Madrid
Nuevo libro de la ex alcaldesa

Carmena culpa a Podemos de la pérdida de la Alcaldía: «Si no la controlaban, preferían perderla»

La ex alcaldesa de Madrid Manuela Carmena ajusta cuentas con Podemos. Critica a los concejales más activistas que le acompañaron en su Gobierno municipal en 2015 por montar en 2019 una candidatura alternativa a Más Madrid. «Los perdedores en la batalla por la forma de constituir la candidatura contribuyeron, de forma explícita, a la pérdida de la Alcaldía. Si el Gobierno municipal no era de ellos, más valía perderlo», escribe en su nuevo libro, La joven política (Editorial Península), que sale a la venta el 24 de noviembre. Frente a las anteriores publicaciones destinadas a un público adolescente e infantil, en esta la ex jueza muestra su lado más duro. Analiza con frialdad toda su Alcaldía.

Los peor parados, más allá de las críticas a la oposición, son sus propios compañeros. Manuela Carmena explica que se hicieron primarias para conformar su lista electoral en 2015. Critica ese método. «Está por ver que logren la selección de los mejores para el liderazgo del partido y, después, para las responsabilidades en las instituciones», recela Carmena. Considera que «si este proceso de elección no ha conseguido confirmar su supuesta función de escoger a los mejores, puede ser porque no tenemos claro cuál es el perfil óptimo para un líder político».

«La de 2015 era una candidatura de acumulación de varios grupúsculos políticos que habían aportado sus activistas más destacados. Se constató que el activismo no es la mejor garantía de capacidad de gestión. No se podía caer en el mismo error en 2019. Es sabido, gané en mi planteamiento dirigido a la mejor gestión, pero, contra todo pronóstico y aun ganando las elecciones, perdimos el Gobierno», argumenta.

Carmena señala así al culpable de no repetir en la Palacio de Cibeles: Podemos y los partidos que apoyaron la lista alternativa Madrid en Pie. Una candidatura impulsada por IU con el edil Carlos Sánchez Mato a la cabeza, que sumó en los últimos días de campaña el aval del propio Pablo Iglesias.

La alcaldesa reconoce que detectó que en un hipotético segundo mandato no podía rodearse de concejales antisistema como Rommy Arce, Celia Mayer o Pablo Carmona. No contó con ellos durante su legislatura y no les incluyó en la lista de 2019. Pero no se resignaron a perder su cargo y montaron Madrid en Pie que, como denuncia Carmena, captó un pico de votos que hubiera sido clave para revalidar la Alcaldía. A eso se suma que Pepu Hernández pinchó como candidato del PSOE tras desvelar OKDIARIO que había realizado obras sin licencia en su chalet.

Nuevo libro de Manuela Carmena.

«La ausencia de profesión previa diferente al activismo quizás impide el cambio de actitud al llegar a las instituciones: pasar de la defensa reivindicativa de grupo a representar al conjunto de la población y por el interés general. Este interés común no siempre responde al del grupo, por más vulnerable que este sea», relata Carmena.

Pullas a Monedero

En otro de los fragmentos del libro, Carmena lanza sus dardos a Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos y durante varios días en 2015 la apuesta de Podemos para ser cabeza de cartel en los comicios madrileños.

La hoy ex alcaldesa lamenta que Monedero atacó su forma de gobernar. «En 2021, desde su atalaya de analista político pontificó algo parecido a que no se podía gobernar con magdalenas. Eso responde a una concepción de lo que es el Gobierno y para quién se gobierna, si para los propios o para todos. La magdalenización fue un éxito porque contribuyó a ganar unas elecciones, las de 2019, que otros consideraron que no merecía la pena apoyar», reprocha Manuela Carmena.

Otras críticas

En otros pasajes afirma que no tuvo «una visión positiva de la política». «Es una guerra absurda, con todos los atributos de la extrema confrontación militar, sin más objetivo que alcanzar el poder», comenta. Critica que la oposición apuesta por el «cuanto peor, mejor». Asegura que el PP mantuvo «un discurso descalificador, grosero y pueril contra mí misma y contra todo el Gobierno».

Sobre las redes sociales, lamenta que «magnifican a la vez que simplifican los mensajes, convierten la pelea entre enemigos políticos en una auténtica bronca, como si fueran reyertas futboleras». Igualmente, reprende a los periodistas: «Resulta difícil distinguir la proporción de la confrontación que proviene de los políticos o de los medios, con su socorrida y exculpatoria misión de mensajeros. Apenas se contrasta la verdad».

Por último, recuerda episodios como el criticado paseo del brazo con Cristina Cifuentes, las trabas de los funcionarios, sus años en el PCE, el feminismo y el ecologismo, Madrid Central, el papel de los jueces en disputas políticas o una propuesta personal para que los ciudadanos voten, además de nombres, los programas políticos a desarrollar. Una apuesta que llama la atención porque ella misma afirmó varias veces que su programa era «un conjunto de sugerencias».