Investigación

Monedero: «No hay militantes más honestos ni dirigentes más sinvergüenzas que los de Izquierda Unida»

Con el llamado «pacto de los botellines», Pablo Iglesias y Alberto Garzón sellaron la fracasada alianza entre Podemos e Izquierda Unida (IU). Fracasada, porque en las elecciones generales del 26J la coalición Unidos Podemos perdió un millón de votos respecto a los que ambos partidos habían registrado seis meses antes.

Esta vez, Pablo Iglesias no escuchó a su amigo e ideólogo de Podemos Juan Carlos Monedero, quien no tiene la mejor opinión sobre el partido comunista en el que ambos han militado: «No hay gente más honrada que la militancia de Izquierda Unida, ni dirigentes más sinvergüenzas».

Monedero lo dijo así en una conferencia pronunciada en 2012, en la que relató su propia experiencia como ex militante de IU y ex asesor de su coordinador general, Gaspar Llamazares. «Yo me fui de Izquierda Unida, ya no soy militante», relató, «tuve mi papelín en IU, fui asesor de Gasparín de 2000 a 2005, pero entendí que aquello no iba a ningún lado».

Asesor de ‘Gasparín’ Llamazares

En realidad, Monedero abandonó su labor como asesor de Llamazares porque encontró algo más interesante que hacer: en 2005 se fue a Caracas para trabajar durante cinco años como asesor personal del presidente Hugo Chávez en el Palacio de Miraflores. Luego siguió estando a sueldo del Gobierno de Venezuela como «responsable de Formación» del Centro Internacional Miranda, creado como órgano de propaganda del régimen chavista.

En cuanto a Izquierda Unida, Monedero sostiene que «es la única fuerza política no que ha hecho regeneración democrática en este país. En la izquierda hay menos renovación generacional que en el resto de fuerzas políticas». Como ejemplo de ello, mencionó el caso del PSOE, en el que «la vieja guardia de Felipe González es la que se cargó a Zapatitos».

Pero Juan Carlos Monedero considera especialmente «terrible» la situación de IU en Madrid, donde hay una pugna entre «la gente joven y el marxismo-ladrillismo» encarnado a su juicio por personalidades como José Antonio Moral Santín, «que está imputado y ha sido el número 2 de Bankia. Esta es la gente que desprecia al 15M y prefiere pactar con la derecha que con la izquierda».

Las ‘tarjetas black’ y el Tamayazo

Un dato muy llamativo, pues el padre del senador de Podemos Ramón Espinar también está imputado por gastar 180.000 euros con una tarjeta black durante su etapa como consejero de Bankia por designación del PSOE.

A continuación, Monedero advirtió que «a lo mejor algún día sale toda la información del Tamayazo y nos llevamos un susto, porque a lo mejor no estaba solo el PP». De este modo, insinuó que los dirigentes de IU estaban implicados el caso de los tránsfugas del PSOE Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que obligó a repetir las elecciones autonómicas de Madrid en mayo de 2003.

En cuanto al futuro de IU, Monedero apuntó que en aquel momento se enfrentaba a una disyuntiva en Madrid: «Si gana la gente joven, puede ser un punto de inflexión. Llevo años dando clases en la Facultad (de Ciencias Políticas) y la gente ya no se va a Izquierda Unida, que sería el lugar natural para que fueran. Todos los años tendrían que entrar 200 chavales en IU y no entran porque les da vergüenza».

El fracaso de Unidos Podemos

Juan Carlos Monedero resumió el sentido de su intervención con las siguientes palabras: «No he visto gente más honrada que la militancia de IU en este país, ni dirigentes más sinvergüenzas, y lo sé porque les conozco».

Monedero tuvo que abandonar la dirección de Podemos en 2015 después de que trascendiera que intentó defraudar a Hacienda con los 425.000 euros que cobró del Banco Alba (controlado por el Gobierno de Venezuela) por un informe inexistente. Por este mismo motivo, ha sido suspendido ahora de empleo y sueldo durante seis meses como profesor de la Universidad Complutense.

Poco antes de las elecciones generales del 26J, Pablo Iglesias cerró su acuerdo político con Izquierda Unida porque estaba convencido de que esta alianza permitiría a Podemos dar el sorpasso: adelantar al PSOE y convertirse en la principal fuerza política de la oposición. El resultado electoral demostró que la estrategia diseñada por Iglesias –y que no compartían otros dirigentes de Podemos, como Íñigo Errejón– ha sido un completo fracaso.