Israel utilizó un misil evasor de radares para alcanzar las defensas S-300 rusas de Isfahán
El misil de Israel procedía de un avión de guerra disparado "lejos del espacio aéreo israelí o iraní"
Israel ha utilizado un misil evasor de radares para alcanzar las defensas S-300 de fabricación rusa de la base de Isfahán el viernes a primera hora de la mañana. Una maniobra «calibrada para que Irán se lo piense dos veces», según dos funcionarios occidentales, que pretende mandar el mensaje de que el misil de Israel es capaz de esquivar y neutralizar las defensas de Teherán.
Como se ha indicado, el sistema de defensa antiaérea S-300 de fabricación rusa fue incapaz de detectar en el espacio aéreo drones, misiles o aviones. El misil procedía de un avión de guerra disparado «lejos del espacio aéreo israelí o iraní».
En este sentido, ni el avión ni el misil entraron en el espacio aéreo jordano, una maniobra calculada por Israel para mantener en este caso a Amán al margen de cualquier posible ramificación del ataque de represalia, debido a que Jordania ya participó en el sistema de defensa desarrollado para derribar algunos de los cientos de drones y misiles disparados por la República Islámica de Teherán contra Israel el pasado fin de semana junto con Estados Unidos, Reino Unido, Arabia Saudí y Francia.
Imágenes de satélite han mostrado daños en el radar del sistema S-300 en la base aérea de Isfahán, que forma parte del conjunto que defiende la instalación nuclear de alto secreto Natanz.
Misiles S-300
Rusia completó la entrega del sistema de misiles de defensa antiaérea S-300 a Irán a finales de 2016, concluyendo así un acuerdo de 800 millones de dólares firmado entre Moscú y Teherán en 2007.
Teherán compró el sistema móvil de misiles tierra-aire S-300, que puede contrarrestar varios aviones a una distancia de 195 kilómetros y misiles balísticos a una distancia de hasta 50 kilómetros.
El S-300 es una familia de sistemas de misiles tierra-aire (SAM) de fabricación rusa capaces de atacar aviones y vehículos aéreos no tripulados, además de proporcionar cierta capacidad de defensa contra misiles balísticos y de crucero. La variante S-300P, también conocida como SA-10 Grumble, fue diseñada por la Unión Soviética durante las décadas de 1960 y 1970, y se utiliza únicamente para defensa aérea. Del S-300P deriva el S-300V, también conocido como SA-23A Gladiator y SA-23B Giant, dotado de capacidad antimisiles balísticos y similar en varios aspectos al Patriot Advanced Capability-2 (PAC-2) estadounidense.
Diseñado para sustituir a los anticuados sistemas SAM móviles soviéticos S-25 Berkut y S-75 Dvina y para hacer frente a la amenaza emergente de los misiles de crucero de largo alcance basados en el aire, el desarrollo del S-300P comenzó en 1967 bajo la dirección de la Oficina Central de Diseño de Almaz. El sistema entró en servicio operativo en 1978. En 2000, el despliegue del sistema alcanzó su punto máximo, con las fuerzas de defensa aérea rusas desplegando aproximadamente 1.900 lanzadores S-300. En 2017, sin embargo, el número de lanzadores activos se redujo 800.
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