Internacional

Doha celebra las históricas conversaciones de paz entre el Gobierno afgano y los talibán

Las históricas conversaciones de paz entre el Gobierno de los afganos y los talibán han arrancado este sábado en Doha, la capital de Qatar, con vistas a lograr una solución que ponga fin a más de dos décadas de conflicto en el país asiático.

El acto cuenta con la presencia, además de los equipos negociadores de ambas partes, del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, cuyo país ha sido el principal impulsor de estas negociaciones, continuación del acuerdo de paz alcanzado entre Washington y los talibán el pasado mes de febrero.

Por el momento, las partes no han fijado una agenda ni un calendario de las conversaciones, que se producen con seis meses de retraso con respecto al calendario previsto debido a las diferencias en torno a la liberación de prisioneros por ambos bandos, un paso previo esencial para el inicio formal de los contactos.

Naciones Unidas ha pedido este viernes al Gobierno de los afganos y a los talibán que «aprovechen la oportunidad histórica» de poner fin al conflicto durante el proceso de conversaciones de paz que arrancará este sábado en la capital de Qatar, Doha.

«La familia de la ONU en Afganistán aplaude las conversaciones de paz cara a cara entre las partes afganas», ha dicho la enviada especial del organismo para Afganistán, Deborah Lyons, quien ha destacado que «el sufrimiento del pueblo afgano ha llegado mucho lejos desde hace mucho tiempo».

Así, ha pedido en un comunicado a las partes que «pongan fin a los combates y den paso a una nueva era de paz y prosperidad», antes de subrayar que el acto de este sábado «puede ser el inicio de algo verdaderamente trascendental».

«Les deseamos éxitos»

«Los negociadores del Gobierno afgano y de los talibán tienen una oportunidad única para salvar la vida de muchos de sus compatriotas y sacar al país de la pobreza y la miseria. Les deseamos éxitos y la ONU estará ahí para apoyarles, si lo piden», ha manifestado.

Lyons ha incidido en que «han sido necesarios esfuerzos enormes y muchas decisiones difíciles para que las partes acudan a la mesa de negociaciones», por lo que ha argüido que «es de vital importancia que todo el mundo las apoye en estas negociaciones para que actúen con compromiso y determinación para lograr el tan deseado resultado por parte del pueblo afgano».

«Su determinación a la hora de tener éxito debe reflejar la incansable determinación del pueblo afgano para sobrevivir a muchos años de conflicto destructivo», ha defendido la enviada especial de la ONU en su comunicado.

De esta forma, Lyons ha hecho hincapié en que «depende de los afganos decidir su propio futuro, pero los socios regionales y la comunidad internacional tienen un papel clave que jugar a la hora de apoyarlos», al tiempo que ha incidido en que «un Afganistán estable permitirá que millones de afganos desplazados vuelvan a sus casas con seguridad y dignidad».

«Si bien el objetivo último de las conversaciones es silenciar para siempre las armas, una reducción inmediata e incondicional de la violencia crearía un ambiente más propicio para unas conversaciones constructivas», ha dicho, resaltando la complicada situación derivada de la pandemia de coronavirus.

Por último, ha reiterado que «un proceso de paz inclusivo, en el que tengan una participación significativa las mujeres, los jóvenes y las víctimas, y que respete todos los Derechos Humanos de cada afgano es el único camino para la paz».

La delegación gubernamental afgana, encabezada por Abdulá Abdulá, ex primer ministro y presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional, ha llegado este viernes por la tarde a Doha de cara a las reuniones con los talibán.

«Tenemos esperanza. Todos los afganos quieren la paz. Es la demanda de todos los afganos. Esperamos lograr una conclusión», ha dicho Abdulá, según ha informado la cadena de televisión afgana Tolo TV.

Sin embargo, Abdulá ha destacado que «no es posible resolver todos los complicados problemas de Afganistán en dos días». «Se necesita tiempo, pero el tiempo no debe perderse», ha remachado.

El inicio de las conversaciones de paz directas –Kabul no participó en las que derivaron en el histórico pacto firmado el 29 de febrero por Washington y los insurgentes– llegarán tras varios meses plagados de obstáculos, el principal de los cuales ha sido el proceso de liberación de presos.

Asimismo, desde el acuerdo de febrero, el país se vio sumergido de nuevo en una espiral de violencia, con la reanudación de los ataques de los talibán contra las fuerzas de seguridad y civiles afganos, mientras los insurgentes acusan al Ejército de Afganistán de seguir atacando sus posiciones.