Internacional

«Rusia garantiza la vida y un tratamiento decente» a los 2.000 soldados que resisten en Mariúpol

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha ordenado este jueves suspender la ofensiva en la acería Azovstal, uno de los escasos puntos de resistencia que quedan en la ciudad ucraniana de Mariúpol y ha asegurado que «Rusia garantiza la vida y un tratamiento decente, en línea con las leyes internacionales, a los 2.000 soldados de la resistencia ucraniana».

«Considero inapropiada la orden de irrumpir en la zona industrial y ordeno que se cancele», ha manifestado durante una reunión con el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, antes de argumentar que es necesario pensar en «salvar la vida y la salud de los soldados y oficiales», según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.

Así, ha detallado que cerca de 2.000 integrantes de las fuerzas ucranianas se encuentran en los terrenos de la acería y ha subrayado que están «rodeados». Shoigu ha reseñado que «durante la liberación de la ciudad», «más de 4.000» miembros de las fuerzas ucranianas murieron y cerca de 1.500 se entregaron a las fuerzas rusas.

Vladimir Putin ha manifestado que «no hay necesidad de entrar en estas catacumbas e ir bajo tierra en instalaciones industriales», al tiempo que ha ofrecido a las fuerzas ucranianas que «entreguen las armas», ha subrayado, antes de incidir en que la zona permanecerá bloqueada para que estas fuerzas no puedan escapar del lugar.

Por su parte, Shoigu ha recalcado que la acería es la única zona en la que quedan «formaciones nacionalistas. Mariúpol ha sido liberada por las Fuerzas Armadas de Rusia y la milicia de la República Popular de Donetsk. Los restos de las formaciones nacionalistas se refugiaron en la zona industrial de Azovstal», ha detallado.

El ministro de Defensa ruso ha puntualizado además que durante los dos últimos días nadie ha salido de la acería por los corredores humanitarios establecidos por el Ejército ruso y ha defendido que las fuerzas rusas respetaron la suspensión de hostilidades para permitir la «salida de civiles». «Nadie salió de Azovstal», ha reiterado.

Por último, Shoigu ha reseñado que «serán necesarios tres o cuatro días para completar los trabajos», en aparente referencia a la toma de la acería, mientras que Putin ha hecho hincapié en que las operaciones para «liberar» Mariúpol «son un éxito». «Le felicito», ha trasladado el presidente a su ministro de Defensa.

Las fuerzas de la autoproclamada República Popular de Donetsk anunciaron el martes el inicio de una ofensiva contra la acería Azovstal después de que Rusia afirmara que las fuerzas ucranianas se encontraban cercadas en las instalaciones. Tras ello, Moscú ofreció a las fuerzas ucranianas deponer las armas y entregarse, lo que ha sido rechazado por el comandante adjunto del Batallón Azov -un grupo armado neonazi integrado en las fuerzas de seguridad ucranianas que se encarga de la defensa de Azovstal-, Sviatoslav Kalyna Palamar.

Por su parte, David Arajamia y Mijailo Podoliak, miembros de la delegación negociadora ucraniana, han mostrado en las últimas horas la disposición de Kiev a enviar un equipo negociador a la ciudad para mantener conversaciones con la parte rusa con el objetivo de evacuar civiles y personal militar de Mariúpol.

El vicealcalde de la ciudad, Sergei Orlov, alertó el miércoles en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC de que hay «muchos» civiles refugiados en la acería Azovstal. «Carecen absolutamente de todo. Carecen de agua, comida, medicinas y ayuda. Rusia bloquea absolutamente todo, cualquier ayuda humanitaria o evacuación», denunció.