Internacional

«¿Qué le pasó? ¡¡Un disparo en la cabeza!!» Las fuerzas de Maduro matan a tiros a un joven de 19 años

Carlos José Moreno, de 19 años, acudía a ‘la madre de todas las marchas’ en una de las convocatorias de este miércoles en Caracas. Pero ya no volverá a casa. Tampoco tenía muchas esperanzas cuando fue evacuado hacia uno de los paupérrimos hospitales de Venezuela. Allí sería difícil que los médicos encontraran el material quirúrgico y los medicamentos con los que operar el agujero que una bala le había dejado en la cabeza. Ser demócrata hoy en la Venezuela de Nicolás Maduro es peligroso.

Los primeros incidentes entre opositores y chavistas no tardaron en producirse al inicio de las marchas. La policía dispersó a la multitud con gases lacrimógenos y entre el tumulto, el joven opositor resultó herido de gravedad tras haber recibido un tiro en la cabeza por parte de paramilitares chavistas, según testigos, en la zona de San Bernardino.

Una información que contrastaba la diputada opositora venezolana Olivia Lozano, “nos emboscaron a todos y nos empezaron a disparar en la Plaza La Estrella”. El joven opositor fue montado en una moto para ser trasladado al Hospital de Clínicas Caracas.

Pero Carlos José Moreno ha muerto. Es el sexto asesinado por las fuerzas del dictador en las últimas dos semanas de manifestaciones pacíficas convocadas por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) exigiendo «libertad».

De acuerdo con testigos consultados por el diario venezolano El Universal, un grupo de diez hombres montados en motos han lanzado bombas lacrimógenas contra los opositores concentrados en el distrito caraqueño de San Bernardino y uno ha aprovechado la confusión para abrir fuego.

Después del autogolpe del pasado 30 de marzo, cuando los jueces nombrados a dedo por el dictador emitieron varias sentencias para usurpar los poderes de la Asamblea Nacional, la oposición democrática ha convocado numerosas marchas para exigir elecciones presidenciales, el reconocimiento de la Asamblea Nacional —controlada por la MUD desde las elecciones del 6 de diciembre de 2015, pero ninguneada por el presidente—, un canal humanitario que palie la falta de alimentos y medicinas de primera necesidad en el país y la liberación de los presos políticos.

El chavismo se resquebraja, el régimen se hunde y se desune, con la fiscal general y el Defensor del Pueblo enfrentados al dictador. Ambos, Luisa Ortega y Tarek William Saab, son chavistas de pura cepa, fieles a los preceptos de Hugo Chávez, y consideran a Maduro un mal heredero.

La cúpula ve peligrar sus puesto y empieza a buscar una salida decorosa, que ahora se dificulta tras los seis asesinatos a manos de los colectivos chavistas motorizados en poco más de una semana, los bombardeos desde helicópteros con gases lacrimógenos del pasado 10 de abril y, sobre todo, con la presión internacional.

La muerte en directo de Carlos José Moreno que se puede ver en el vídeo que acompaña esta información (advertimos que las imágenes son duras) puede ser un símbolo definitivo de la degeneración del autobautizado como «socialismo del siglo XXI» que ha hundido a un país: Venezuela es la nación más rica del mundo en reservas petrolíferas y está en la mayor ruina económica, era una de las pocas democracias longevas de Latinoamérica, y ahora es una tiranía.