estés. Por eso: 

Mantén la calma

En primer lugar, debes mantener la calma, porque los gatos perciben con mucha facilidad el miedo y el nerviosismo de sus cuidadores y actúan de la misma manera.

Nunca obligues a tu gato a entrar al transportín. Es recomendable que unas semanas antes de asistir a la consulta con el veterinario, el gato tenga libre acceso a él y pueda entrar y salir sin limitaciones. Para tentarlo a que lo use, puedes dejarle dentro alguno de sus juguetes preferidos.

Planifica con tiempo la consulta al veterinario

Cuando solicites la cita con el veterinario, no te limites a anotar el día y la hora de la consulta. Aprovecha la oportunidad para anticipar las características que tiene tu mascota y si tienes un motivo concreto para la consulta.

Intenta conseguir una hora en la que haya poca concurrencia animal y si tienes que visitarlo de urgencia, primero llama a la clínica para evitar situaciones estresantes.

Evita las distracciones durante el traslado

Una vez dentro del transportín y ya arriba del coche, es conveniente cubrir a tu mascota con un paño no transparente. Al limitar su visión, le darás una sensación de seguridad.

No saques a tu gato del transportín

Hasta que no esté presente el veterinario, no es conveniente que saques al gato del transportín, ni lo acerques a otros animales.

Para una consulta poco estresante, existen unos transportines de plástico desmontables. Estos permiten el acceso por la puerta y por la parte superior y el diagnóstico primario del profesional sin necesidad de que el gato salga de allí.

Haz que se sienta cómodo al llegar

Evita que su estrés se mantenga al llegar a casa. Mantenlo en un sitio tranquilo y, si tienes que darle medicinas, espera a que se tranquilice. Lo mejor que puedes hacer es jugar con él un rato o darle una golosina, para que olvide el mal momento.

¿Te cuesta llevar a tu gato al veterinario? Déjanos tus consultas o tus consejos. Comparte estos tips, pues serán muy útiles a los dueños de gatos.