Internacional

Ruanda desmiente que haya cerrado la frontera con la República Democrática del Congo por el ébola

El Gobierno de Ruanda ha negado este jueves que haya cerrado la frontera con República Democrática del Congo (RDC) a causa del brote de ébola en el país vecino, en contradicción con un anuncio realizado horas antes.

El Ministerio de Sanidad ha resaltado que la frontera «está abierta» y ha apuntado a «una ralentización del tráfico» en el lugar a primera hora del día mientras se establecían «medidas para reforzar los procedimientos de vigilancia y seguridad pública en los puntos de entrada».

«Hasta la fecha, Ruanda está libre de ébola. El Ministerio ha recomendado contra los viajes innecesarios a Goma (en la frontera común) y el este de RDC, antes el incremento de casos confirmados en RDC», ha resaltado el Ministerio en su comunicado.

Horas antes, la Presidencia congoleña había anunciado que las autoridades ruandesas habían cerrado la frontera entre Goma y la cercana localidad de Gisenyi, de tal forma que solo pueden cruzarla ciudadanos congoleños que salgan de Ruanda.

«Las autoridades lamentan esta decisión, que va en contra de los consejos de la (Organización Mundial de la Salud) OMS», afirmó. Poco después, el ministro de Exteriores ruandés, Olivier Nduhungirehe, confirmó la medida en declaraciones a la agencia de noticias Reuters.

La ONU alertó el jueves de la posibilidad de que se registren nuevos casos fuera del territorio congoleño, como ya ocurrió en junio en Uganda. El organismo declaró el 18 de julio el brote como una emergencia de salud pública internacional.

La aparición de un segundo caso el miércoles en la localidad de Goma, cerca de la frontera con Ruanda y residencia de dos millones de personas, ha activado de nuevo todas las alarmas. Este jueves se ha detectado un tercer caso.

La OMS ha confirmado por ahora 2.687 casos de contagio en el último año en toda República Democrática del Congo, de los cuales 1.803 han concluido con el fallecimiento del paciente. Las provincias congoleñas de Ituri y Kivu Norte son el epicentro de un brote del que precisamente este 1 de agosto se cumple el primer aniversario.