Internacional

El primer debate de los socialistas franceses se convierte en un ‘todos contra Valls’

Los candidatos de las primarias socialistas se midieron por primera vez en un debate televisivo este jueves para tratar de luchar contra el pesimismo y movilizar a una izquierda desencantada y con pocas posibilidades de alcanzar la segunda vuelta de las presidenciales, según los sondeos.

Tras la impopular gestión del presidente François Hollande, que renunció a un segundo mandato tras alcanzar mínimos de aprobación, todas las encuestas vaticinan una debacle histórica para la izquierda francesa en los comicios presidenciales.

El candidato mejor situado, el ex primer ministro de Hollande, Manuel Valls, defendió la gestión y dijo que está «orgulloso de haber servido a los franceses en un periodo muy complicado».

Valls, que lanzó su campaña tras el abandono de Hollande y que esperaba obtener fácilmente la nominación de su partido haciendo valer su experiencia como primer ministro, no ha logrado hacer despegar su campaña. Sus últimos mítines congregaron a apenas pocos cientos de personas.

Ganaría la primera vuelta de las primarias

«Quiero decir sinceramente que aquí no hay adversarios, mucho menos enemigos, aquí hemos venido a debatir ante los franceses, para convencerlos de que la izquierda todavía es útil», dijo Valls, adoptando un tono institucional.

El ex ministro de Economía, Arnaud Montebourg, también se expresó en este sentido y dijo que el verdadero enemigo «es el fatalismo».

Pero Montebourg, que salió del gobierno en agosto de 2014 tras criticar el viraje a la derecha de Hollande, dijo que la actual administración «es difícil de defender».

Según los últimos sondeos, Valls, miembro del ala derecha del Partido Socialista, ganaría la primera vuelta de las primarias, por delante de Montebourg y Benoît Hamon, también ex ministro de Hollande, que se disputan el segundo lugar.

No obstante, Valls perdería su ventaja en la segunda y definitiva ronda del 29 de enero, al no lograr federar a los electores de sus dos principales rivales, críticos acérrimos de las políticas económicas de corte liberal adoptadas por el dúo Hollande-Valls.

El aspirante socialista designado tendrá que competir además por el voto del electorado de izquierda con el líder de la ultraizquierda, Jean-Luc Mélenchon, apoyado por los comunistas, y el ex ministro estrella de Hollande, Emmanuel Macron, que rompió filas con los socialistas.