La UE mantendrá un año más sus sanciones a Venezuela para fomentar una solución democrática a la crisis
Los Veintiocho han aprobado formalmente este martes la extensión de las sanciones de la UE impuestas a Venezuela al menos un año más, hasta el 14 de noviembre de 2019, debido al deterioro de la situación en el país y como medio de animar a la búsqueda de «soluciones democráticas compartidas» para salir de la crisis y tras dejar claro que están diseñadas para «no dañar» a la población civil venezolana.
Los Veintiocho aprobaron en noviembre de 2017 la base jurídica para poder sancionar a dirigentes venezolanos responsables del deterioro democrático y de la represión civil y un embargo de armas y de equipos susceptibles de ser utilizados para la represión interna y hasta la fecha un total de 18 altos cargos venezolanos políticos y militares.
Entre los sancionados figuran Diosdado Cabello, así como los vicepresidentes Tareck El Aissami y Delcy Rodríguez, el fiscal general, Tarek Halabi, y el presidente del Tribunal Supremo venezolano, Maikel José Moreno Pérez, han sido sancionados por el bloque, en dos rondas de sanciones aprobadas en enero y en junio. Sus activos bajo jurisdicción europea permanecen congelados y tienen prohibida la entrada en la Unión.
«Teniendo en cuenta el deterioro continuado de la situación en Venezuela, el Consejo ha decidido hoy renovar las medidas restrictivas dirigidas actualmente en vigor hasta el 14 de noviembre de 2019», ha informado el Consejo de la UE en un comunicado.
Los Veintiocho ya había acordado, a nivel de embajadores a finales de octubre, la renovación de las sanciones al menos un año más a Venezuela y este martes la han aprobado formalmente, sin discusión previa, por los ministros de Economía en el Ecofin.
«Estas medidas están destinadas a ayudar a animar soluciones democráticas compartidas a fin de traer estabilidad política al país y permitir que se respondan a las necesidades urgentes de la población», aseguran los Veintiocho en la nota, en la que dejan claro que las sanciones son «flexibles y reversibles y diseñadas para no dañar a la población venezolana».
La UE ha reiterado en diferentes ocasiones su disposición de «ayudar» a buscar una salida a la crisis venezolana a través de «una negociación significativa y orientada a los resultados, realizada de buena fe» e incluya «a todos los actores políticos relevantes venezolanos».
Los ministros de Exteriores de la UE acordaron el pasado 15 de octubre cuando discutieron la crisis venezolana explorar la creación de un grupo de contacto, con países regionales y actores internacionales, para «ayudar a facilitar» un «proceso político» en Venezuela «si se cumplen las condiciones» para ello, aunque la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ya dejó claro entonces que, actualmente, no se dan las condiciones ni para una mediación ni para relanzar el diálogo entre Gobierno y oposición.
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