Investigación

El imputado Diego Conesa sobre la moción de Murcia: «Tenemos que estirar el chicle de la corrupción»

«Es muy importante estirar el chicle de la corrupción». El secretario general del PSOE de Murcia, Diego Conesa, dirigió el viernes esta consigna a los cargos públicos de su partido en un Comité Regional celebrado unas horas después de conocer que fracasaba la moción de censura pactada con Ciudadanos (Cs) contra el presidente del Gobierno regional, el popular Fernando López Miras.

Las palabras de Conesa demuestran que tanto el PSOE como Cs han utilizado la «corrupción» del PP sólo como un pretexto para justificar la operación puesta en marcha desde La Moncloa, como el primer paso para desestabilizar luego los gobiernos regionales de Madrid, Andalucía y Castilla y León.

Más aún, cuando tres imputados por corrupción del PSOE han jugado un papel clave en las negociaciones desarrolladas con Ciudadanos. El propio Diego Conesa está imputado por prevaricación, por librar de una multa de tráfico a un edil de Izquierda Unida cuando era alcalde de Alhama.

También están imputados por prevaricación y malversación el delegado del Gobierno en Murcia, el socialista José Vélez, y el secretario de Organización del PSOE, Jordi Arce, por repartirse irregularmente 30.000 euros públicos cuando eran alcalde y concejal del Ayuntamiento de Calasparras.

Con estos tres dirigentes socialistas imputados por corrupción ha negociado Ciudadanos (Cs) la moción de censura que, supuestamente, tenía como objetivo acabar con la corrupción del PP. Lo cierto es que ni el presidente de la Región al que PSOE y Cs intentan derribar, Fernando López Miras, ni ningún miembro de su Ejecutivo ni de su Grupo Parlamentario del PP están imputados por corrupción.

Durante el Comité Regional celebrado el viernes, el secretario general del PSOE Diego Conesa aleccionó a los cargos públicos de su partido para que utilicen la «corrupción del PP» como pretexto para justificar la moción de censura.

«Es muy importante estirar el chicle de la corrupción», explicó Conesa, como muestra la grabación que ha publicado en exclusiva el diario La Verdad de Murcia, «estamos moviendo el tema de la corrupción, y tenemos que hacerlo, por si ocurriera lo mismo en el Ayuntamiento de Murcia».

Aludía al riesgo de que, una vez fracasada la moción de censura en la Asamblea regional, también pueda frustrarse la operación pactada con Cs contra el alcalde de Murcia, José Ballesta, para colocar en su lugar al socialista José Antonio Serrano.

En otro momento del Comité, Diego Conesa reconoció que el objetivo de la maniobra puesta en marcha desde La Moncloa a nivel nacional con la complicidad de Inés Arrimadas es blanquear los pactos del PSOE con Podemos, Bildu y los independentistas, presentando al Partido Socialista como una fuerza centrada que comparte alianzas con Ciudadanos (Cs), frente a un PP condenado a entenderse con Vox, la ominosa «extrema derecha».

«Tenemos que coger ese espacio de centro»,  recalca Conesa en la grabación desvelada en exclusiva por La Verdad, «y la forma de cogerlo es habiendo demostrado generosidad por un lado, pero también habiendo demostrado que no necesitamos a Podemos para conseguir esa mayoría».

«Planteamos [la moción de censura] con Ciudadanos», añadió, «para coger todo ese espacio de centro una vez lo va a dejar el PP, que se tiene que echar en brazos y en la soga de Vox y de la extrema derecha».

El imputado Diego Conesa acusó al PP de haber «corrompido a otro partido, que ha introducido tránsfugas en el Gobierno regional, con lo cual se rompen todos los puentes con ese Gobierno mientras estén esos diputados corrompiendo la voluntad de la ciudadanía en la Asamblea regional».

Pero en Murcia no ha habido tránsfugas, sino que el Grupo Parlamentario de Ciudadanos se ha partido en dos: tres de los diputados han decidido apoyar la moción de censura contra el PP negociada desde Madrid, y otros tres (encabezados por Isabel Franco) han decidido mantenerse fieles al pacto firmado con los populares al principio de la legislatura.