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Biden ocultó documentos secretos en el garaje de su casa pero el FBI no le investigó

La segunda mitad de la legislatura de Joe Biden en EEUU peligra. El goteo de información sobre el hallazgo de documentos secretos en dos diferentes localizaciones pertenecientes al presidente de los EEUU supone un verdadero quebradero de cabeza para el presidente, para los demócratas y un balón de oxígeno para las filas republicanas que con su nueva mayoría en el Capitolio impulsarán una nueva comisión de investigación sobre el asunto.

Muchos estadounidenses siguen preguntándose cómo es posible que haya llegado a la opinión pública ahora estas informaciones cuando el primer hallazgo en la oficina de Biden se produjo justo antes de las elecciones de mitad de mandato, en noviembre pasado, pero ha sido ocultado hasta ahora. Del mismo modo que el segundo hallazgo, descubierto en la residencia del presidente en el estado de Delaware, no ha sido notificado hasta dos días después de haberse conocido el primero.

Además, dichos documentos localizados corresponden al período de tiempo en el que Joe Biden fue vicepresidente de Barack Obama hasta 2017, por lo que los documentos clasificados permanecieron por espacio de cinco años fuera de control de las autoridades estadounidenses.

Más preguntas que respuestas

De todos los hallazgos realizados hay más preguntas que respuestas. Por ejemplo, por qué la Casa Blanca no reveló hasta ahora a los estadounidenses el descubrimiento del primer lote que se remontaba al pasado noviembre, quién trasladó los documentos a la oficina de Washington y quién los llevó al garaje de su casa, qué tipo de contenido contenía el segundo lote de documentación secreta y cómo es posible que en cinco años el equipo y el propio Biden no hubieran dicho nada, ni los funcionarios de Archivos Nacionales se los hubieran reclamado como sí hicieron con su predecesor, Donald Trump.

Con el fin de marcar distancias respecto al escándalo de los documentos secretos que también fueron hallados en la residencia de Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump hace unos meses, los abogados de Biden dicen que el Departamento de Justicia fue «inmediatamente notificado». No está claro si eso cambia o no las consecuencias a largo plazo para Biden, políticamente o en términos de posible responsabilidad penal por el mal manejo de documentos clasificados.

Comparación con el registro de Trump

En agosto de 2022, la residencia personal en Florida del expresidente Donald Trump fue registrada minuciosamente por el FBI en búsqueda de documentos clasificados. En los sectores conservadores de la sociedad estadounidense ha ocasionado un malestar el hecho de qué el allanamiento de la residencia del expresidente fue prácticamente retransmitida en directo por televisión, redes sociales y otros medios de comunicación, mientras que en el caso de Biden se ha hecho pública la noticia mucho tiempo después de que los hallazgos se hubieran producido.

Además, mientras que en el caso de Biden aseguran sus portavoces que fue su propio equipo quien lo puso en conocimiento de la Justicia. Por el contrario, a Trump directamente se le presentó el FBI en su casa, toda vez que éste hubiera ignorado supuestamente las demandas de devolución de material sensible y secreto por parte de la Administración Nacional de Archivos y Registros de los Estados Unidos. Lo llamativo es que si durante más de año y medio, como se expuso tras el registro de su vivienda en agosto, Trump había sido reclamado por Archivos Nacionales, cómo es posible que no se hubiera seguido ese mismo proceder con Biden, que mantuvo en su posesión durante cinco años documentos secretos.

El nuevo hallazgo de los archivos clasificados en la casa de Biden y en su anterior oficina han impulsado acusaciones de «hipocresía» y «doble vara de medir» desde las filas republicanas. Los aliados de Trump también exigen saber por qué no hubo una redada del FBI en la casa de Biden, como ocurrió en Mar-a-Lago para el expresidente. Trump y su entorno han criticado a Biden por la ocultación de los documentos. A través de su cuenta en su red social TruthSocial, el expresidente afirmó que los documentos eran «altamente clasificados» y que podrían estar relacionados con las escaramuzas de Hunter Biden en Ucrania.  El descubrimiento de los documentos podría suponer la tormenta perfecta y podría incluso complicar los esfuerzos potenciales de Joe Biden para buscar un segundo mandato en 2024 en la Casa Blanca.