Miquel Travé se queda al borde de la medalla en piragüismo

No pudo ser. El piragüista español de aguas bravas Miquel Travé se quedó sin medalla en la competición de C-1 después de finalizar quinto en su final. En su cuarta y última bajada por el recorrido del espectacular Estadio Náutico Vaires-Sur-Marne, situado a las afueras de París, Travé sumó una fatídica penalización de dos segundos. Sin ese castigo, se habría colgado la plata. Así de duro es el deporte olímpico.

Gracias a su gran actuación en la ronda clasificatoria, donde finalizó segundo, Travé partía penúltimo en la final y conociendo el tiempo a batir de 10 de sus 12 rivales, todos menos el ídolo local Nicolas Gestin, que se proclamó nuevo campeón olímpico con una espectacular exhibición ante una afición entregada. Sin embargo, se cruzó en su camino una cifra que nunca olvidará: el 14.

Ese es el número de la puerta que tocó levemente y que provocó que los jueces le castigaran con dos segundos de penalización, lo habitual en estos casos. Su tiempo final fue de 97.92. Sin el castigo, el cronómetro marcado le habría bastado para superar holgadamente al británico Adam Burgess (plata), al esloveno Matej Benus (bronce) y al alemán Sideris Tasiadis, cuarto.