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Israel bombardea Beirut tras un ataque de Hezbolá con 150 cohetes y mata a su número 2

El Ejército ha atacado la capital de Líbano tras el impacto de las decenas de proyectiles lanzados por los terroristas de Hezbolá

El presidente israelí recalca que "no querían la guerra" pero defiende su derecho a "poder vivir en paz"

El Ejército de Israel ha bombardeado este viernes Beirut, capital de Líbano, y ha matado al comandante de Hezbolá Ibrahim Aqil tras haber sido el objetivo de un ataque de Hezbolá con el lanzamiento de 150 cohetes que han impactado en el norte del país. El enfrentamiento entre el estado israelí y los terroristas está en plena escalada de tensión después de las explosiones de los buscas y los walkie-talkies que utilizaban los miembros de Hezbolá y que mataron a 40 personas entre el martes y el miércoles, con 3.000 heridos. El repunte de la tensión ha incrementado el temor a una guerra en Oriente Medio.

«Las Fuerzas de Defensa de Israel han atacado Beirut», han indicado desde el Ejército de Israel. Más tarde ha confirmado un «ataque selectivo» en Beirut, donde han muerto al menos 8 personas, mientras que fuentes cercanas a Hezbolá han confirmado la muerte del comandante de la Al Radwan, Ibrahim Aquil. Era uno de los altos mandos buscado por Estados Unidos, que indica en la web oficial del Gobierno que «servía en el cuerpo militar más alto de Hezbolá, el Consejo Yihad», y se le conocía como Tahsin.

Las informaciones de la prensa local indican que el ataque habría alcanzado un barrio en el sur de Beirut, una zona que está dominada por los terroristas del partido-milicia chií Hezbolá.

Según la versión de Hezbolá, el lanzamiento de los cohetes de este viernes iba dirigido «contra la sede de una Brigada Blindada y la 36ª División en Al Aliqa». Se trata de proyectiles tipo Katyusha, aunque también han atacado con «un misil guiado».

Por su parte, el Ejército de Israel ha afirmado que se han producido nuevos bombardeos en el sur de Líbano que han alcanzado un edificio en el que se encontraba un terrorista de Hezbolá. De la misma forma han sido atacados «edificios militares» de la milicia terrorista chií en varios puntos al otro lado de la frontera.

Horas después de la respuesta de Israel al ataque de Hezbolá de este viernes, los terroristas de la milicia chií han vuelto a atacar, esta vez contra posiciones militares israelíes en el norte del país. Han puntualizado que los cohetes Katyusha se han lanzado contra el cuartel general de la unidad de control aéreo y el departamento de operaciones aéreas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Han informado, igualmente, de un nuevo ataque contra la sede del principal servicio de Inteligencia de Israel.

Los terroristas de Hezbolá se vieron sorprendidos el martes por las explosiones de los buscas que usaban para comunicarse (beepers) y, menos de 24 horas después, se produjo una nueva oleada de explosiones, en esa ocasión en los walkie-talkies y en algunos sistemas domésticos de energía solar. Murieron casi 40 personas entre el martes y el miércoles y más de 3.000 resultaron heridas.

Tras ello, el líder terrorista Hassan Nasrallah declaró en un discurso al pueblo que entendía el «acto terrorista de Israel» como «una declaración de guerra» con la que el estado ha pasado «todas las líneas rojas y restricciones». Tildó las explosiones de ataque «sin precedentes» que causó «una masacre» y que fue un «duro y severo golpe» para la seguridad. Advirtió que los terroristas de Hezbolá se habían «preparado para lo peor» y organizado en comités de investigación para «examinar varios escenarios». Así, prometió «severas represalias y castigos justos».

«No quería esta guerra»

Este viernes, el presidente de Israel Isaac Herzog ha subrayado que su país «no quería esta guerra» con el partido-milicia chií libanés Hezbolá, pero eso no quita que los israelíes tengan derecho a «vivir como cualquier otro pueblo, en paz, seguridad y tranquilidad».

De hecho, ha señalado que la ofensiva israelí contra territorio libanés tiene el propósito de garantizar «los derechos más básicos de cualquier nación», incluida Israel.

«Anoche vimos las acciones precisas e impresionantes de la Fuerza Aérea de Israel contra Hezbolá. Tenemos una Fuerza Aérea hecha de acero. Los saludamos, así como a todas nuestras fuerzas de seguridad, por sus enormes esfuerzos en esta difícil guerra y reafirmamos nuestra determinación de vencer al terrorismo», ha sentenciado Herzog.