Investigación

Endesa retiró el patrocinio a ‘Carmen’ tras conocer la escena del legionario denigrando la bandera

Endesa retiró al Teatro Real el patrocinio del estreno en España de la ópera Carmen tras conocer que en la obra de George Bizet, versionada por polémico director de escena Calixto Bieitio, un legionario se limpiaba el culo con la bandera española. La dirección del Real de Madrid logró que el rechazo de la compañía eléctrica no transcendiera a la opinión pública.

Endesa, desde hace tiempo, comparte con Teléfonica la condición de mecenas principal del Teatro Real pero, por primera vez en su colaboración millonaria con la Ópera de Madrid, decidió suspender la subvención, única y exclusivamente, para la Carmen de Bieito.

Entre los patrocinadores del bicentenario del Teatro Real destacan otros mecenas como Santander, BBVA, Popular, La Caixa, Iberia, Prisa, Mediaset, Vocento, ‘La Razón’ y Europa Press, entre otros.

La compañía eléctrica asumió tan drástica medida cuando pudo verificar por directivos del Teatro Real que el escenógrafo Calixto Bieito se resistía a suprimir las escenas que habían levantado un gran escándalo en el estreno en la Ópera de París, en abril de 2017. La ‘premiere’ parisina  provocó un rechazo entre la crítica especializada y el público asistente.

Otra escena de la versión de ‘Carmen’, de Calixto Bieito.

Uno de los espectadores indignado por la osadía de Bieito era Alfredo Sáenz, el ex consejero delegado del Banco de Santander, que abandonó el patio de butacas cuando presenció la escena del legionario con la enseña nacional frotando su trasero.

Se da la circunstancia de que la ópera Carmen de Bieito, un autor a quien le persigue la polémica por la dureza de sus escenificaciones, se estrena en el Teatro Real el próximo 11 de octubre, en la víspera de la celebración de la Fiesta Nacional. En ese día festivo, paradójicamente, además de la Hispanidad se celebra en España un homenaje a la enseña nacional.

Según fuentes del Teatro Real la obra de Bieito había sido contratada antes del escándalo de su estreno en París, pero el estreno en París provocó gran preocupación entre los patronos del Teatro Real, entre quienes figuran el ministro de Educación, Cultura y Deportes y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Hace dos días, Cifuentes escribía el siguiente tuiter en defensa de la enseña nacional: “Precioso homenaje en Torrejón de Ardoz a la bandera de todos, la de España…”.

Tras el estreno de París, el ex ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo,  presentó el pasado 15 de junio, en nombre del grupo parlamentario del PP, una pregunta al Gobierno en señal de protesta por la puesta en escena del dramaturgo español.

Margallo señalaba en su escrito que la obra “transcurre en los 70, donde los protagonistas pasan a ser legionarios y sevillanos de a pie que actúan en un escenario de escaso decorado que se limita a una imponente bandera de España, una cabina o un toro de Osborne y su actuación se caracteriza por ser provocativa, violenta y en muchos casos obscena con la propia bandera de España”.

El escenario desnudo con sólo una bandera de España en el centro, en la ‘Carmen’ de Calixto Bieito.

El ex ministro trasladaba al Gobierno de su partido las siguientes preguntas: “¿Tiene conocimiento el Gobierno del uso vejatorio que se hace de la bandera nacional en la adaptación de la ópera ‘Carmen’ del director Calixto Bieito?” y “¿Piensa el Gobierno tomar alguna medida para evitar el trato vejatorio que en la obra se hace de la bandera?”.

La opción de la versión cantada

Los antecedentes del estreno en la capital parisina también motivaron preocupación en el director del Teatro Real, García Berenguer, que hace un par de semanas no ocultaba en público la opción de representar la obra en lo que en el argot operístico se conoce como «versión cantada». Ese formato equivale a un concierto, sin decorados, con los cantantes en el escenario sin dramatización ni escenificación.

En la versión original de Bieito, la acción de Carmen transcurre en medio de decorados minimalistas y de simbología española, tales como una gran bandera y el toro de Osborne, entre otros. En una de las escenas, una turista en bikini utiliza una bandera como toalla para tomar el sol en la arena de una plaza de toros.

Una fuente consultada por OKDIARIO, que ha tenido la oportunidad de presenciar los ensayos de la ópera en el Real, asegura que algunas de las escenas que provocaron la polémica en París aparecían, en un principio, en la puesta en escena de la obra.

En el folleto oficial que la dirección del teatro Real ha enviado a sus abonados se afirma que “despojando la ópera de símbolos estereotípicos, Calixto Bieito logra que el protagonismo recaiga sobre las pasiones que transitan por el escenario, casi desnudo que representa una España sórdida, atávica y machista”. Y continúa: “La bandera española izada en medio de un territorio africano es el símbolo perfecto de algo que se quiere imponer, aunque no quede muy claro exactamente qué es ese algo”.

La obra creada por George Bizet en 1875, que se desarrolla en la Andalucía que lucha contra la invasión napoleónica, se convierte en una adaptación antisistema del director de teatro y ópera, Calixto Bieito, actual director del teatro Arriaga de Bilbao. En el libreto original del compositor francés del siglo XIX, basado en un texto de Próspero Merimée, su protagonista es una gitana que se enamora de un soldado. La obra estaba influenciada por la España meridional y exótica de la segunda mitad del siglo XIX que tanto atraía a los europeos.

Bieito es un director de escena que nació en Miranda de Ebro en 1963, pero se educó en Cataluña hasta que se convirtió en un artista de proyección internacional. En la actualidad reside en la ciudad suiza de Basilea. Su primera Carmen fue estrenada en 1999 en el Festival de Peralada y luego fue estrenada en el Liceo de Barcelona. También ha sido estrenada en Torino, Palermo y el teatro de La Fenice de Venecia.

Bieito provocó otra denuncia del PP

No es la primera vez que Bieito traslada a España sus escándalos internacionales, siempre obsesionado con la enseña nacional. En 2006, el PP denunció al Ministerio de Defensa por patrocinar una obra de Calixto Bieito en la que se ultrajaba la bandera y a los soldados españoles en misiones de paz.

Se trataba de las Las persas, requiem por un soldado, una versión libre de la obra de Esquilo. Entonces, el vicepresidente de la comisión de Defensa en el Congreso, Arsenio Fernández Mesa, presentó dos preguntas por aquel proyecto artístico financiado con dinero público. El diputado popular denunciaba que, en un momento de la obra, un soldado desnudo envuelto en una bandera española gesticulaba como si la estuviera violando.