Investigación

La confesión de Edmundo Rodríguez sobre el pelotazo de Panamá: «Se llevaron 25 millones en comisiones»

El ex directivo del Canal de Isabel II Edmundo Rodríguez había acudido a un hotel de lujo de la zona financiera de Madrid a cerrar un trato con un empresario hispanoamericano. Ninguno de los dos interlocutores era consciente de que su encuentro iba a ser grabado con micrófonos direccionales desde una mesa próxima por dos agentes de paisano de la Guardia Civil, que en ese momento ya pisaban los talones al hombre de confianza del ex presidente madrileño Ignacio González.

Edmundo Rodríguez, imputado por el juez Velasco en la ‘operación Lezo’, y su acompañante que por su forma de hablar denotaba su procedencia sudamericana habían elegido para su encuentro el ‘lobby’, un amplio y elegante vestíbulo situado junto al acceso principal, tapizado con moquetas e iluminado por la luz ambiente de una docena de lámparas, con amplios ventanales a La Castellana.

La grabaron con un micrófono camuflado

Tomaron asiento en uno de los reservados, sin saber que su conversación era escuchada por dos agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Hacía varios meses que el juez Eloy Velasco había comenzado a tirar del hilo de la corrupción del Canal de Isabel II durante la etapa en la que estuvo presidido por Ignacio González.

Además de ordenar varios pinchazos telefónicos, el juez de la Audiencia Nacional dispuso a la Guardia Civil que realizara seguimientos de algunas de las personas del círculo más próximo a González.

Una vez en el ‘lobby’ del hotel, tomaron asiento cerca de los asientos que ocupaba Edmundo Rodríguez y utilizaron un micrófono direccional camuflado, que permite grabar el sonido ambiente a una distancia de hasta 20 metros en un espacio cerrado.

Edmundo Rodríguez en ningún momento advirtió la presencia de los agentes y habló sin tapujos con su interlocutor, un empresario latinoamericano, probablemente procedente de Colombia, apuntan las fuentes consultadas por OKDIARIO.

Pagaron 10 veces más de su valor

En un momento de la conversación, realizó una confidencia sobre la operación panameña del Canal de la que tomaron buena nota los miembros de la UCO: “Se han llevado 25 millones de comisión”. Y añadió: “Tú lo sabes”.

Aludía a la operación de la que ha informado este martes OKDIARIO: el Canal de Isabel II pagó 73 millones de dólares (unos 83 millones de euros de entonces) en el paraíso fiscal de Panamá para adquirir el 76% del capital de Inassa, la filial latinoamericana que controla la filial colombiana Aguas de Barranquilla.

Pedro Calvo. EFE

La operación se desarrolló entre 2001 y 2002, durante la etapa de Alberto Ruiz Gallardón como presidente de la Comunidad de Madrid, cuando el concejal Pedro Calvo Poch acababa de asumir la presidencia del Canal de Isabel II.

La Fiscalía Anticorrupción albergaba serias sospechas sobre esta compra ya que, tan sólo un año antes, Inassa había sido tasada en 7 millones de dólares, diez veces menos de lo que pagó finalmente la empresa pública de la Comunidad de Madrid.

El ‘pecado original’ del Canal

La confidencia de Edmundo Rodríguez aportaba ahora un dato clave para los investigadores: el sobreprecio pagado por Inassa podía deberse, en buena medida, a que se desviaron al menos 25 millones de euros al pago de comisiones.

El presidente de la Cámara de Cuentas de Madrid, Arturo Canalda. EFE

El hombre de confianza no aclaró a manos de quién fue a pagar este dinero, aunque los investigadores sospechan que pudo ir a parar tanto a intermediarios como a cargos públicos del Canal y políticos.

Edmundo Rodríguez sabía bien de qué hablaba, ya que ha presidido Inassa hasta que fue despedido por el actual gobierno de la Comunidad de Madrid que preside Cristina Cifuentes, después de que su nombre apareciera en los ‘Papeles de Panamá’.

De este modo, el ‘pelotazo’ de 25 millones pegado con la compra de Inassa en la etapa de Gallardón puede haber sido el ‘pecado original’, la ‘madre de todas las corruptelas’ del Canal de Isabel II. En la etapa posterior, ya bajo la presidencia de Ignacio González, Inassa fue utilizada para realizar la compra de otras filiales en Latinoamérica que ahora investiga el juez Eloy Velasco.

Tenía cuentas en Suiza y Jersey

Como presidente de Inassa, Edmundo Rodríguez Sobrino era el hombre de la máxima confianza de Ignacio González en los negocios del Canal de Isabel II en Latinoamérica.

El juez Eloy Velasco ordenó el pasado día 21 su ingreso en prisión sin fianza, tras haber acumulado evidencias de que pudo beneficiarse del pago de comisiones de la empresa pública en Panamá, Haití, Colombia y República Dominicana.

Pablo González.

Además, el magistrado sospecha que ocultó una parte de su patrimonio utilizando a su propia hija como persona interpuesta. Luego ha trascendido que Edmundo Rodríguez se acogió a la amnistía fiscal de 2012 para regularizar más de 402.000 euros que tenía depositados en Suiza.

El juez instructor sospecha que se trata sólo de una mínima parte de su patrimonio, ya que la familia posee una vivienda en Barranquilla (Colombia), otra en Puerto Plata (República Dominicana), otra en Londres y cuentas corrientes en el Reino Unido y la Isla de Jersey, que opera como un paraíso fiscal.

Un detective grabó el viaje a Colombia

Edmundo Rodríguez era además uno de los acompañantes del viaje de Ignacio González a Colombia que fue grabado por un detective. En la grabación, los directivos del Canal de Isabel II mencionan a la sociedad panameña Lauryn Group Inc., que a través de un testaferro panameño administraba la cuenta del banco suizo Anglo Irish Bank a la que la constructora OHL transfirió 1,4 millones de euros.

Según las tesis del juez instructor, se trataría de la comisión abonada a Ignacio González por el directivo de OHL Javier López Madrid a cambio de la adjudicación de las otras del tren de Navalcarnero, que han dejado un agujero de 300 millones de euros.

Como ha informado OKDIARIO, durante la compra de Inassa el gerente del Canal de Isabel II era Arturo Canalda, que hoy preside la Cámara de Cuentas de Madrid.