El narco amigo de Trapero sobornó a un funcionario de prisiones para sacar a un miembro de la banda

Trapero
El narco Manuel Gutiérrez Carbajo y el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero.

El narcotraficante amigo de Josep Lluís Trapero, Manuel Gutiérrez Carbajo, sobornó con 40.000 euros a un funcionario de prisiones para que un miembro de su banda pudiera disfrutar de varios permisos de fin de semana, según la investigación que dirige el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona.

El magistrado Joaquín Aguirre dictó el pasado mes de noviembre un auto en el que da el paso previo para sentar en el banquillo a Carbajo y a otros 16 implicados en la trama. Como ha informado OKDIARIO, la división de Asuntos Internos de los Mossos señala en un informe que el narco Carbajo mantenía una relación personal de «amistad» con el mayor de la Policía autonómica catalana, Josep Lluís Trapero.

De hecho, el juez Aguirre mantiene que la Unidad Adscrita de los Mossos que investigaba los hechos, bajo la dirección de Trapero, le engañó para proteger al narco Carbajo. Por este motivo, el juez mantiene imputado al subinspector Antoni Salleras –que actuaba como número 2 de Trapero en la Unidad Adscrita– y a otros cuatro agentes de la Policía autonómica.

En su resolución firmada el pasado mes de noviembre, el magistrado considera probado que Manuel Gutiérrez Carbajo sobornó con 40.000 euros a un funcionario, que estaba destinado como jefe de servicio del centro penitenciario Brians 1.

«De 10 años me he ‘comío’ nueve»

A cambio, habría pedido al funcionario que anulada dos partes disciplinarios de un preso condenado por tráfico de drogas, Alcides Ghigliermino, para que pudiera disfrutar de varios permisos de fin de semana. El preso llevaba nueve años en la cárcel y le quedaban pocos meses para completar su condena.

El sumario del caso Macedonia que instruye el juez Aguirre enumera todos los indicios que acreditan estos hechos. Los Mossos interceptaron el 13 de agosto de 2010 una conversación telefónica en la que el preso Ghigliermino explicó a Carbajo su situación penitenciaria y éste se comprometió a utilizar sus influencias para ayudarle.

Pocos días después, ambos interlocutores volvieron a hablar por teléfono. Carbajo anunció a Ghigliermino: «Estuve hablando con el enano [este es el apodo que utilizaba para referirse al funcionario de prisiones], que se coge las vacaciones ahora. Que tampoco eso era mucha cosa, que era poca cosa, que tenía que firmar uno un poco rebajado», especificó aludiendo a uno de los partes disciplinarios abiertos al preso. Ghigliermino replicó, en alusión a su condena: «¡Que si ya me la he comío, Manolo! De diez años llevo nueve».

Los Mossos interceptaron a finales de aquel mes de agosto una nueva conversación, en la que Carbajo anunciaba al preso que ya había cerrado el acuerdo para resolver su situación: «Yo sabía que en septiembre era seguro, pero ahora no digas nada hasta la primera semana de septiembre, que se arregle un poco uno de los partes que había. El otro era una mierda…»

«Está lleno de perras y violadores»

El juez Aguirre ha incluido en el sumario otra conversación pinchada. En ella, uno de los hombres de confianza de Carbajo, Marco Antonio Crespo, explica que el narco ha pagado 40.000 euros para que Ghigliermino pueda salir de la cárcel, y éste tendrá que devolverle el favor poniéndose a sus órdenes.

«Pues si le ha costao 40, del otro sacará 1.000», explica Crespo según la transcripción, «éste… cash, efectivo. Entonces le sale a cuenta avalar, luego hacer que el otro busque, hacer su trabajo (…) ahora se liarán a trabajar, ahora éste tendrá que buscarse la vida para buscar las faenas. Ya las tendrá hechas, el tío, el abuelo dirá aquí, aquí y allí. Él utiliza a la gente a su antojo». El abuelo es el apodo con el que los miembros de la banda conocían a Carbajo.

La Junta de Tratamiento de la cárcel de Brians 1 había suspendido los permisos de salida de Alcides Ghigliermino debido a los dos partes disciplinarios que tenía abiertos. Uno de ellos corresponde a un incidente que protagonizó en el locutorio de la prisión el 10 de marzo de 2010. Hablando con su abogada, exclamó en voz alta para que todos le oyeran: «Mira de qué palo van los guardias del módulo 4, quiero irme como sea del módelo 4 porque está lleno de perras y violadores. Si éste me lleva al chupano, mi padre te llamará mañana, ya sabes lo que tienes que hacer».

Carbajo
Fragmento del parte disciplinario instruido al preso protegido por Carbajo.

En el argot carcelario, se utiliza la expresión chupano (equivalente a chabola) para referirse a la celda de aislamiento. Por este incidente, Ghigliermino fue sancionado con «diez días de privación de paseos y actos recreativos comunes» y se cancelaron sus permisos de fin de semana, según consta en el sumario.

Los hinchas violentos del Barça

El juez Joaquín Aguirre tomó declaración el 3 de noviembre de 2010 al funcionario de prisiones presuntamente sobornado por el narco Carbajo. El empleado público de Brians 1 confirmó que mantiene una vieja amistad con Carbajo y reconoció que tiene acceso a los partes disciplinarios de los internos.

Pero negó rotundamente haber cobrado cualquier cantidad de Carbajo para atenuar la situación de Ghigliermino. Únicamente reconoció que, a petición del narco, había consultado la situación procesal de otro preso de nacionalidad uruguaya (al que identifica como Jorge Loureido), que también se encontraba en prisión por tráfico de drogas.

Según el sumario que instruye el juez Aguirre, la banda del narco Carbajo mantenía contacto con otro preso de Brians 1, David R.L., que cumplía condena por un delito de asociación ilícita como antiguo miembro de los Casuals, uno de los grupos de ultras del Barça más violentos.

Como ha informado OKDIARIO, Carbajo tenía varios topos en los Mossos d’Esquadra que le facilitaban información confidencial de las bases de datos policiales. A cambio, Carbajo pagaba a uno de estos agentes una remuneración de 1.000 euros al mes, según el sumario. El propio Manuel Gutiérrez Carbajo declaró ante el juez que el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, le ofreció colocar a su hijo en la Policía Científica.

En el caso Macedonia, el juez acusa al narco Carbajo de delitos contra la salud pública, asociación ilícita, soborno, tráfico de influencias y tenencia ilícita de armas.

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