El escándalo contra Fernández Díaz y De Alfonso surge cuando la Oficina Antifraude investiga al PSC

El director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, comparece hoy ante el Parlament para dar explicaciones sobre la grabación difundida esta semana, en la que recibe instrucciones del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.

Desde que asumió el cargo en 2011, De Alfonso ha dirigido investigaciones sobre casos de corrupción en los que están implicados altos cargos de ERC y CDC, los dos partidos integrados en Junts pel Sí que impulsan el proceso independentista de Cataluña.

Pero además, según las fuentes consultadas por OKDIARIO, la Oficina Antifraude que dirige De Alfonso había iniciado hace tan sólo tres meses una indagación sobre un caso de financiación ilegal del PSC a través del Ayuntamiento de Barcelona, en la etapa previa a la Alcaldía de Xavier Trias.

Los nuevos socios de Ada Colau

Daniel de Alfonso se había creado por tanto demasiados enemigos en el ámbito del independentismo y, también ahora, entre los socialistas catalanes que se acaban de incorporar al equipo de gobierno de la alcaldesa podemita de Barcelona, Ada Colau.

La normativa que regula la Oficina Antifraude de Cataluña fue diseñada para garantizar su independencia frente a las distintas fuerzas políticas. Daniel de Alfonso asumió su dirección en 2011 con un mandato de diez años. Por tanto, todavía debería seguir durante cinco años más al frente de la institución.

El escándalo desatado ahora, tan sólo cinco días antes de las elecciones generales del 26J, ofrece a los partidos independentistas (pero también al PSC y a En Comú Podem) la coartada perfecta para derribar cinco años antes de lo previsto a De Alfonso, cuyas investigaciones se habían vuelto demasiado incómodas para muchos.

Como ha informado OKDIARIO, el propio De Alfonso ha advertido que no existe base legal para que la Cámara le destituya por negligencia y ha avanzado que, si finalmente le cesaran, lo recurriría ante la Justicia. Este miércoles ha puesto su cargo a disposición de los seis dirigentes de la OAC, que le han pedido por unanimidad en una votación secreta que continuara en su cargo.

Ciudadanos tiene la última palabra

Sin embargo, no lo tendrá tan fácil durante su comparecencia en el Parlament. Todos los partidos de la Cámara autonómica han exigido su cabeza salvo el PP y Ciudadanos. El partido de Albert Rivera, que lidera la oposición como segunda fuerza más votada en las últimas elecciones catalanas, podría tener la última palabra.

Si finalmente Ciudadanos fuerza la destitución de Alfonso, el resultado más probable sería que los partidos independentistas que tienen mayoría de escaños en el Parlament coloquen a un nuevo director de la Oficina Antifraude más próximo a las tesis soberanistas.

El Ejecutivo autonómico de Carles Puigdemont atraviesa sus horas más bajas, después de que los antisistema de la CUP hayan dinamita la aprobación de los presupuestos de la Generalitat. Algo que, una vez más, ha conducido el proyecto soberanista a un callejón sin salida.

El escándalo provocado esta semana, en torno a la grabación realizada hace dos años en el despacho del ministro de Interior, se ha convertido ahora en un balón de oxígeno para las fuerzas soberanistas. Y todo ello, a cinco días de las elecciones generales.