Internacional

Médicos Sin Fronteras acusa «al Gobierno o a Rusia» de la destrucción de su hospital en Siria

El presidente de Médicos Sin Fronteras Francia, Mego Terzian, ha asegurado que el ataque contra el hospital que apoya la ONG en Marat al Numan, en la provincia siria de Idlib, ha acabado con la vida de al menos siete personas, al tiempo que ha atribuido el bombardeo a las fuerzas del régimen de Bashar al Assad o a las Fuerzas Armadas rusas.

«Hay al menos siete personas muertas, entre personal y pacientes, y al menos ocho trabajadores de MSF han desaparecido y no sabemos si están vivos», ha explicado Terzan, en declaraciones a Reuters. El hospital atacado, situado cerca de Marat al Numan, en la provincia de Idlib, en el norte de Siria, ha sido alcanzado este lunes por cuatro misiles.

«La destrucción de este hospital priva de atención sanitaria a unas 40.000 personas que viven en esta zona de conflicto», apunta la ONG

«El autor del ataque está claro… El Gobierno o Rusia», ha asegurado, antes de recordar que no es la primera vez que son atacadas instalaciones de MSF en Siria.

Horas más tarde, el embajador sirio en Moscú ha desviado la culpa hacia Estados Unidos, como viene haciendo Rusia desde el inicio de esta nueva ‘guerra fría’ entre los bloques.

«Realmente, la aviación estadounidense lo ha destruido. La aviación rusa no tiene nada que ver en todo esto, las informaciones reunidas lo dicen claramente», ha asegurado Riad Haddad en una entrevista concedida a la cadena de televisión pública rusa Rossiya 24. Según el diplomático sirio, las acusaciones de Washington son «una manifestación de la guerra de información que comenzó desde los primeros días del conflicto en Siria».

El OSDH también señala a Moscú

«Un edificio que albergaba un hospital apoyado por MSF fue íntegramente destruido el lunes, seguramente por aviones rusos, en Hadiyé, localidad al sur de Maaret al Numan», indicó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Minutos antes, Médicos Sin Fronteras había lanzado un mensaje en Twitter en el que informaba de los graves daños que ha sufrido el centro médico. Massimiliano Rebaudengo, jefe de Misión de MSF en Siria, ha asegurado en un mensaje publicado por la ONG en Twitter que lo sucedido es «un ataque deliberado contra una instalación sanitaria». «La destrucción de este hospital priva de atención sanitaria a unas 40.000 personas que viven en esta zona de conflicto», ha dicho.

El hospital contaba con 54 trabajadores y 30 camas, con financiación de MSF, que también aporta medicinas y equipos.

Condenas de ONU, Francia y EEUU

Horas más tarde, el secretario general del a ONU, Ban Ki-moon, denunció las «violaciones del derecho internacional» que han supuesto los últimos ataques a instalaciones sanitarias y educativas en Siria, según dijo su portavoz adjunto, Farhan Haq. Naciones Unidas afirma que estos ataques con misiles en el norte de Siria «han matado a cerca de 50 civiles, incluidos niños» y han causado varios heridos en al menos cinco instalaciones médicas y dos escuelas en Alepo e Idlib (norte).

Francia también ha condenado la destrucción del centro médico en Idlib. Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos ha rechazado los bombardeos en el norte de Siria contra hospitales, el último de ellos de Médicos Sin Fronteras, y ha fustigado una vez más al régimen sirio y a su aliado ruso.

El Departamento de Estado ha criticado en un duro comunicado «la brutalidad del régimen de (Bashar al) Asad» y ha puesto «en duda la voluntad y/o la capacidad de Rusia de contribuir a detenerla».