¿Qué es la regla del tres y cómo aplicarlo para gozar de una casa fantástica?

¿Estás construyendo o reorganizando tu hogar y te gustaría que fuera como una casa de revista? Entonces deberías saber la regla del tres. Se trata de un truco muy simple que te permitirá disfrutar de habitaciones decoradas profesionalmente, aunque no tengas estudios en la materia ni recurras a un experto. Tus espacios resultarán tan atractivos como agradables al disfrutarlos.

De hecho, la regla del tres es utilizada por los especialistas en decoración cuando deben abordar proyectos integrales en los que el cliente se muestra preocupado, tanto por la apariencia de las estancias de la casa como por la usabilidad de cada uno de tus espacios. Si es tu caso, ¡recurre a ella!

¿En qué consiste la regla del tres?

En pocas palabras, consiste en combinar tres elementos de características parecidas todas las veces que sea posible dentro de cada espacio. Por ejemplo, combinar tres cuadros relacionados entre sí por la temática.

Y luego, debajo, combinar tres cojines de sillones con colores que asociaríamos naturalmente entre ellos. Al levantar la vista, deberíamos observar la cálida iluminación de tres lámparas que guarden cierta coherencia a nivel diseño.

Es decir, la clave está en agrupar los objetos que se espera que haya en cada uno de los espacios del hogar. Pero no agruparlos sin sentido, sino siguiendo absolutamente siempre esta regla del tres por la cual cada uno de ellos debería estar acompañado de dos similares. ¿Qué parecidos son? Dependerá de muchas cosas pero, como referencia, cualquier invitado que recibas debería notar que hay una «intención de agrupar».

El secreto del éxito de esta regla está en lo que los profesionales llaman «el equilibrio estético». Esta técnica de decoración de viviendas se basa en una antigua idea que sostiene que los seres humanos nos sentimos más cómodos con los números impares que con los números pares.

Y como un sólo objeto puede ser poco, y cinco objetos pueden ser mucho, combinar tres parecidos es la solución ideal para la mayoría de las personas que no saben cómo decorar su casa.

Detalles habitación por habitación

Más allá del concepto básico de esta regla de tres, la misma está sujeta a las particularidades y los propósitos que tiene cada habitación de la vivienda. Generalmente, hay cuatro espacios que se repiten en todos los hogares: salón, dormitorio, baño y cocina. ¿Cómo les afecta esta regla?

En el salón

Ya hablamos de los cuadros y los cojines, que son dos de elementos típicos de decoración de los salones. Los tres sillones son otro clásico del interiorismo, dándole el protagonismo a su vez a un sofá grande… de tres plazas. En la mesa de centro, pon pequeños jarrones o cualquier otro objeto decorativo, pero respetando siempre nuestro número perfecto. Prueba con tres velas o con tres macetas con plantas. Verás cómo todo se siente armonioso de inmediato.

En el dormitorio

Puede que aquí sea un poco más difícil ceñirnos a esta regla, pero hagamos el intento. ¿Qué tal tres alfombras rodeando la cama? Si te gustan los cojines, asegúrate de que haya tres -dos más pequeños y uno principal encima de ellos, combinando los colores-. En las mesillas, pon tres pequeñas velas de té.

En el baño

Un número impar de cuadros minimalistas hará de tu baño un espacio más acogedor. Y, si estás en obras, aprovechar a colocar tres luces tenues sobre el espejo principal.

En la cocina

La cocina suele estar repleta de cosas sueltas. Agrúpalas de a tres, en tarros, cajas, etc. Una parte de la misma debería estar dedicada al desayuno, colocando allí tres electrodomésticos -como podrían ser un hervidor, una cafetera y una tostadora- que formen parte de una sola familia del mismo fabricante. Si es así, coincidirán en sus colores y en su estilo. Cualquiera que vaya a tu casa, y tú mismo inconscientemente, se sentirá a gusto con esa coincidencia.

Para qué sirve esta regla

Generalmente, cuando se aplica a la decoración de casa, lo que se quiere es conseguir un equilibrio estético y funcional.

Para organizar colores

En este caso, también podemos elegir los colores siempre aplicando la regla del tres.  Es la base para poder equilibrar los tonos. Si estás usando tres colores principales en una habitación (por ejemplo, gris, blanco y azul), puedes aplicar la regla de tres para distribuir estos colores de manera equilibrada en la habitación.

Para determinar la iluminación

Esta regla sirve para más cosas como equilibrar entonces la iluminación. De esta manera vemos cuántos focos necesitamos para que nos den la luz que necesitamos para cada espacio.

Equilibrio visual

A la vez, se consigue tener un equilibrio visual y funcional de variedad de aspectos que engloban una casa. pueden ser colores, distribución, organización, orden y más. tenla en cuenta para cantidad de ocasiones y verás cómo tu casa está mucho más armoniosa.