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ELECCIONES EEUU

Así marchan las encuestas a 92 días de las elecciones en EEUU: Trump sigue 0,8 puntos delante de Harris

El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump, candidato republicano, se mantiene este lunes con una mínima ventaja sobre la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, de 0,8 puntos en la media de las encuestas generales en la carrera presidencial en EEUU.

Trump sigue por delante, según la media citada de las encuestas en EEUU, que retrata el sentir general del país cuando quedan poco más de tres meses para las elecciones presidenciales. Según la media de los sondeos, a 92 días de las elecciones un 47,7% de los votantes estadounidenses votaría a Trump, mientras que el 46,9% se inclinaría por Kamala Harris. La vicepresidenta recorta así en la media de las encuestas generales.

En cambio, los estrategas demócratas siguen de cerca los resultados en los estados que forman el Blue Wall (muro azul, en español), Wisconsin, Michigan y Pensilvania, estados imprescindibles para que la candidatura demócrata tenga alguna posibilidad en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

Según la media de los sondeos de los battleground states (estados batalla, en español: Arizona, Nevada, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia), Trump está 4,4 puntos por encima. Según las encuestas, en Wisconsin van empatados. En cambio, Kamala Harris necesita Pensilvania y el resto de los swing states (estados indecisos) o battleground states. Por eso, va a presentar el martes en Pensilvania a su compañero de ticket después de haber hecho entrevistas a los seis candidatos a vicepresidente este fin de semana en su casa en Washington. Todo indica que será el gobernador de Pensilvania, Josh Spahiro, demócrata muy cercano a Barack Obama, que se opuso al establishment demócrata en 2008 cuando eligió respaldar al entonces senador de Illinois en vez de a Hillary Clinton, entonces senadora de Nueva York, como quería el resto de demócratas.

Los votantes de Pensilvania, Michigan y Wisconsin, estados que han formado la espina dorsal de las victorias demócratas cuando han ganado la Casa Blanca, necesitan que Kamala Harris les presente un plan sólido económico en el que puedan confiar. En las entradas de sus casas sólo se ven las banderas americanas. Pocos vecinos tienen carteles de apoyo a Donald Trump o a Kamala Harris.

Kamala Harris está frustrada, debido a que no ha recogido los frutos en las encuestas de EEUU de todos los planes económicos de Biden que han beneficiado a los votantes de estos estados: la primera gran inyección de fondos para fábricas de vehículos eléctricos en la región, Biden concedió a Volvo más de 200 millones de dólares para ampliar la producción en instalaciones como una fábrica de camiones; el puesto de control del aeropuerto local de Pensilvania, el Lehigh Valley International, se ha modernizado gracias a una subvención federal de cinco millones de dólares; o los 40 millones de dólares que ha movilizado para un nuevo centro logístico y de carga. Nada de esto ha hecho que los votantes vayan a optar por Kamala Harris.

Los expertos dicen que el electorado sigue esperando que Kamala Harris se modere. Sin embargo, los estrategas demócratas no saben si tendrán tiempo para limar todas sus políticas izquierdistas y convencer a los votantes, que no hacen más que escuchar todos sus discursos del pasado. En concreto, le han pasado factura sus políticas antienergéticas: el auge del fracking ha convertido a Pensilvania en el segundo estado productor de gas de Estados Unidos. No gustan las promesas de Harris de prohibirlo.

Por todo, los estados indecisos esperan que Kamala Harris haga más visitas a estos lugares de Estados Unidos y deje apartados sus discursos que han alienado a gran parte del electorado con sus políticas izquierdistas woke que han ahondado las diferencias en el país.