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La Casa Blanca rechaza declarar el estado de desastre en California tras el peor incendio de su historia

La Casa Blanca ha rechazado una petición formulada por las autoridades californianas para declarar la situación de desastre en el estado de California por los incendios que desde septiembre han arrasado cientos de miles de hectáreas, entre los que figura el más grande de la historia de este territorio. «La petición para efectuar una Declaración Presidencial de Desastre ha sido rechazada por la Administración federal», ha hecho saber el portavoz de la Oficina de Emergencias del estado, Brian Ferguson, a la cadena CNN.

El estado se queda así, de momento, sin ayuda económica para paliar los aproximadamente 230 millones de dólares en daños materiales provocados por las llamas, según estimó el propio gobernador californiano, Gavin Newsom, en su petición dirigida el 28 de septiembre a la Casa Blanca, aunque las autoridades de California han declarado su intención de recurrir la decisión presidencial.

Este rechazo es un nuevo episodio más del tira y afloja que ha caracterizado la relación entre la Casa Blanca y las autoridades del estado de California, de amplia mayoría demócrata. Durante una visita en septiembre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se negó a reconocer el cambio climático como factor determinante de los incendios y acusó a las autoridades estatales de haber empeorado la situación realizando una pésima gestión en su política forestal.

El presidente llegó incluso a protagonizar un enfrentamiento verbal con el secretario de la Agencia de Recursos Naturales de California, Wade Crowfoot, quien le acusó de «enterrar la cabeza en la arena y de ignorar los datos científicos» al pensar que las autoridades del estado son las únicas responsables de la propagación descontrolada de los incendios. Trump le respondió: «Al final todo se enfría, ya verás».

Entre los focos destaca el llamado incendio de Creek, el más grande de la historia del estado, que ha arrasado cerca de 138.000 hectáreas en los condados de Fresno y Madera; así como el de Bobcat, que se ha extendido a lo ancho de 45.000 hectáreas, más los focos de El Dorado (en el condado de San Bernardino), el de Valley (en San Diego), el de Oak (en Mendocino) y el de Slater (en Siskiyou).

En total y desde el principio de la temporada de incendios, han fallecido 31 personas, más de 9.200 estructuras han quedado destruidas y más de 1,6 millones de hectáreas han resultado arrasadas por las llamas.