¿Cómo se hace?
Limpieza

Trucos para limpiar las baldosas hidráulicas

Si los suelos hidráulicos destacan por sus abundantes colores y sus diseños por demás originales, éstos sólo son posibles considerando la utilización de lo que conocemos como baldosas hidráulicas. Pero muchas personas que se encuentran interesadas en obtener estas increíbles vistas en sus casas desconocen cómo limpiar las baldosas hidráulicas, y eso puede ser clave a la hora de elegirlas… o no.

Es que tales baldosas, que históricamente se caracterizan por su fabricación a mano, pieza por pieza, permitiéndonos prescindir de los procesos de cocción de las otras, requieren cuidados especiales.

La idea será que el suelo hidráulico que acabas de instalar o tienes en casa vuelva a lucir como lo hacía cuando recién estaba colocado, y eso supone que sepas algunos trucos para darle vida nuevamente, tanto si se trata de baldosas modernas, como de antiguas.

Antes de comenzar con la limpieza de tus baldosas hidráulicas, lo primero que debes hacer es saber todo lo que puedas acerca de ellas, como desde cuándo están allí, si se les ha realizado algún tratamiento para mantenerlas, si se han ensuciado con algún producto o sustancia específica, etc. Con esos datos a disposición, aumentarás las probabilidades de obtener un mejor resultado.

Limpiar las baldosas hidráulicas

En líneas generales, podríamos afirmar que unas baldosas hidráulicas instaladas o colocadas no te traerán problemas, ya que sólo necesitas un limpiador para mosaicos hidráulicos, que conseguirás en las tiendas, y aplicarlo sobre el suelo con ayuda de una bayeta o fregona. Tienes que ir fregando poco a poco, retirando la suciedad y limpiando finalmente con agua.

Las cosas se complican un poco, por no decir mucho, ya que tendremos que luchar contra el tiempo. La primera prueba que debes hacer es repetir el procedimiento que acabamos de describir para las baldosas nuevas, pero dejando que el limpiador actúe por algunos minutos antes de quitarlo.

Lo normal sería que la suciedad se ablande, y que parte de ella sea eliminada en ese intento inicial. Sin embargo, puede que tengas que repetir esta operación varias veces para dejarlas impecables.

También existen productos caseros, como el bicarbonato de sodio y el vinagre de manzana, que pueden ser grandes aliados a la hora de quitar la suciedad de los suelos hidráulicos, combinándolos con agua y dejando que trabajen sobre la superficie durante unos minutos antes de remover esta mezcla. No suelen fallas porque son soluciones para limpiar muchas otras cosas.