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Así marchan las encuestas a 103 días de las elecciones en EEUU: Trump aventaja en 1,7 puntos a Harris

Pese a que hasta hace pocas fechas las perspectivas no parecían las mejores para el Partido Demócrata, Kamala Harris está logrando en sus primeras horas como candidata de facto dar la impresión de que sí puede haber partido de aquí al próximo 5 de noviembre, fecha de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Según la media de las encuestas electorales estadounidenses, Harris está protagonizando un conato de remontada hasta situarse a 1,7 puntos de Donald Trump, gran favorito para ganar y regresar a la Casa Blanca.

Es más, en un sondeo realizado esta misma semana por Ipsos para Reuters, se le da incluso la ventaja a Harris por dos puntos. La misma agencia le daba una desventaja de los mismos dos puntos a Biden hace una semana, antes de que éste anunciase su renuncia a intentar la reelección. Esta encuesta se llevó a cabo entre el lunes y el martes de esta semana, después de que el aún presidente señalase a Harris como la candidata a la que brindará su apoyo.

La mayoría de los sondeos siguen, en cualquier caso, señalando a Donald Trump como favorito, situándose la media en esos 1,7 puntos de ventaja. Sí que se desliza que al Partido Demócrata le ha sentado bien la renuncia de Joe Biden, que se estaba despeñando en las encuestas desde la debacle en el debate electoral y tras el intento de asesinato a Donald Trump, de la misma forma que el público acogió de forma positiva la elección de J.D. Vance como número 2 en el ticket republicano. El día de la retirada de Biden, las cifras daban Trump una ventaja de 3,2 puntos a nivel nacional.

Kamala Harris ha recibido ya el apoyo de los principales líderes del partido y su equipo de campaña asegura que ya salen los números para asegurar su nominación en la Convención Demócrata el próximo mes de agosto, pero sí resulta llamativo el silencio de Barack Obama, que sólo ha dicho que espera que «emerja un gran candidato».

Los momentos clave

Hay que señalar que estas encuestas muestran las preferencias a escala nacional, señalando las tendencias de cada candidato. Dado el sistema electoral estadounidense, donde cada aspirante se lleva el total de escaños en juego en cada estado sea cual sea la diferencia, el resultado final de las elecciones puede depender finalmente de un puñado de estados clave, como pueden ser Pensilvania, Michigan, Arizona, Georgia o Nevada, lugares donde Biden se impuso a Trump en 2020 y que el republicano aspira ahora a recuperar.

La precampaña electoral en Estados Unidos ha vivido tres momentos clave. El primero llegó el pasado 27 de junio: el debate electoral. Trump y Biden llegaban virtualmente empatados a su cita. El ambiente era el de que podía ser uno de esos debates que deciden elecciones, y desde luego que lo fue, hasta el punto de que al presidente le costó la reelección. La puesta en escena de Biden, que replicó la imagen que en tantas ocasiones ya había exhibido en el pasado -con despistes, incómodos silencios-, acompañada de una voz rota -que su equipo achacó a un constipado- hizo que su futuro electoral implonsionase. Aquella actuación fue el pistoletazo de salida a una campaña a la que se sumaron voces demócratas tales como senadores, celebridades, donantes, pidiendo que se retirara. Cuando quien fuera su jefe durante 8 años en la Casa Blanca, Barack Obama, se unió y le pidió que abandonase, Biden -molesto con él desde ese momento- empezó a comprender que no había otra salida.

El 13 de julio llegó el segundo momento para la historia cuando un individuo, Thomas Matthew Crooks, logró sortear la vigilancia del Servicio Secreto y, desde una azotea, disparó varias veces contra Donald Trump, alcanzándole en una oreja y matando a un asistente al mitin del candidato. Trump salvó la vida, y aún le dio tiempo a protagonizar una imagen ya icónica al levantarse, haciendo fuerza entre los guardaespaldas que se esforzaban por apartarlo del atril, y gritar «¡luchad!». A partir de ese momento, el camino de Trump hacia la Casa Blanca se allanó, siendo su regreso cada vez más factible.

Así, hasta que el domingo 21 de julio, llegamos a la tercera fecha clave: Joe Biden anunció públicamente su renuncia, admitiendo que «es lo mejor para mí y para el país». El aún presidente hasta el próximo mes de enero acabó dando su brazo a torcer y se retiró de la carrera electoral sin intentar buscar la reelección.