Fracaso de la primera transexual de la historia de los Juegos Olímpicos: acaba sin medalla y descalificada

La participación de la primera transexual en la historia de los Juegos Olímpicos no ha sido muy exitosa. Laurel Hubbard, que en 2012 empezó su terapia hormonal, fue descalificada a las primeras de cambio en la categoría femenina de halterofilia +87 kg. Después de todo el revuelo que levantó su participación en la cita olímpica, la neozelandesa no consiguió colgarse medalla en sus primeros Juegos Olímpicos.

La neozelandesa Laurel Hubbard se plantaba en la final en la categoría de más de 87 kilos con la ilusión de hacer historia por partida doble: conseguir una medalla en halterofilia para Nueva Zelanda siendo la primer transgénero en competir en unos Juegos. Sin embargo, se despidió muy pronto tras fallar en sus tres primeros intentos de levantar 120 y 125 kilos en los Juegos Olímpicos de Tokio. No fue el día de Hubbard, que hace trece años competía contra hombres.

«No estoy aquí para cambiar el mundo, tan solo quiero ser yo misma y hacer lo que hago», aseguró a su llegada a los Juegos Olímpicos de Tokio. Hasta los 30 años, Laurel Hubbard se llamaba Gavin y participaba en competiciones masculinas de halterofilia. Sin embargo, la neozelandesa decidió dar un giro radical a su vida iniciando en 2012 la terapia hormonal para transitar de género.

A pesar de que finalmente le dejaron competir en los Juegos Olímpicos de Tokio, las pautas actuales para los atletas transexuales cambiarán. «En ese momento, se establecieron los diez nanomoles por litro ya que pensábamos que era el nivel más bajo para los hombres. Ahora sabemos que bajan a siete», admitió Richard Budgett, director médico del Comité Olímpico Internacional.