Libro sensorial: los pasos que no sabías para crear uno

La estimulación sensorial desde edades tempranas es indispensable para el desarrollo de los seres humanos. Desde que son muy pequeños, debemos llamar la atención de nuestros hijos y sobrinos con estos objetos. Justamente, por eso, en este artículo vamos a enseñarte todos los pasos para hacer un libro sensorial.

Esta manualidad es recomendada para niños desde los seis meses hasta los tres años de edad porque les divierte pero también les obliga a exigir inconscientemente los cinco sentidos, mejorando las funciones cognitivas básicas. Con el paso del tiempo, el resultado será un adulto más capacitado para solucionar sus problemas del día a día.

Materiales para hacer un libro sensorial

Lo primero es disponer de todos los materiales necesarios, y necesitarás fieltro, goma EVA, tela, entretela, elementos propios de costura y una encuadernación para darle ese toque final tan bonito como resistente.

Pasos para hacer un libro sensorial

1. Para crear un libro sensorial es importante evaluar la edad de tu hijo
2. Después de haber tenido en cuenta esta premisa adicional, coge 12 trozos de tela que sean iguales y los montas uno encina del otro cosiéndolos con una aguja e hilo.
3. Ahora tienes que ir llenando las páginas de tu libro sensorial.
4. Un libro sensorial nace con la intención de que el niño aprenda cuáles son las acciones y movimientos cotidianos a través de imágenes en relieve y, por lo tanto, sensibles al tacto.
5. Una vez que hayas completado el libro sensorial, todo lo que tiene que hacer es dejarlo en manos de tu hijo, sabiendo que gracias al libro creado podrá aprender mientras se divierte.

Corta las páginas del tamaño que quieras que tenga el libro, cuadradas de 20 x 20 cms o rectangulares de 30 x 20. Las páginas pueden ser de fieltro o de goma EVA, según prefieras, y además es posible combinar ambas texturas.

A continuación, pega con silicona o pegamento las piezas que aparecerán en cada página para estimular al bebé. Puedes hacer unos dibujos a lápiz antes, para simular el tamaño de los objetos y que luego no se superpongan.

Si quieres evitar el pegamento, la otra opción sería coser los objetos, lo que puede facilitar su manipulación. Independientemente de qué piezas pegues, lo importante es que nunca pasen desapercibidas.

Por último queda la encuadernación, que debes realizar haciendo tres agujeros en el margen de cada página, uniéndolos con anillas o con un cordón de cuero para que los pequeños pasen de una historia a la siguiente.