El Ministerio de Educación abandona al profesor perseguido por la Generalitat y la CUP
Un grupo de alumnos simpatizantes de la CUP le monta escraches dentro de la clase de 2º de Bachillerato, desplegando pancartas en las que le califican de «fascista». La prensa independentista financiada por la Generalitat le difama tachándole de «españolista, homófobo y ultraderechista».
A petición del director del centro, el Departamento de Educación de la Generalitat le ha abierto un expediente disciplinario basado en las acusaciones de un reducido grupo de alumnos independentistas, envalentonados al saber que tienen el apoyo del director del centro, Ignacio García de Barrera.
A pesar de la persecución que el profesor de Historia Francisco Oya sufre por parte de la CUP y de la Generalitat intervenida por el artículo 155, hasta ahora nadie desde el Ministerio de Educación se ha dirigido a él para darle su apoyo o defender sus derechos.
En cambio, pocas horas después de que OKDIARIO informara por primera vez sobre estos hechos, la Guardia Civil sí se dirigió a Francisco Oya –que es presidente de Profesores por el Bilingüismo y miembro del colectivo Historiadors per Catalunya– para brindarle la posibilidad de denunciar las amenazas y el acoso que sufre desde hace varias semanas. También le ha ofrecido su apoyo el sindicato CSIF, del que es delegado no liberado.
La propia cuenta de Facebook del instituto en el que trabaja, el IES Joan Boscà de Barcelona, difunde mensajes en los que se califica al profesor Francisco Oya de «fascista españolista rancio».
Uno de los agitadores de la campaña contra el profesor de Historia ha sido el fotógrafo de la CUP Jordi Borràs, que el pasado lunes difundía en las redes sociales el siguiente mensaje dirigido a la Conselleria de Educación de la Generalitat: «¿Hasta cuándo vais a aguantar a este individuo en el IES Joan Boscà? Un profesor que convoca una manifestación plagada de ultraderechistas ante el instituto en el que trabaja no puede ejercer la docencia».
Aludía a la concentración que la asociación Profesores por el Bilingüismo convocó el pasado lunes ante el centro, para mostrar su apoyo al profesor Oya. La CUP organizó una contramanifestación a la que acudieron decenas de radicales, que de nuevo tacharon de «fascista» al profesor de Historia, lo que obligó a intervenir a los Mossos d’Esquadra.
La CUP basa esta acusación en que Francisco Oya distribuyó entre sus alumnos, para analizarla, una entrevista en la que el prestigioso historiador Stanley Payne afirma: «Franco fue un dictador durante 40 años, pero también el modernizador definitivo de España». Una opinión que no dista mucho de la ofrecida por historiadores de izquierdas como Javier Tusell.
Como ha informado OKDIARIO, los problemas del profesor Francisco Oya comenzaron cuando, en su clase de Historia de 2º de Bachillerato, facilitó a los alumnos para su análisis una recopilación de textos de figuras históricas del nacionalismo catalán (entre ellas, Enric Prat de la Riba y Francesc Macià), que destilan un profundo supremacismo racista contra los españoles.
El profesor Oya pretendía contrarrestar así la decisión del departamento de Ciencias Sociales del centro, que ha impuesto para este curso el libro de texto de la Editorial Teide firmado por el actual vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, que repite todos los tópicos del secesionismo.
A raíz de la queja de un reducido grupo de alumnos, simpatizantes de ERC y la CUP, el director del Instituto requirió la presencia de hasta tres inspectores del Departamento de Educación de la Generalitat, en dos meses, para intimidar al profesor Oya.
Finalmente, 48 horas después de que OKDIARIO hiciera públicos estos hechos, el director Ignacio García de Barrera notificó al profesor el expediente disciplinario que ha decidido abrirle la Generalitat.
Durante su visita al aula, la inspectora de la Generalitat Nieves Lorenzo-Galés (quien no oculta su apoyo al independentismo en las redes sociales) amonestó a Francisco Oya por impartir las clases en castellano, como ha hecho durante los 33 años de su trayectoria como docente.
Sin embargo, la Generalitat ha evitado mencionar este extremo en el expediente disciplinario. Acusa al profesor de «menospreciar al director ante los alumnos», «hacer caso omiso a las decisiones de su departamento didáctico» –que impone como libro de texto el manual del líder independentista de la ANC Agustí Alcoberro–, «provocar angustia y disgusto entre las familias» y «hacer comentarios en clase de tono homófobo, sexista y xenófobo».
Mientras tanto, hasta ahora el Ministerio de Educación no ha dado ningún paso para interesarse por la situación del profesor de Historia, presidente de la asociación Profesores por el Bilingüismo, que sufre el linchamiento por parte de la Generalitat intervenida por el 155, la CUP y la prensa subvencionada independentista.