Internacional
Entrevista al embajador de Israel en España

Daniel Kutner: «En España hay sectores en la política interesados en deslegitimar la existencia de Israel»

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Daniel Kutner es embajador en España desde hace algo menos de un año. En ese tiempo ha vivido tres legislaturas diferentes y sólo desde esta semana tiene un Gobierno (y un ministro de Exteriores al que dirigirse). Ha sido un año en el que ha visto cómo la transformación social española surgida de la crisis económica se ha traducido en una nueva representación política. Una de las formaciones clave en esta nueva España es Podemos, partido de izquierda radical, tradicionalmente antiisraelí, y relacionado muy estrechamente con Irán, el enemigo número uno de su país.

Pregunta.– Llegó usted a España hace un año, más o menos, y no ha tenido un Gobierno con el que relacionarse… ¿Ha podido avanzar algo en su misión?

Respuesta.– La falta de Gobierno impone ciertas restricciones. Por ejemplo, en este año celebramos los 30 años de relaciones diplomáticas entre ambos países y teníamos la esperanza de traer al presidente Rivlin, que había sido invitado por el Rey Felipe VI. Pero hemos mantenido un dialogo muy abierto y profundo con las autoridades españolas.

P.– En España, tradicionalmente Israel ha sido el malo de cualquier cosa horrible que pasara en la región. ¿Cree usted que eso está cambiando?

R.– Sí… España tuvo una posición de apoyo inquebrantable a la causa árabe, sobre todo en tiempos de Franco. Y quizá eso ha dejado una huella en la prensa española… Pero en el año que llevo acá, aunque creo que queda mucho que mejorar, veo un interés mucho mayor por Israel más allá del conflicto. Por sus logros en el área económica, la alta tecnología, las artes…

P.– ¿Cree que esos prejuicios están, entonces, esencialmente en los medios?

R.– Para la mayor parte de la población, Oriente Próximo no es lo que más preocupa. Así que estamos hablando de una minoría interesada. Yo me encuentro con amigos que conocen Israel, no necesariamente están de acuerdo con todo lo que sucede en mi país, pero ¿quién está de acuerdo con todo lo que sucede en cualquier lado? Hay otros sectores con una posición extrema, que no se dedican a criticar la política de Israel, sino que ponen en cuestión nuestra legitimidad, y eso está más allá de lo permisible.

P.– ¿Y esos sectores están en la política?

R.– Sí, lamentablemente es así.

P.– ¿Cree usted que un eventual Gobierno de Podemos podría empeorar las relaciones entre España e Israel?

R.– No parece que vaya a pasar… Pero quiero enfatizar que estamos abiertos a un diálogo con todas las fuerzas políticas, incluyendo Podemos. Entendemos el proceso sociopolítico que dio origen a ese movimiento. Y confiamos en que con ellos también tengamos un diálogo muy fértil. Al fin y al cabo, Israel también es una sociedad muy pluralista, y estoy seguro de que habría sectores con los que incluso ellos encontrarían una lengua común.

P.– ¿Ahora mismo tienen contacto con ellos?

R.– Tenemos contacto con todo el mundo. Con algunos más que otros… Pero en una situación en que los partidos están o antes de elecciones o después de elecciones, eso limita a veces la posibilidad de llevar a cabo la labor diplomática normal.

P.– Podemos ha tenido financiación indirecta y cercanía con Irán. ¿Eso podría ser un problema? Ustedes son un país pragmático, pero…

R.– Estamos al tanto de lo que se ha publicado respecto a esos hechos, a los que no me quiero referir específicamente porque no me consta personalmente, aunque alguna de estas fuentes parece que gozan de credibilidad. Pero como he dicho prefiero dejar la puerta abierta y ver las cosas en base al diálogo cara a cara, y no necesariamente fiándonos de los informes y de alianzas pasadas.

P.– Hablando de productividad. No recuerdo la última visita de un primer ministro a España. ¿Cuándo va a venir Netanyahu a España, o viceversa?

R.– Está en la agenda, no se ha logrado hacer coincidir calendarios. Pero sí ha habido visitas de ministros de Exteriores… No es que falte sustancia a las relaciones. Por supuesto nos encantaría que un presidente español visite Israel. Pero la prioridad más cercana es concretar la visita a España del presidente de nuestro país, que vendrá acompañado de ministros, hombres de negocios, la cultura…

P.– Precisamente en eso quería profundizar, ¿cómo van las relaciones económicas entre los dos países?

R.– Sabemos que muchos de los logros que hemos tenido tienen que ver con las propias circunstancias de nuestro país y nos son fácilmente trasladarles. Pero sí vemos una gran curiosidad por entender mejor el modelo israelí y hemos realizado jornadas y conferencias. Israel ha creado un ecosistema que alienta la innovación y la creación de startups, al punto de que son hoy en día una de las locomotoras de nuestra economía. Por otro lado España tiene cosas que Israel no tiene: las compañías de infraestructuras o industria pesada. Así que estamos importando más de lo que exportamos a España… Hay mucho interese de las compañías de alta tecnología españolas por el mercado israelí. Las telecos, las de ciberseguridad. Algunas han comprado empresas israelíes y eso también las expondrá a inversores internacionales que viajan a Israel en busca de esa nueva tecnología.

P.– Sí, Israel se ha convertido en un polo mundial de las nuevas tecnologías…

R.– El año pasado, compañías israelíes fueron vendidas por unos 5.000 millones de dólares a inversores extranjeros o fondos locales. Eso es mucho y da una idea del interés mundial que existe en nuestra tecnología. Y lo sentimos aquí en España, y tratamos con nuestra agregaría económica en la embajada de alentar ese intercambio.