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Un hombre cubierto de sangre se lanza al foso del memorial del 11-S de Nueva York

Un hombre es arrestado por las autoridades de Nueva York por lanzarse a al foso que forma parte del memorial erguido para honrar a las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 (11-S). El hecho ha ocurrido este lunes ante la mirada atónita de cientos de turistas que se encontraban visitando el lugar. El hombre, de 33 años, se lanzó al foso del memorial del 11-S -que tiene una profundidad de 9 metros- y tuvo que ser rescatado por los Servicios de Emergencia para ser atendido rápidamente debido a una lesión en la pierna y en la espalda que le provocaron heridas sangrientas. El vídeo del incidente fue difundido en las redes sociales y en él se puede ver cómo el hombre, después de lanzarse a la fuente del monumento, deja un rastro de sangre -producto de sus heridas- antes de lanzarse al foso del memorial.

Un guardia portuario avisó a las autoridades

Después de que el hombre irrumpiera al interior del monumento, la Policía de Nueva York respondió a un llamado de la Autoridad Portuaria, quien avisó que el individuo había saltado a una de las dos fuentes reflectantes escalonadas en el monumento. Las autoridades dijeron que «el hombre se lesionó la pierna izquierda y la espalda en su incidente», por lo que «tuvo que ser trasladado al Hospital Bellevue», pero que las lesiones «no ponen en peligro su vida». El hombre fue descrito como una «persona aparentemente con trastornos emocionales», según informó un portavoz de la Autoridad Portuaria.

La Policía teme que más gente se tire a las piscinas

La policía de Nueva York teme -después de que el hombre se lanzase al foso- que el memorial del 11-S pueda convertirse en un lugar donde la gente se suicide. «Tenemos que pensar en estas posibilidades. La gente puede venir a suicidarse. Nos preocupa que alguien intente saltar», afirmó el jefe de la policía neoyorquina, Raymond Kelly. Otro factor que influye para que la gente tenga un impulso suicida es la fuerte carga simbólica del lugar, especialmente con la gente que tiene una unión con el sitio, ya sea porque perdieron a un familiar o a traumas generados el día del atentado.