Mascotas
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El mayor peligro al que se enfrenta tu mascota en verano: debes evitarlo

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Durante el verano, las altas temperaturas pueden representar un grave peligro para los animales domésticos. Perros y gatos, las mascotas más comunes, son especialmente sensibles al calor y pueden enfrentar una serie de problemas de salud relacionados con el aumento de las temperaturas. Uno de los principales riesgos es la deshidratación, que ocurre cuando los animales no tienen acceso suficiente a agua fresca. Los signos de deshidratación en mascotas incluyen boca seca, encías pálidas, letargo, pérdida de elasticidad en la piel, y jadeo excesivo. Si no se trata adecuadamente, la deshidratación puede llevar a problemas graves como daño orgánico, problemas cardiovasculares y alteraciones en los niveles de electrolitos en la sangre.

El golpe de calor es otra preocupación importante en esta época del año, y se manifiesta por jadeo excesivo, dificultad para respirar, salivación profusa, desorientación, y debilidad. En casos severos, los síntomas pueden incluir vómitos, diarrea, convulsiones y desmayos. Los golpes de calor pueden causar daños a los órganos internos y a menudo se presentan junto con deshidratación. Para prevenir estos problemas, es esencial que las mascotas tengan acceso constante a agua fresca y un refugio a la sombra, además de evitar dejarlas en espacios confinados como coches, donde la temperatura puede aumentar peligrosamente rápido. En lo que respecta a los paseos, es crucial evitar las horas más calurosas del día. Siempre es recomendable llevar agua y un recipiente para beber, y, si es posible, caminar por zonas sombreadas.

Cómo proteger al perro del calor en verano

Para proteger a las mascotas de los golpes de calor, es fundamental tomar ciertas precauciones. Mantén siempre agua fresca a su disposición, ya que la deshidratación es común y puede llevar a problemas graves si no se trata a tiempo. Los signos de deshidratación incluyen jadeo excesivo, encías secas y pérdida de elasticidad en la piel, por lo que es importante actuar rápidamente.

Evita pasear a tu mascota durante las horas más calurosas del día; es mejor hacerlo temprano por la mañana o al atardecer. Durante el verano, especialmente en zonas con temperaturas extremas, opta por zonas sombreadas y evita paseos en pleno sol. Además, asegúrate de que tu mascota tenga acceso a una habitación fresca en casa, con ventilación adecuada o aire acondicionado si es posible. Si no tienes aire acondicionado, utiliza ventiladores o crea corrientes de aire abriendo ventanas en lados opuestos de la casa.

Llevar agua contigo en paseos largos es esencial; las botellas de agua diseñadas para mascotas son prácticas para ofrecer hidratación durante las caminatas. Un corte de pelo apropiado puede ayudar a mantener a tu mascota fresca, pero evita cortar el pelaje demasiado corto, ya que este actúa como una protección contra el sol y los insectos.

Nunca dejes a tu mascota dentro del coche, ya que el efecto invernadero puede elevar la temperatura a niveles peligrosos en poco tiempo. Respeta los límites de resistencia de tu mascota; algunos perros pueden agotarse más rápido en condiciones de calor extremo. Proporciona periodos de descanso durante los paseos y lleva siempre agua fresca para mantener a tu mascota hidratada.

Golpe de calor en mascotas

Un golpe de calor en perros, conocido en el ámbito veterinario como hipertermia, ocurre cuando la temperatura corporal del animal se eleva de manera excesiva. Este problema suele presentarse durante los días calurosos de verano, cuando el calor es extremo. A diferencia de los humanos, los perros carecen de glándulas sudoríparas, por lo que su única forma de regular su temperatura es mediante el jadeo y a través de las almohadillas de sus patas.

Cuando la temperatura corporal del perro alcanza niveles peligrosos, superiores a los 42°C, se produce un fallo en el mecanismo cerebral encargado de controlar la temperatura, lo que constituye una emergencia veterinaria. La hipertermia severa puede causar daños permanentes o incluso la muerte, por lo que es crucial actuar con rapidez y buscar atención veterinaria ante cualquier signo de golpe de calor.

Son varios los factores pueden aumentar el riesgo de golpe de calor en perros, incluyendo altas temperaturas, humedad elevada, espacios reducidos sin ventilación adecuada, y la falta de agua y sombra. Asimismo, superficies que conservan calor, como el cemento, pueden aumentar el riesgo de golpes de calor en los animales.

Reconocer los síntomas es fundamental. Entre los primeros signos se encuentran el jadeo excesivo, sed intensa, vómitos, lengua roja brillante, encías pálidas, salivación abundante, y un ritmo cardíaco acelerado.

Si sospechas que tu perro está sufriendo un golpe de calor, actúa con rapidez. Primero, retíralo del calor y colócalo en un área sombreada o con aire acondicionado. Moja su cuerpo con agua tibia, evitando el uso de agua fría o el uso de toallas, que pueden atrapar el calor. Un ventilador puede acelerar el proceso de enfriamiento. Ofrece agua fresca poco a poco para rehidratarlo; si no quiere beber, intenta darle caldo de carne o pollo, sin forzarlo.