Investigación
LOS PELIGROSOS VÍNCULOS DE JAVIER AYUSO

El agente del CNI Ayuso participó en la contratación de Villarejo en el BBVA para espiar a Del Rivero

El agente Javier Ayuso fue uno de los directivos del BBVA que contrató al comisario José Villarejo en el banco para espiar a Sacyr y al entonces presidente Luis del Rivero, según declaró ante el juez del caso Tándem, el ex jefe de seguridad de la entidad bancaria, Julio Corrochano.

Sin embargo, ahora Ayuso se presenta en internet como un experto “cloacólogo” que estigmatiza a otros periodistas como colaboradores y cómplices del ex comisario Villarejo. Ayer escribía el siguiente tuit: “En solo dos días @patricialopez y yo hemos identificado a seis de los que Villarejo llamaba sus “periodistas infiltrados”. Casals, Ferreras, Inda, Jotilla, Romero y Terradillos. Faltan 30 por identificar. A ver si durante el mes de julio lo hacemos. Es fácil”.

El vínculo entre Ayuso y el director del CNI, Félix Sanz Roldán, era tan estrecho que se llegaba a confundir las tareas profesionales de ambos. Tanto que el periodista fue señalado como colaborador del general de cuatro estrellas. Ayuso siempre ha disfrutado de la protección de los servicios secretos y de la Fiscalía Anticorrupción. En una de las comparecencias de Villarejo ante el juez Manuel García Castellón en la pieza BBVA, se dio la circunstancia de que el fiscal Miguel Serrano prohibió al ex comisario mencionar el nombre de Javier Ayuso porque, según él, su identidad estaba “protegida por la Ley de Secretos Oficiales”.

 Las palabras del representante del Ministerio Público sorprendieron a todos los asistentes. Uno de ellos preguntó más tarde: “¿Acaso Ayuso es espía del CNI?”. En España para que un profesional pueda verse afectado por la Lay de Secretos Oficiales debe de disfrutar la condición de agente del CNI o colaborador de los servicios secretos.

Cuando Villarejo, en la comparecencia judicial, pronunció la frase “mis reuniones con Ayuso en el BBVA”, el fiscal Serrano le increpó: “A ese señor no se le puede mencionar aquí”. Y, como el ex comisario seguía refiriéndose al periodista por su nombre y responsabilizándole de ser el “coordinador” del operativo en el BBVA, el representante del Ministerio Público se lo volvió a recriminar, elevando el tono de voz: “Su identidad -la de Ayuso- está protegida por la Ley de Secretos Oficiales”.

El ex comisario Villarejo, que durante años trabajó en operaciones reservadas como agente encubierto del Ministerio del Interior, desveló al magistrado de la operación Tándem uno de sus encuentros en la sede del BBVA con Javier Ayuso, entonces directivo del banco. El encuentro era para ponerle al día de sus progresos en las investigaciones para frenar el asalto de Sacyr a la entidad financiera presidida por Francisco González, según el policía.

Espionaje a Sacyr

El espionaje de Villarejo para el BBVA, según las pesquisas de la Audiencia Nacional, se habría producido entre 2004 y 2005 cuando Ayuso no sólo ocupaba en el banco el cargo de director de Comunicación (1997-2009) sino que, además, había sido el primer periodista en alcanzar, en 2002, un puesto en el Comité de Dirección y vicepresidente segundo del Patronato de la Fundéu.

El primer contrato que firmó Villarejo con BBVA fue el 2 de diciembre de 2004, un plan para espiar al entonces presidente de Sacyr, Luis del Rivero. No era una coincidencia de fechas porque Ayuso tuvo una parte activa en el operativo, según los protagonistas de aquel plan. Entonces, el periodista ocupaba un alto cargo con acceso a la información de Villarejo.

El ex jefe de seguridad del BBVA, Julio Corrochano, declaró en la Audiencia Nacional que Ayuso desempeñó un papel importante en la contratación del ex comisario. Afirmó que se reunió con él para establecer el operativo entre los años 2004 y 2005. Corrochano insistió en que “Francisco González le insistió en la confidencialidad del encargo y en que respecto a ello solo debía hablar con Javier Ayuso -director de Comunicación-, Ángel Cano -director de Recursos Humanos y jefe directo del departamento de seguridad- y él mismo”.

Según Corrochano fue él quien puso en contacto a Cenyt (la empresa de Villarejo) con Ayuso, “para que éste le explicara exactamente, y en concreto el objeto y fines de la información que se interesaba, lo que se esperaba del servicio a prestar en favor del BBVA”. A raíz de ese contacto, Ayuso comenzó a reunirse personalmente con Villarejo y su colaborador, Rafael Redondo, en la sede de BBVA.

Corrochano también implicó a Ayuso en las investigaciones secretas del BBVA contra Luis Pineda y Ausbanc, contra quienes lograron construir un dossier policial para abrirles una causa en la Audiencia Nacional como, finalmente, sucedió.

Ayuso, nueve años después, cuando declaró como testigo en la causa entregó todos los convenios de publicidad que, según el periodista, había firmado él en representación del banco con Ausbanc. Después se supo que había mentido porque los convenios habían sido rubricados por otro directivo, Ignacio Maldonado. La intencionalidad era que Pineda acabara entre rejas.

Un ex alto cargo de Prisa declaró a OKDIARIO que si Ayuso había llevado en persona para El País la investigación sobre el patrimonio y las relaciones comerciales de Villarejo mientras era policía no tenía sentido que no incluyera los millones que el comisario había cobrado de la entidad financiera, que suponía el 80% de los ingresos de Cenyt.

Los abogados de Luis Pineda han solicitado al juez hasta dos veces la imputación de Ayuso en el caso Ausbanc, pero hasta la fecha sólo ha comparecido en dos ocasiones ante el juez como testigo.

El “cloacólogo” sigue manteniendo que Ausbanc pretendió extorsionar al BBVA en contra de los testimonios de banqueros como José Ignacio Goirigolzarri y Jaime Guardiola.