Ni La Ardosa ni Casa Macareno: el bar mítico de Malasaña que vuelve para convertirse en el nuevo sitio de moda
Casa Clavel reabre sus puertas como un espacio gastronómico en el que disfrutar sin prisas
La costumbre de los bares de Madrid que no entienden en el sur de España: siempre hay que explicarlo
Toma nota: El bar que está en la zona pija de Madrid en el que puedes cenar y tomar uno de los mejores cócteles del mundo
El barrio de Malasaña es uno de los que tienen más vida y ambiente en Madrid. Un lugar en el que se respira vida a cualquier hora del día, y en el que los cafés de autor conviven junto a los locales con propuestas rompedoras. Pero entre todos ellos, hay un nombre que vuelve a sonar con fuerza: Casa Clavel, un bar que tal vez le suene a muchos y que reabre en Madrid.
Durante años fue uno de los bares más emblemáticos de la zona, punto de encuentro de noches infinitas y brindis improvisados. Pero ahora, su regreso no tiene que ver con la nostalgia, sino con una nueva etapa que mira al futuro sin perder el alma. Casa Clavel reabre en la Corredera Baja de San Pablo, 18, con una propuesta que combina lo mejor de una taberna de toda la vida con el estilo de los nuevos bares de moda que están marcando tendencia en Madrid. Malasaña, con su carácter inquieto y su espíritu de barrio, necesitaba un regreso así. Y es que más allá de propuestas como La Ardosa, Casa Julio o el mítico Macareno, hay espacio para que otras lleguen y recuperen el pulso original de la zona: ese lugar donde la comida sencilla, los vinos cuidados y la conversación son los verdaderos protagonistas.
El bar que reabre en el barrio de Malasaña en Madrid
La reapertura de este bar en Malasaña no ha pasado desapercibida. Pero lo que antes fue un bar de copas de referencia se ha transformado ahora en un espacio gastronómico donde lo importante es disfrutar sin prisa. De este modo, el nuevo equipo ha apostado por una carta sencilla, de esas que invitan a compartir. Desde las gildas de anchoa o boquerón hasta la ensaladilla rusa con gambas y mejillón, cada plato tiene un punto de tradición y otro de frescura. La idea es mantener ese espíritu castizo que define al barrio, pero con un toque actual que conecta con quienes buscan algo más que una tapa rápida.
El horario acompaña a ese espíritu versátil: de lunes a jueves, de 18:00 a 02:00 horas; viernes y sábados, desde las 12:30 hasta las 03:00 horas; y domingos hasta las 02:00 horas. Perfecto para quienes quieren empezar el día con un vermut o alargar la noche con un cóctel bien hecho.
La Charcutería: el corazón del nuevo Clavel
Si algo define la propuesta de Casa Clavel es su Charcutería, un rincón dedicado a los buenos embutidos y quesos. La selección viene de La Charcutería de Octavio, una tienda familiar que trabaja con ganaderos y pequeños productores, y eso se nota en el sabor. En este espacio no vas a encontrar nada que no te suene o que no te apetezca probar: paleta ibérica, cecina de vaca, butifarra blanca con setas o chicharrón de Cádiz, entre otras delicias.
Las tablas pueden pedirse ya preparadas o montarse al gusto del comensal, y se acompañan de buen pan del obrador Viena Labaguette, otro detalle que habla de su cuidado por el producto.
Sándwiches que sorprenden y una carta que invita a volver
Aunque el picoteo es protagonista, los sándwiches merecen mención aparte. El Mixto Trufado se ha convertido ya en una de las estrellas de la casa: pan brioche, lacón ahumado, tartufata, havarti y queso Raclette en un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo sofisticado. También destaca el de Carrillera Ibérica, con encurtidos caseros y mayonesa de kimchi, o su opción vegetal con escalivada, apenade de tomate seco, espinacas y havarti, pensada para quienes buscan algo ligero pero con sabor.
Vinos naturales y cócteles
La barra sigue siendo el alma del local, como lo fue en su etapa anterior. Pero esta vez el protagonismo se lo llevan los vinos. La carta se inclina hacia las referencias naturales y sostenibles, con bodegas que están marcando tendencia como Mas Candí, La Nave de los Locos o La Natural, sin olvidar otras más clásicas como Luberri o Torremilanos.
Quienes prefieren algo más fresco pueden optar por sus cócteles, que van desde el vermut con gin y pomelo hasta combinados como el spritz, la mezcalita, el pisco sour o la paloma. Son opciones pensadas para cualquier momento del día: el aperitivo, la tarde con amigos o la noche.