Internacional
CRISIS RUSIA

El Grupo Wagner entrenará al ejército bielorruso según su presidente

"Prigozhin y las tropas que lo acompañan aportarán mucho a la nación", dijo Lukashenko durante una reunión con su ministro de Defensa

Prigozhin, el jefe del grupo Wagner que atacó a Putin, ya está en Bielorrusia

Así es el grupo Wagner, los mercenarios que se han rebelado contra Vladimir Putin

De casi apestados para el gobierno ruso a auténticos referentes para la vecina Bielorrusia. El Grupo Wagner, lejos de extinguirse como se dijo y se desdijo desde el golpe militar del pasado sábado, está más vivo que nunca y lo único que ha hecho ha sido trasladarse su centro de mando a Bielorrusia para disimular, pero sigue siendo un ariete importante para la ofensiva rusa en Ucrania.

Y no sólo eso. Según el presidente bielorruso, el dictador Alexander Lukashenko, a partir de ahora el Grupo Wagner entrenará y formará al ejército de su país. La gran cuestión es cómo consiente que sea un grupo de mercenarios extranjeros el que asuma dicha tarea en lugar de recurrir, por ejemplo, al ejército ruso. Y eso es uno de los argumentos que más preocupan en las cancillerías occidentales. Porque de lo que sabe el Grupo Wagner es de Ucrania, además de las acciones emprendidas en África donde a Bielorrusia le queda muy lejos. El país gobernado por Lukashenko podría ser el tercer actor en discordia en la invasión territorial de Ucrania y para ello el Grupo Wagner podría estar en su territorio.

«Ahora se habla mucho y se habla mucho: ‘Wagner, Wagner, Wagner’. La gente no entiende que también tenemos que abordar esto de manera pragmática. Si sus comandantes vienen a nosotros y nos ayudan con  su experiencia, escucharemos. Están acostumbrados a estar en las líneas del frente. Sus tropas de asalto, nos dirán qué es importante ahora», ha asegurado Lukashenko.

Según él, el ejército bielorruso está interesado en el fuego de contrabatería y ataques con drones. «Nos hablarán de las armas: cuáles funcionaron bien, cuáles no. Tanto las tácticas como las armas, y cómo atacar y cómo defender. Esto no tiene precio. Esto es lo que tenemos que tomar de los wagnerianos», ha dicho el dictador.

Al mismo tiempo, Lukashenko está seguro de que «no hay nada que temerles». «Estamos muy atentos a sus movimientos», ha explicado .

El 24 de junio, el líder del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, anunció su marcha sobre Moscú después de que, según él, el ejército ruso atacara un campamento de retaguardia de la organización.

En la noche del mismo día, Prigozhin, a través de la mediación del dictador bielorruso Alexander Lukashenko, alcanzó un acuerdo y anunció la retirada de sus tropas wagneritas. El secretario de prensa de Putin anunció que Prigozhin iría a Bielorrusia.

Según ha explicado Lukashenko, viejo aliado del presidente de Rusia, Putin le llegó a decir el sábado: «Escucha, Alex, es inútil. (Prigozhin) ni siquiera contesta el teléfono, no quiere hablar con nadie».

Pero Lukashenko aseguró que consiguió hablar con el líder del Grupo Wagner y, según su relato, le advirtió a Prigozhin que sería «aplastado como un gusano» si las tropas de Wagner continuaban su avance hacia la capital rusa.

Continuó diciendo que él y Prighozin «hablamos la primera vez unos 30 minutos en lenguaje malsonante. Usamos 10 veces más palabrotas (después las analicé) que vocabulario normal», añadió Lukashenko, describiendo su comunicación con un Prigozhin malhablado.

«Por supuesto, se disculpó y empezó a contármelo todo utilizando palabras obscenas», añadió. Lukashenko dijo que Prigozhin acordó retirarse a cambio de garantías de seguridad. Prigozhin se comprometió a no atacar civiles, detener su marcha y abandonar su demanda de que el presidente ruso, Vladimir Putin, se deshiciera de sus dos principales líderes militares, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y el jefe del Estado Mayor del Ejército, Valery Gerasimov.

Desde su llegada a Bielorrusia, Prigozhin se hospeda en uno de los hoteles de Minsk con una habitación sin ventanas.