Intoxicación alimentaria en tu gato
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Es importante evaluar los síntomas y actuar rápidamente si sospechas de una intoxicación alimentaria en tu gato. Los primeros signos que presentará seguramente serán vómitos y diarrea. Si tu gato presenta repentinamente estos signos después de comer su comida habitual, puede tener algún problema. Será necesario que lo revise un especialista lo antes posible, ya que su vida puede correr peligro. No olvides que, en este tipo de emergencias, una rápida actuación puede ser decisiva a la hora de salvar la vida de tu mascota. A continuación, te contamos algunas pautas a seguir.
Signos de intoxicación alimentaria en tu gato
Si estás frente a una intoxicación alimentaria en tu gato, lo más importante es la atención veterinaria inmediata para que el animal pueda sobrevivir.
- Los primeros síntomas de intoxicación alimentaria en felinos son los que nombramos anteriormente: vómitos y diarrea. Pero a estos se le pueden ir sumando otros como agitación o letargo. Si notas cambios en la conducta de tu gato, como, por ejemplo, que ya no juega como de costumbre y de repente comienza a dormir muchas horas, estos sin duda podrían ser signos de intoxicación.
- El letargo es un signo de insuficiencia renal. Si el animal se agita, cuando está tranquilo, está demostrando que algo no anda bien con su salud.
- Otros de los signos pueden ser debilidad y temblequeo. Estos síntomas nos indican que algo grave le está sucediendo a tu mascota. A raíz de la intoxicación estos animales pueden sufrir graves daños en sus riñones, que pueden ser irreversibles si no lo se los trata rápidamente.
- Si observas salivación intensa, no es una situación que sea normal en los gatos. Esto puede significar daño hepático, que no es muy común en las intoxicaciones alimentarias, pero puede ocurrir. El mayor daño casi siempre se produce en los riñones.
Alimentos que debes evitar en tu gato
Aunque hay muchos alimentos para humanos que pueden resultar también atractivos para nuestros pequeños felinos, no deben consumirlos ya que la mayoría pueden dañarle su salud. Cualquier alimento no diseñado específicamente para gatos puede afectar el sistema digestivo, provocando vómitos, diarrea o pérdida del apetito.
Los alimentos que los gatos no pueden comer son: alcohol, chocolate, té, café, bebidas energéticas, queso, leche y recortes de grasa. También se recomienda evitar los huevos duros, carne cruda, pescado crudo, uvas, pasas de uva, cebollas, ajo y xilitol.
Si sospechas que tu gato ha ingerido alguno de estos alimentos para humanos, intenta averiguar qué cantidad comió y comunícate con el veterinario. Si la cantidad ingerida no es muy importante puede ser que no tenga grandes complicaciones, pero en cantidades mayores puede requerir tratamiento urgente.
Después de una revisión veterinaria y de acuerdo como vaya avanzando el animal, puede requerir hospitalización, hidratación intravenosa o análisis de sangre para controlar la función de los distintos órganos.
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